Cuando nos paramos a pensar sobre la edad de oro de las máquinas recreativas, seguro que se os vienen a la memoria un puñado de desarrolladoras imprescindibles. Aquellas tardes de videojuegos (por una moneda de 25 pesetas) no hubieran sido lo mismo sin el increíble legado de compañías como SNK, Sega, Konami, Data East... pero cuando nos preguntamos quién era la auténtica reina de los arcades, sólo hay una respuesta: Capcom.
Y no lo decimos en vano. Capcom fue capaz de triunfar en los géneros más populares de los salones recreativos; una compañía que nunca tuvo miedo de arriesgar. Seguro que lo primero que se os viene a la cabeza es su legado en las máquinas de lucha "uno contra uno" (son los padres de Darkstalkers, Marvel vs Capcom y por supuesto Street Fighter) pero, ¿qué decir de sus "brawler" de avance lateral? Incluso se atrevieron con juegos en perspectiva cenital, matamarcianos y "run´n gun".
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Capcom (abreviatura de Capsule Computers, no de Captain Commando como creen algunos) se fundó en 1979, para la creación y distribución de máquinas recreativas. Aquí hemos seleccionado 10 de sus obras imprescindibles, un legado que ya es parte de la historia del ocio electrónico. Estos son los 10 mejores juegos arcade de Capcom para máquinas recreativas (según nuestra opinión, claro y en orden cronológico).
1942
El primer arcade de Capcom fue Vulgus, un "shoot´em up" vertical que se publicó en 1984. Pero ese mismo año, tendríamos la oportunidad de jugar a otro "shooter" mucho más pulido. Se trataba de 1942, un juego de aviones ambientado en la Segunda Guerra Mundial en que nuestro objetivo -pese a tratarse de un desarrollo japonés- era llegar hasta Tokyo. 1942 estaba diseñado por Yoshiki Okamoto (un nombre que vais a leer muchas veces en nuestro reportaje) y tuvo tanto éxito que dio paso a un montón de secuelas, en que se introdujeron, sobre todo, mejoras gráficas.
Quizá 1942 no sea el mejor juego de esta lista de las 10 recreativas imprescindibles de Capcom, pero sí es su primer éxito, y por tanto merecía un hueco en esta recopilación de sus mejores máquinas recreativas.
Commando
El legado de Commando en las recreativas es mayor que su homónima del cine (la película de Arnold Schwarzenegger). Capcom nos lanzó a la guerra en perspectiva cenital (con una cámara aérea y avance vertical) y ese mismo año también lanzó la versión western con Gun.Smoke. Pero la influencia de Commando ha perdurado mucho más, en juegos como Ikari Warriors, Mercs (también desarrollado por Capcom) Who Dares Wins o Rambo.
Puede parecer un desarrollo simple, pero ¿acaso la guerra no lo era? ¿Qué joven de 1985 no pensaba que "los malos" podían encerrarse tras sucesivas puertas y lanzar contra nosotros oleadas de enemigos? Al final, Commando era una especie de "matamarcianos" camuflado de juego de guerra, en que se podía detener el scroll, al contrario que en 1942.
Ghost´n Goblins
Sir Arthur ya es una pieza fundamental en la historia del videojuego, y claro merecedor de estar en esta selección de las 10 recreativas imprescindibles de Capcom. Un caballero "de los de antes", dispuesto a enfrentarse a zombies, demonios y monstruos gigantes para rescatar a la princesa Prin Prin. El motivo por el que Ghost´n Goblins (que también inició una saga) es recordado no es tanto por su acabado técnico, que estaba a la altura de las mejores obras de Capcom, sino por su jugabilidad. Un equilibrio muy atinado entre unos controles que respondían bien, una dificultad endiablada y una buena curva de aprendizaje.
La posibilidad de que Arthur se quedase en calzoncillos cuando recibía un toque, en lugar de morir de forma inmediata, nos daba un respiro a los jugadores menos experimentados. Pero los expertos lo tenían complicado, porque ya sabéis lo que ocurría al llegar al final del juego: ¡¡teníamos que demostrar nuestra valía por segunda vez!!
Black Tiger
Parece mentira que Black Tiger, de 1987, tuviera problemas durante el desarrollo, porque es uno de los juegos más bonitos y detallados que habían llegado a los salones recreativos hasta la fecha, y por supuesto, se trata de una de las recreativas históricas de Capcom. Era una apuesta por el "run´n gun" de desarrollo horizontal (uno de los géneros que más estaba creciendo a finales de los 80, pero con una carga "plataformera" mucho mayor, y con armas de combate cuerpo a cuerpo.
Nosotros acompañábamos a un bárbaro -uno de los héroes genéricos que mejor resultado han dado en las máquinas arcade- y recorríamos 8 niveles plagados de enemigos... hasta dar con tres dragones malvados y restaurar el orden. A lo mejor alguno de vosotros jugó un título de Dinamic llamado Satán, que estaba muy inspirado en la recreativa de Capcom.
