Logo Hobbyconsolas.com

Impresiones de DogChild. Salvando el mundo a pelotazos

Dogchild 01

A mediados de diciembre verá la luz DogChild, un videojuego que hace especial ilusión tanto a Sony Computer Entertainment España como a Animatoon Studios, los padres de la criatura. Y es que, un año después de alcanzar la gloria al hacerse con el galardón de 'Mejor Videojuego de 2014' en la Primera Edición de los Premios PlayStation, evento que se celebró en diciembre del año pasado y que tendrá una nueva edición este próximo 16 de diciembre, algo que os contaremos con todo lujo de detalle desde HobbyIndustria, DogChild está a punto de ponerse a la venta. DogChild es el resultado del esfuerzo y el trabajo sin descanso de un pequeño equipo de siete integrantes que han puesto toda su pasión y dedicación en su ópera prima, un videojuego que no sólo sirve como punto de partida a una posible saga sino que da el pistoletazo de salida a otro nuevo estudio independiente español.

Aunque muy pronto os podremos ofrecer el completo análisis de DogChild, ahora es el momento de contaros nuestras sensaciones al ponernos a los mandos de un juego que, más que un producto de entretenimiento digital, supone un sueño cumplido para Darío Ávalos, el director de Animatoon y a quien tuvimos el placer de entrevistar.

Sin más dilación, os dejamos nuestras impresiones de DogChild, un juego para todos los públicos que nos animará a resolver las cosas de una forma poco convencional: a pelotazos.

El parkour será una manera rápida y divertida de escalar obstáculos.
El parkour será una manera rápida y divertida de escalar obstáculos.

Salvando el mundo con nuestro perro y una pelota

En DogChild seremos Tarpak, un joven que no ha tenido demasiada suerte en la vida. Tras la misteriosa desaparición de sus padres descubre que tiene una jugosa herencia en el banco y, como si de un Batman más realista se tratase, decide que debe salvar el mundo pero, ¿por dónde empezar? Un buen día descubre que algo raro pasa en su ciudad y que los perros están desapareciendo misteriosamente, algo de lo que nos damos cuenta por la evidente falta de perros y por habernos encontrado a un anciano colocando albóndigas envenenadas para dejar dormidos a los perros y poder llevárselos. Ahora la pregunta es ¿a dónde se los llevan y por qué?

Bien, aquí empezaremos una aventura en la que tendremos que detener a la malvada Corporación Cornish, algo que nos llevará por distintos países pero que no viviremos en solitario ya que nuestro mejor amigo, Tarao, un simpático perro mestizo, nos prestará su inestimable ayuda. Además, la 'novia' de Tarpak también nos dará diversos datos y misiones desde el 'cuartel general'.

Las mecánicas para avanzar en DogChild se dividirán en dos. Por un lado encontramos un juego de plataformas y aventura de corte bastante clásico en el que tendremos que subir a los edificios mientras buscamos pistas que nos ayuden a derrotar a la malvada organización Cornish. Escalar será, de hecho, algo bastante fácil para nuestro protagonista ya que, Tarpak es un adolescente en una estupenda condición física y es capaz de realizar un amplio abanico de movimientos de parkour, algo que también podrá realizar, en menor medida, Tarao (de cuyas habilidades hablaremos más adelante). Estas mecánicas son clásicas y suelen responder bien pero, la verdad, hay veces en las que notamos que el control tenía algún milisegundo de retardo, además de sufrir un bug en el que nos teletransportábamos al escalar un edificio, algo a lo que no le damos mayor importancia ya que, seguramente, jugamos con un código que no es el final.

La segunda mecánica de Tarpak, y la más importante, consistirá en el arma más poderosa del juego: nuestra pelota. Y es que, lejos de presentar una acción violenta, DogChild nos propone combatir haciendo uso de una típica pelota de las que disponemos para jugar con nuestros amigos cánidos. Sin embargo, no penséis que es un arma baladí ya que, con este simple objeto seremos capaces de realizar combinaciones de golpes, destruir parte de los escenarios y, en definitiva, arreglárnoslas para dejar fuera de juego a los enemigos. El problema radica en que la utilización de los rebotes y las físicas son una mecánica fundamental en el juego y no siempre funciona como desearíamos, lo que ocasionará que los enemigos nos alcancen con sus armas táser.

