Hay gente difícil en todos los lugares de trabajo. Oficinas, cocinas, estudios, editoriales, talleres y, ¿por qué no decirlo?, sets de rodaje. De hecho, hay intérpretes cuya leyenda y carrera profesional solo son comparables con su mal temperamento y sus no menos épicas salidas de tono. Otros, incluso, ven como su mal carácter llega incluso a eclipsar su efímera fama, convirtiéndolos en infames de cara al público y a sus colegas de profesión.
Como ejemplo, hemos reunido a estos 10 actores con un legendario mal genio, que han pasado a los anales de la historia por su personalidad bronca, su hosquedad o sencillamente por haber conseguido que sus compañeros prefieran hacerse una endodoncia sin anestesia antes que volver a trabajar con ellos.
Algunos de estos nombres, de seguro os sonarán. Otros, en cambio, seguramente os extrañen, ya que muchos actores o actrices que mencionamos bastante tienen ya con lo suyo, con una carrera sumergida y hecha trizas. ¿Quizá esté todo relacionado? Luego los hay que, por ejemplo, no os imaginaríais ni siquiera son una auténtica pesadilla para los equipos de producción. Con todo, esperamos sorprenderos con esta lista, que no os va a dejar indiferentes.
Humphrey Bogart
Dicen las malas lenguas que Humphrey Bogart tenia mal carácter. No solo que empinaba el codo como si no hubiera mañana, lo cual nunca ayuda a las relaciones sociales. También dicen que tenía una personalidad hosco y que, en alguna ocasión, su vehemencia le metió en más de un lío.
Con todo, también hay un lado positivo de su persona. Sus allegados se referían a él como un gran amigo y un tipo leal. Quizá su excesiva honradez y su falta de tacto con las "tontunas" del Hollywood de la época fuera lo que le granjearan esa fama de broncas irritable. Todo depende del cristal con el que se mire. Por nuestra parte, preferimos recordarle como el protagonista de una larga series de películas de cine noir y un icono de varios grandes éxitos del Blanco y Negro.
Val Kilmer
Val Kilmer una vez fue guapo, apuesto y con una carrera brillante por delante, todo al calor de su participación en Top Gun. No sabemos si fue poco después de hacer Batman Forever, o quizá la cosa venía ya de antes, pero el abuso de drogas y alcohol no le ayudaron mucho a mantener el ritmo, precisamente, convirtiéndolo en uno de los apestados de Hollywood.
Para rizar el rizo, hay quien dice que Kilmer tiene no solo mala leche, con perdón de la expresión, si no que también tiene tan mala educación que ha echado a mucha gente de su lado. Si a este cóctel añadimos lo que muchos consideran una actitud narcisista y pueril, podéis entender por qué poca gente se atreve a trabajar con él.
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En su defensa, diremos que el actor se ha disculpado públicamente alguna vez, explicando que sus salidas de tono se deben a su deseo de hacer un buen trabajo en la película, y que no está interesado en dorarle la píldora ni a medios ni a empresarios. ¿Vosotros qué pensáis?
Jennifer López
Jennifer López llega a cuestas el sambenito de ser un personaje horrible con el que convivir y con el que trabajar. La actriz, modelo y cantante se ha ganando a pulso numerosas parodias, que la retrataban como un ser odioso e inaguantable. Entre sus grandes éxitos sociales se cuentan los de no interactuar nunca con sus compañeros de rodaje fuera del plató, ignorándolos o ninguneándolos.
Las malas lenguas dicen también que puso a prueba muchas veces la paciencia de su ex-parejas, entre ellas Ben Affleck (Batman v Superman, Liga de la Justicia), con peticiones a cada cual más ridículas y pijas. Por todo ello, aunado a sus exigencias exquisitas y absurdas, podemos entender que mucha gente no quiera compartir pantalla con ella.
Christian Bale
Uno de los actores más aplaudidos de los últimos treinta años, posiblemente se retire como un uno de los tipos con la mecha más corta y el temperamento más explosivo de Hollywood. Según parece, Christian Bale se tiene en muy alta estima, lo cual hace que suela llevar la contraria a los directores y productores, que le permiten salirse con la suya, debido a su impresionante trabajo actoral y a la nutrida fanbase que lo respalda.
Sin embargo, no hemos de olvidar la filtración de Terminator: Salvation, en la que Bale perdió los papeles y casi se carga a uno de los miembros del equipo de rodaje, que le sacó de sus casillas. Más concretamente a por Shane Hurlbut, director de fotografía, que cruzó el set de rodaje, mientras Bale se "metía en el papel". Para agravar más el retrato del actor, dicen que, en 2008, nuestro sujeto casi fue demandado por su propia madre por agredirla a ella y a la hermana del actor.
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¿Qué fue de aquel niño que quería volar en El Imperio del Sol? Pues que quizá se creyera mucho su papel de Batman de El Caballero Oscuro, dicen sus más fieros detractores. Posiblemente sea el actor que Hollywood necesita, pero no el que merecen. ¿O sería al revés?