Final Fight
Antes de 1989 habíamos jugado otros "brawler". Esas máquinas de avanzar y pelear, en el estilo de Double Dragon de Technos, que llegó a dominar Capcom de manera casi absoluta. Y el primer paso fue Final Fight, un retrato despiadado de la ciudad de Metro City, una selección de héroes (Haggar, Cody y Guy) que ejemplifican perfectamente lo que se llevaba en la época. Y un tamaño de sprites contundente como un puñetazo en el estómago.
Puede que Final Fight se desarrollase como una nueva entrega de la saga Street Fighter, pero el resultado tuvo tanta fuerza que se ganó un hueco por méritos propios entre las mejores 10 máquinas recreativas de Capcom. Todo lo que disfrutamos en Captain Commando, Cadillacs and Dinosaurs, Alien vs Predator... se lo debemos a Final Fight.
Street Fighter II
Llegó al lugar adecuado en el momento perfecto. Street Fighter II no sólo es uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos, sino que a día de hoy todavía aguanta como uno de los imprescindibles en la lucha "uno contra uno". Podríamos pasar años hablando de las virtudes de este título producido por Yoshiki Okamoto: Los 8 personajes iniciales, con un estilo de lucha inconfundible, grandes sprites y diseños por los que no pasa el tiempo. ¿Y la banda sonora de Yoko Shimomura?
Lo mejor es que transformó el panorama de los salones recreativos en 1991. En cuanto apareció este juego de Capcom, ya no queríamos jugar a otra cosa. Si el avance a través de sucesivos combates era sensacional (jugando contra los adversarios controlados por la máquina) el multijugador "te volaba la cabeza". En cuanto al sistema de control, es una de las señas de identidad que mejor perdura tras más de 25 años. Seguro que podéis salir a la calle y llevaros una sorpresa por la cantidad de gente que recuerda cómo se hace un hadouken.
The King of Dragons
The King of Dragons, de 1991, era el hijo bastardo de Final Fight y la espada y brujería que comenzaba a ponerse de moda -en aquellos tiempos el Señor de los Anillos sólo era un libro-. Lo primero que llamaba la atención era la posibilidad de jugar (en el mueble riginal) en un grupo de 3. Además incorporaba elementos de los RPG como la posibilidad de subir de nivel (tanto el personaje como las armas y escudos) con cambios en el aspecto exterior.
Podíamos haber seleccionado Dynasty Warriors o Knights of the Round en su lugar, pero el acercamiento a la fantasía, sus gráficos coloridos y el tamaño de esos enemigos gigantes (empezando por el rey de los dragones) nos dejaron alguno de los mejores momentos que hemos pasado nunca en un salón recreativo. Sin duda, uno de los mejores juegos arcade que lanzó Capcom en toda su historia.
Three Wonders
Otra máquina recreativa que apareció en 1991 para sacar a relucir las bondades del sistema CPS-1 (la placa arcade bautizada como Capcom Play System 1). Puede que, por separado, ninguno de los juegos que incluía fueran revolucionarios, pero la "gracia de Three Wonders estaba en que una sola placa permitía jugar tres géneros diferentes. En este caso se trataba de un arcade de desarrollo horizontal, Midnight Wanderers, que recordaba a los Ghost´n Goblins por su acción plataformera,
El segundo juego que conformaba esta "recopilación" estaba protagonizado por los mismos elfos, pero cambiaba saltos y disparos por un "shoot´em up" de desarrollo horizontal. Se llamaba Chariot: Adventure Through the Sky, y era la continuación perfecta del juego anterior. El tercero en discordia se alejaba de este universo. Era un puzle sencillo pero adictivo bautizado como Don´t Pull, que parecía inspirado en Bomberman.
Dungeons and Dragons Shadow Over Mystara
En 1994 disfrutamos de Tower of Doom, pero la saga (y en general el género de los beat´em up) tocó techo dos años después, con el lanzamiento de Dungeons and Dragons Shadow Over Mystara. Un juego que refinaba el género al máximo. Además de introducir nuevos personajes en el grupo de aventureros -el ladrón y el mago se unen al guerrero, el elfo, clérigo y enano- tenemos un componente de RPG mucho mayor con movimientos especiales, diálogos, compra de equipo...
Casi es injusto calificar al segundo Dungeons and Dragons como un "beat´em up" pero, sea como fuere, aprovechaba el sistema CPS II como ningún otro juego. Por fortuna, pudimos disfrutar del lanzamiento de este juego en consolas domésticas posteriores (la generación de PS360, Wii U...), porque tampoco tuvo una enorme distribución entre los salones recreativos de la época.
Street Fighter III 3rd Strike
Gracias a una placa mucho más avanzada, la CPS III, disfrutamos de este juego de lucha en 1999 (la versión para recreativas). Street Fighter III Third Strike es un juego complicado. Desde luego, su popularidad no puede compararse a la de la anterior entrega (ni siquiera a las versiones posteriores como Champion Edition o Super Street Fighter II), pero es un juego muy técnico, rapidísimo y fluido, que para los luchadores más técnicos ofrece una progresión mucho mayor.
Aunque en su momento no llegase a muchos salones recreativos (llegó cuando las máquinas arcade estaban perdiendo empuje) es justo reconocerle su puesto entre las 10 mejores máquinas recreativas de Capcom.
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