El nuevo grupo de los Vengadores de Marvel ha sido toda una sorpresa para los amantes de este universo y sus lectores.
No te vas a creer quiénes son los nuevos Vengadores de Marvel. El número 10 de Savage Avengers ha estrenado de manera oficial al equipo de los Salvajes Vengadores 2099. El Universo Marvel ha hecho canon este extraño equipo de superhéroes que forman parte del futuro de la franquicia.
El número 10 de Savage Avengers, escritor por David Pepose e ilustrado Carlos Magno, ha continuado la historia de esta organización. Hasta la fecha, los Salvajes Vengadores se han visto obligados a viajar hasta el año 2099, una de las eras más famosas de los cómics de Marvel.
Allí se han unido a Jake Gallows, el hombre que está detrás de la identidad de Punisher 2099. ¿El objetivo? Derrota a Ultrón, uno de los grandes enemigos de los Vengadores, quien da igual en qué siglo viva u opere... ¡Siempre está dispuesto a hacer el mal por el mal!
Elektra Natchios, quien en esa realidad porta el manto de Daredevil, logra convencer a varios prisioneros de Ultrón para que se unan a las filas de los Salvajes Vengadores. Y uno de ellos es una variante de MODOK conocida como DEATHDOK. ¡Menuda sorpresa inesperada!
Así es la nueva alineación de los Vengadores de Marvel
Entre los prisioneros liberados por Daredevil 2099 y que ahora son los nuevos Vengadores de Marvel en el futuro está la siguiente lista de superhéroes:
- Miguel O'Hara (Spider-Man 2099)
- Kenshiro "Zero" Cochrante (Ghost Rider 2099)
- Jeannie (Doctor Strange 2099)
- Paul-Phillip Ravage (Ravage 2099)
- Lemuel Krug (Bloodhawk)
- La Lunática
Si sumamos a este grupo de superhéroes los nombres de Daredevil (Elektra) y The Punisher 2099, te queda una organización de Los Vengadores 2099 bastante curiosa. Una formación de superhéroes nacida de forma aleatoria, pero que puede funcionar a las mil maravillas si les dan la oportunidad.
A fin de cuentas, las historias que tienen lugar en el Universo Marvel de 2099 permite a los guionistas y dibujantes hacer locuras imposibles en el presente de la ficción, pero manteniéndose dentro del canon. Es como jugar con las reglas de un "What If", pero sin necesidad de salirse de la continuidad y manteniendo un rigor narrativo marcado por la editorial.
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