Russell Crowe
Otro hueso duro de roer, que a más de un perro flaco le ha saltado los molares. De un puñetazo. Russell Crowe se ha ganado a pulso la fama de intratable, pendenciero, borracho, irregular y poco fiable. Su mal temperamento y sus malos modales han hecho que mucha gente no quiera trabajar con él. Sobre todo cuando llega tarde al set de rodaje, tras haber bebido "algunas" copas de más.
Dicen por ahí que este carácter EXPLOSIVO le ha causado más de un disgusto dentro y fuera del plató, alejando a productoras y cineastas como un repelente. El actor de Gladiator y Los miserables, además, ha protagonizado algún encontronazo atroz con la prensa y episodios tan bochornosos como aquella vez que le tiró un teléfono a la cabeza al empleado de un hotel.
Lindsay Lohan
Ser un juguete nunca es plato de gusto. Lindsay Lohanes prueba de lo cruel que puede ser la industria de Hollywood cuando una joven pasa de ser angelical y "pura" a una mujer adulta que, como toda hija de vecino, se permite cometer alguna que otra tropelía.
Sin embargo, lo de la Lohan fue más allá, con casos de agresión y salidas de tono durante ciertos rodajes. Todo ello, por cierto, debido (posiblemente) al abuso de alcohol y drogas que padeció esta actriz a finales de la década pasada y principios de esta. Que, además, a nivel profesional tenga fama de llegar tarde al rodaje, no memorizar el guión y dar réplicas fuera de lugar a sus compañeros y al equipo, hacen que el retrato global de este antiguo "angelito" no la haga mucha justicia actualmente.
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Mike Myers
Muchos nos reimos con Mike Myers y sus trabajos en franquicias como Shrek o la trilogía de Austin Powers (¡Oh sí, nena!). Pero el actor de Wayne's World, que es un devoto jugador de Dungeons & Dragons (no viene al caso, pero como dato mola mucho) puede llegar a ser un auténtico dolor de muelas para los responsables de catering y de producción.
Según se cuenta por ahí, Myers tiene un carácter muy personalista, tachado de narcisista y egocéntrico. Detalles como insistir que su mascota le acompañe a todos los rodajes o insistir para que contrataran a su propia hija como asistente, no le han hecho más popular en el mundo del cine.
Al menos, gracias a él podemos decir que tenemos grandes momentos de la comedia y del cine de humor de los últimos 40 años y que, nos guste o no, la escena de Bohemian Rhapsody de El Mundo de Wayne es, simplemente, épica. Por cierto, ¿te diste cuenta de su último gran cameo?
Mel Gibson
Mel Gibson nunca he tenido fama de ser un "chico fácil". Ya incluso la historia detrás del casting de Mad Max cuenta que le cogieron precisamente por aparecer hecho un desastre tras una pelea de bar la noche anterior a la prueba. Con los años, su fama de persona difícil no ha hecho si no crecer.
Además de su temperamento irascible, de haber sido pillado en grabaciones telefónicas, sacando lo peor de sí mismo, Gibson arrastra la cruz de ser considerado un anti-semita irredento. Entre su La pasión de Cristo y las explicaciones que dio sobre la misma, el neoyorkino tiene "muy contenta" a la comunidad judía. Si además recordamos sus controvertidos puntos de vista, entonces tenemos un personaje complejo, cuanto menos.
A todo ello, por cierto, se suma su carácter complicado y las exigencias que les hace a sus actores y a sus directores. Claro que el tipo en lo profesional ha demostrado ser muy competente, de ahí que siga trabajando, a pesar de su impopularidad.
Katherine Heigl
Katherine Heigl tiene el dudoso honor de mantener viva el arquetipo de la actriz exigente, pagada de sí misma y completamente intratable. Según parece, el mal carácter de la mujer que estaba llamada a ser la nueva novia de América hizo que tanto intérpretes como productoras enteras se alejasen de ella.
¿El motivo? Se alega por ahí que la actriz no hace si no cuestionar todo a sus cineastas y directores. También que sufre algún tipo de síndrome paranoide que la hace sentirse víctima de todo el mundo. Claro que si, según ella, se dedica a maltratar al resto porque tiene "mal humor", es normal que tenga pocos fans dentro de su profesión.
Alec Baldwin
Queda ya poco de aquel apolíneo actor que vimos en Bitelchús (Beatlejuice) y que protagonizó La Sombra. Alec Baldwin es una sombra de sí mismo, valga la redundancia. Su paso por terapia para controlar la ira ha sido decisiva para relanzar su carrera, pero los años 90 y la pasada década pusieron al intérprete en lo más bajo de su trayectoria.
Acusado de homófobo, maltratador físico y psicológico y de haber iniciado numerosas disputas domésticas, Baldwin ha visto muchas oportunidades perdidas. De ahí que le esté costando Dios y ayuda redimirse de cara al público. De hecho, su mala leche le ha llevado a tener incluso alguna "agarrada" con gente como Shia Lebouf, otro actor que debería figurar en esta misma lista, ya que lleva una racha interesante de agresiones a periodistas y fans, así como alguna que otra amenaza con matones de por medio. ¿Por cierto, hemos hablado también de su participación en Torrente 5?
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