Neill Blomkamp es un apasionado de la ciencia-ficción, eso lo ha dejado claro en trabajos como Distrito 9, Elysium o Chappie, que definieron el inicio de su trayectoria como director pero no es tan conocida su faceta jugona.

Nuestro compañero Javier Cazallas, que ha tenido ocasión que entrevistarlo personalmente antes del estreno de su última película, Gran Turismo, le preguntó, precisamente por sus filias respecto a los videojuegos y, más específicamente, cuál de ellos adaptaría a película si tuviera ocasión de hacerlo.

La respuesta no se hizo esperar: ¡Wipeout! Ni más ni menos que uno de los títulos legendarios del estudio Psygnosis, que durante mucho tiempo fue otro de los abanderados de la marca PlayStation (aunque se lanzó también en otras plataformas, como Saturn o Nintendo 64).

Hay que aclarar que la trama de Gran Turismo no se basa en el videojuego como tal, sino en una peculiar historia real relacionada con el título de PlayStation. El protagonista es un apasionado jugador de GT llamado Jann Marderborough cuyas habilidades de juego le llevaron a ganar una serie de competiciones de Nissan hasta convertirse en un piloto de carreras profesional.

El director reconoce "estar obsesionado con los coches", así que no es de extrañar que haya encontrado atractivo el juego Wipeout en el que se mezclan sus dos pasiones: el motor y la ciencia-ficción. Recordemos que el desarrollo original tiene lugar en el futuro con carreras de naves aerodeslizadoras en pistas de antigravedad.

¡Desde luego, no podemos culparle, porque Wipeout causó sensación en la época! No solo por su ambientación futurista, sino también por una jugabilidad muy fluida, por sus devastadores power ups o por esa música electrónica que firmaron iconos como Orbital o Chemical Brothers.

Es un combo perfecto que, sinceramente, ojalá encuentre un guión apropiado que Neill Blomkamp pueda hacer realidad. Ya ha demostrado en Gran Turismo que sabe sacarle partido a la velocidad e incluso rodar con drones y podría armar un proyecto muy atractivo además de reconocible para el gran público.