Werewolves Within - Análisis para PS VR, Oculus Rift y HTC Vive

Ubisoft es una de las compañías que más fuerte está apostando por la realidad virtual en PS4, y tras lanzar hace poco más de un mes Eagle Flight, trae ahora a PS VR Werewolves Within, un curioso título que busca profundizar en el lado más social de esta tecnología y que está desarrollado por Red Storm Entertainment, el estudio norteamericano que ha colaborado en la creación de juegos como Far Cry 4.

La propuesta de Werewolves Within se aleja de los títulos anteriores del estudio y del resto del catálogo de juegos para PS VR, más enfocado en ofrecer experiencias basadas en la acción, y nos invita a participar en curioso juego de cartas e identidades. Algo así como el clásico Policía y Ladrón que se juega con la baraja española, pero adaptado a la gran inmersión que ofrecen las gafas de realidad virtual de Sony.

La principal seña de identidad de Werewolves Within, y que queremos dejar muy clara desde el principio de este análisis, es que se trata de un título exclusivamente online, con partidas de entre 5 y 8 jugadores simultáneos, pero que carece de cualquier opción extra para un solo jugador, por lo que os recomendamos que solo sigáis leyendo si sois de los que gustan de jugar en línea y, además, tiene una buena lista de amigos que lo hagan. Más adelante os explicamos el por qué de esta recomendación, ya que -mejor- primero os explicamos la dinámica de este "juego dinámico de roles ocultos y deducción social", tal y como lo define la propia Ubisoft. 

A la caza del hombre lobo

La ambientación nos sitúa en la aldea medieval de Gallowston, en la que sus tranquilos habitantes están hartos de sufrir ataques nocturnos de hombres lobo que, durante el día, sospechan hacen vida normal mezclándose con el resto de aldeanos. Como era de esperar, pronto las miradas de unos y otros empiezan a cruzarse con desconfianza, por lo que -finalmente- deciden reunirse en grupos de entre 5 y 8 personas para tratar, por medio de la intuición y persuasión, de desenmascarar a los esquivos hombres lobo. ¡Ya tenemos el lío montado!

Bajo esta premisa, en las partidas, de duración reducida, cada uno de los personajes asume un papel diferente, y el objetivo es jugar al despiste para no delatar nuestra verdadera condición, o lo que es lo mismo, adivinar quienes son los hombres lobo si somos aldeanos, o cargar el muerto a uno de ellos si en realidad somos una de estas criaturas.

Para dar aún más "chicha" a esta dinámica, los aldeanos pueden pertenecer a diferentes clases, cada una de ellas con unas habilidades bien diferenciadas, y -por ejemplo- los licántropos pueden reconocer a los miembros de su misma especie. Por suerte, tenemos a nuestra disposición en todo momento un libro en el que se explica a la perfección todas las características de personaje, aunque no es difícil aprendérselas en pocas partidas.

Una vez asumidos todos los roles, y al calorcito de la hoguera, es cuando comienza realmente la partida. En se momento nuestras PS VR nos trasladan a la aldea de Gallowston, donde nos encontramos junto al resto de personajes, de apariencia humana, sentados a nuestro alrededor. A partir de ahí comienzan una serie de rondas de alegatos, discusiones o susurros, que nos permiten contar un secreto tan solo inclinando la cabeza hacia la de otro jugador, y en las que el único objetivo es ser más "espabilados" que los demás.

Actuando como en la vida real

El posicionamiento en tiempo real y capacidad de inmersión de PS VR hace que meterse nuestro papel sea de lo más sencillo. Es posible levantarse para dar énfasis a nuestras palabras, negar con la cabeza, mirar a un jugador en concreto... y lo mejor de todo es que el resto de participantes tienen la misma capacidad, por lo que la interacción entre los diferentes avatares está muy conseguida, algo a lo que también ayuda que la voz del narrador esté doblada al castellano.

Vale que, técnicamente, el juego ofrece un aspecto bastante sencillo, pero desde luego cumple su propósito con creces y consigue introducirnos de lleno en la espiral de mentiras, sospechas y acusaciones que busca, lo cual hace que el uso de PS VR esté más que justificado en su mecánica. 

Hasta aquí, hemos visto que Werevolves Within es un título de corte social, sencillo en su planteamiento, pero muy bien ejecutado, lo que hace que las partidas tengan mucha miga, llegando a proporcionar momentos realmente divertidos y en los que nos sorprendemos a nosotros mismos "dándolo todo" por defender que no somos un hombre lobo (mentira cochina).

Sin embargo, este marcado carácter social, además de su principal virtud es, además, la principal causa de la discordia del título de Ubisoft. Os explicamos por qué:

Una aldea muy poco poblada

Como os decíamos al principio de este análisis de Werewolves Within, para iniciar una partida es totalmente necesario que un mínimo de 5 personas estén conectadas a la vez. Si no lo hay, no es posible jugar a nada, ya que el título carece de opciones en solitario. Esto no supone un problema en títulos principalmente online que disfrutan de una "afluencia" de público masiva, como puede ser Rocket League, en los que resulta muy sencillo hallar contrincantes, pero, desgraciadamente, no podemos decir lo mismo de este juego...

Encontrar partida en Werewolves Within puede ser una tarea realmente complicada. En nuestro caso, por ejemplo, para hacer este análisis hemos tenido que entrar en diferentes horas del día para hacerlo, ya que muchas veces nos conectábamos a sus servidores y no había, literalmente, ni un solo jugador en línea.

Evidentemente, hay que tener en cuenta factores como que es un título exclusivo para PS VR, lo que ya limita considerablemente su "alcance", así como que acaba de salir al mercado, lo que lo hace aún más. En este sentido, a su favor, tenemos la posibilidad del juego cruzado con usuarios de PC que tengan Oculus Rift o HTC Vive, por lo que esperemos que, poco a poco, cada vez más aldeanos y hombres lobo se vayan mudando a Galowston. 

Hasta que ese momento llegue, lo cierto es que Werevolves Within se queda solo en una original propuesta, bien ejecutada, pero en la que la mayor parte del tiempo la vamos a pasar buscando partida. Eso sí, si tenéis la suerte de disponer de una amplia "cartera" de amigos que posean dispositivos de realidad virtual y que tengan ganas de echarse unas buenas risas, las veladas que podéis organizar sin salir de casa merecen mucho la pena