Si pensabas que los Phylakes iban a ser tu mayor complicación entablando combate en Assassin's Creed Origins, estás muy equivocado. Y es que en el Antiguo Egipto hay mucho misterio, pero también excesivos peligros que nuestro protagonista debe lidiar para salir airoso de todas las situaciones. No lo va a tener fácil en Assassin’s Creed: Origins, y menos enfrentándose a esos elefantes de guerra que son capaces de acabar con él con un simple pisotón.
Saber derrotar a los elefantes de guerra en Assassin's Creed Origins es fundamental para conseguir acabar la totalidad del programa. Pero no es nada sencillo, estos animales que reinan con su tamaño cuentan con varios movimientos como embestidas o pisotones que, de alcanzarte, te dejarán totalmente viciado.
Para que el combate te sea lo más placentero posible, te decimos cómo vencer a los elefantes de guerra en Assassin's Creed Origins, y ello sin morir en el intento.
Cómo vencer a los elefantes de guerra en Assassin's Creed Origins
Antes de que te digamos la mejor estrategia para derrotar a los elefantes de guerra en Assassin's Creed Origins, debes conocer sus principales movimientos de ataque, que son los siguientes:
- Pisotón: lo debes evadir, y si bien hace mucho daño, lo puedes intuir de manera muy sencilla.
- Embestida: es su mejor ataque, y lo hace de manera muy rápida. Si eres valiente puedes meterte entre sus patas, pero si no te quieres arriesgar simplemente apártate o bien vete lejos para que no te alcance.
- Giro: lo realizan al momento de que les estés golpeando. Si ves que ladean su cabeza es que lo van a realizar, así que usa la evasión.
- Flechas y bombas: sus tripulantes no son precisamente pacifistas, así que debes estar con un ojo puestos en ellos.
Cómo derrotar a los elefantes de guerra
En Assassin's Creed Origins existen hasta cinco elefantes de guerra, aunque los podríamos dividir en cuatro estrategias diferentes según cada uno de ellos. Todos tienen nivel 40 así que, para derrotarlos, debes andar a un nivel similar con el personaje.
Herwennefer (Refugio de Herwennefer en el oasis del desierto blanco)
Si le vences conseguirás el atuendo legendario de chamán.
Cuenta con arquero que te va a estar lanzando fechas a cada momento. Debes aprovechar, cuando hace ruido con su trompa, para atacarlo al cuello. Cuando se levante sobre sus patas debes golpearle en la barriga.
Ten cuidado, porque cuando le queda poca vida, su dueño empieza a disparar bombas y fechas venenosas.
Surus (Campamento romano Surus en las montañas verdes)
Además de su molesto arquero, este elefante suele embestir bastantes veces. Lo ideal es que evadas sus embestidas e inmediatamente después le lances flechas sin parar. Los arqueros te disparan mientras el elefante carga contra tí, lanzando también bombas cuando le queda poca vida.
Jumbe (Campamento romano de Jumbe en Herakleion)
Este elefante hace muchas embestidas. Debes intentar que embista contra los muros y atacarle después. Al principio te suele lanzar su dueño bombas de humo para no ver las embestidas, y cuando le queda poca vida ya no se queda queda aturdido dado que no se le puede chocar contra los muros.
Qetesh y Resheph (Campamento romano de Qetesh y Resheph en Uab)
Si los vences consigues el arco depredador.
Estos dos elefantes están juntos pero, al principio, no te atacan al mismo tiempo. Qetesh opta por ataques con sus tripulantes mientras que Resheph realiza ataques cuerpo a cuerpo.
Debes usar las mismas estrategias de combate para los que hacían cargas (evasión y ataque) y los que tenían tripulantes con flechas (esquivar y atacar cuando deja libre su cuello).
Cuando les hayas quitado la mitad de vida, ya te empezarán a atacar juntos. Lo que pasa es que uno lo hará desde lejos y otro desde cerca. Simplemente estate atento. Intenta debilitarlos al mismo tiempo, porque si matas a uno demasiado pronto, el otro empezará a atacarte mucho más fuerte. Lo ideal es matar a uno cuando al otro le queden un par de golpes.
Estas son las formas de derrotar a los elefantes de guerra en Assassin's Creed Origins siguiendo unas estrategias básicas pero directas.
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