Detenidos por robar documentos de Xbox One y juegos en desarrollo
Luis López Zamorano
El FBI ha arrestado a tres hackers a los que se acusa de infracción de copyright, fraude y acceso no autorizado entre otras cosas, tras haber robado datos de Microsoft, desarrolladoras de videojuegos, y lo más importante, del Ejército de los Estados Unidos. En total, son 15 los cargos a los que se tendrán que enfrentar estos hackers según hemos podido leer en The Smoking Gun. Pero entremos más en detalle y descubramos qué es lo que han conseguido sacar estos piratas informáticos de los ordenadores de cada una de las empresas.
Los hackers empezaron a actuar en 2011. Entonces entraban en los sistemas de empresas como Epic Games, Activision Blizzard, Valve o Zombie Studios y se hacían con copias en desarrollo de títulos como Call of Duty Modern Warfare 3 o Gears of War 3. No contentos con esto, al ver que eran capaces de burlar la seguridad de empresas de mayor nombre como Microsoft.
Una vez entraron en los sistemas de Microsoft, consiguieron diseños internos, especificaciones técnias y códigos del sistema operativo de Xbox One antes de que se lanzase al mercado. Esto les llevó a hacerse con el software necesario para fabricarla y a vender su máquina a través de eBay por 5.000 dólares. Pero no fue por esto por los que el FBI consiguió detenerlos. Uno de los acusados decidió construir otra Xbox One para venderla a en la República de las Sychelles. Uno de los intermediarios del envío de este producto fue quien dio la voz de alarma al FBI que precedió a detener a los hackers.
Cabe destacar que posiblemente la acusación más importante que haya contra estos jóvenes sea la de entrar en los sistemas de Zombie Studios para hacerse con datos del Ejército estadounidense. De sus ordenadores consiguieron hacerse con el simulador de combate encargado por el Ejército a los chicos de Zombie. El simulador es utilizado por pilotos militares en sus entrenamientos y tiene por nombre AH-64D Apache Simulator. Una historia más de unos chicos que quizás se excedieron movidos por la confianza de que no les dieran caza a la primera.
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