Sin embargo, no sólo Tarpak emprenderá esta aventura y, por ello, podremos ponernos, cuando lo deseemos, en la piel de Tarao. A Tarao lo manejaremos en tercera persona a la hora de movernos por los escenarios y saltar sin embargo, podremos utilizar nuestras habilidades especiales de perro para encontrar pistas, enemigos y, en definitiva, rastros de los malos o los objetos de interés. Esta mecánica la utilizaremos bastante, tal y como vemos en el primer nivel, donde tenemos que buscar las albóndigas envenenadas o en el segundo, donde seguiremos unas huellas y un rastro de neumáticos. Será algo que le de más variedad al videojuego.

Tarao tendrá un sentido del olfato muy desarrollado. ¡Vital para encontrar pistas!
Tarao tendrá un sentido del olfato muy desarrollado. ¡Vital para encontrar pistas!

Las cosas se arreglan a pelotazos

Lo que más llama la atención de DogChild es el afán de Animatoon de crear un videojuego apto para todos los públicos pero que está especialmente dirigido a los más pequeños de la casa. Es por esto que el estudio madrileño ha creado una propuesta jugable que rechaza la violencia que vemos en la inmensa mayoría de videojuegos como método para conseguir un fin.

Con esta premisa en cuenta encontramos que las armas de este juego serán una pelota, un gas que tendrán los científicos y un inmovilizador táser que nos dará una pequeña descarga. La mecánica para dejar fuera de juego a los enemigos será la de amarrarlos con cuerda, algo que da bastante juego. Una de las primeras situaciones que nos encontramos es el enfrentarnos cara a cara a tres enemigos. ¿Cómo lo haremos? Bien, podemos optar por el sigilo para atacar e inmovilizar por la espalda a los enemigos uno a uno, algo que podemos conseguir moviéndonos por el escenario y trepando edificios. La segunda forma puede ser parapetándonos en una esquina y atrayendo a los enemigos manejando a Tarao. La tercera, y la que más habilidad requerirá, será la de enfrentarnos a pelotazos con todos los que nos hagan oposición. Cuando damos a un enemigo con la pelota lo dejaremos tumbado en el tiempo durante unos segundos, 5 si le damos en el tronco o 15 si le damos en la cabeza. En el momento en que tumbamos a un enemigo, Tarao correrá hacia él y lo asustará, impidiendo que el malo se levante. Nosotros aprovecharemos para inmovilizarlo, aunque también podemos dejar ahí a Tarao , darle en la cabeza al segundo guardia, tumbar al tercero e ir amarrándolos en función del tiempo que les quede para levantarse.

Además de con la pelota, con la que podremos realizar combinaciones de bastantes golpes gracias al rebote, también podemos 'disparar' a carteles publicitarios de la ciudad que caerán encima de los enemigos y que los retendrán un buen rato en el suelo.

El Parque César será el punto de partida de una aventura que nos hará dar la vuelta al mundo.
El Parque César será el punto de partida de una aventura que nos hará dar la vuelta al mundo.

Juego bonito y perfecto para los pequeños de la casa

En lo que respecta al apartado gráfico, DogChild se muestra como un juego bastante simple, con un estilo de animación a lo Jet Set Radio y Sunset Overdrive, juego al que nos recuerda la animación y diseño de los personajes, y con pocos alardes tecnológicos. Los escenarios no serán muy grandes y no tendremos una iluminación demasiado buena pero, hay que tener en cuenta que hablamos de un estudio muy pequeño y que da la sensación de haber tenido que ir a contrarreloj para lanzar el videojuego.

Aún así, y a falta de probar el juego en profundidad y ver el resto de niveles, DogChild es un gran ejemplso del tipo de videojuegos de corte más independiente que podemos desarrollar en España gracias a propuestas como los Premios PlayStation, una iniciativa englobada dentro de la estrategia PlayStation Talents con que SCE España busca fomentar y apoyar el desarrollo de videojuegos en nuestro país.

Lo más importante son los valores del juego ya que, DogChild promueve que la violencia contra los animales es injustificada (de hecho, los enemigos nunca atacarán a Tarao, sólo a Tarpak). También intenta concienciar a los niños sobre el respeto a la naturaleza mientras les divierte y enseña que un juego divertido no es, por definición, aquel en el que nos podemos liar a tiros contra todo lo que se 'menea'.

DogChild es el primer paso de un jovencísimo estudio español, una primera toma de contacto con los videojuegos. Estamos ansiosos por ver qué le depara el futuro al pequeño estudio madrileño de Animatoon.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.