A veces alcanzar la fama no es sinónimo de felicidad ni tampoco de seguidores contentos, dado que la fama trae cada vez más exigencias. Así le pasó a Sylvester Stallone tras el éxito de la primera película de Rocky.

Antes de Rocky se podría decir que Sylvester Stallone no era un tipo demasiado conocido, pero tras la primera película se convirtió en una sensación nacional e internacional.

Tal como declaró el propio actor, la popularidad se le subió a la cabeza, lo que entre otras cosas le valió para realizar una serie de declaraciones que desentonaban bastante entre la prensa, ganándose el descontento de millones de sus seguidores por el camino.

De hecho, tras la primera de Rocky, Sylvester Stallone hizo dos películas más como fueron FIST y Paradise Alley, largometrajes que tuvieron un éxito bastante moderado.

Así que, para volver a relanzar su carrera, decidió adentrarse en Rocky II, y en una serie de entrevistas relativas a esta película, se enfadó bastante con aquellos periodistas que afirmaban “que si Rocky II iba a salvar su carrera”.

“Hay una pregunta que cuando la escucho me enoja mucho. Todos me preguntan: ¿Rocky II salvará tu carrera? ¿Es este mi regreso? ¿Quieren saberlo? ¿Sacará mi carrera del retrete? No pensé que lo estuviera haciendo tan mal. Nunca he hecho una película en la que se haya perdido dinero. Si Rocky II fuera un regreso, podría haberlo hecho mucho más comercial. Por ejemplo, Rocky podría haber sido astronauta”, declaró al crítico de cine Roger Ebert en 1979.

Curiosamente Sylvester Stallone solo tenía previsto realizar una trilogía de Rocky, pero en vista de su creciente rivalidad con Arnold Schwarzenegger decidió hacer más de tres películas.