Hovik Keuchkerian y Milena Smit sufren su condena en las nuevas imágenes de El Hoyo 2
La película distópica El Hoyo 2 de Galder Gaztelu-Urrutia llegará a Netflix este año, y la plataforma calienta motores compartiendo dos nuevas imágenes de la cinta.
Galder Gaztelu-Urrutia regresa este año a Netflix con la secuela de El Hoyo (2019), su primer largometraje en el que se nos presentaba un mundo distópico en el que las personas habitaban en celdas de hormigón situadas en un escenario vertical para acentuar las diferentes clases sociales.
La comida era el elemento diferenciador: las personas de los pisos superiores podían comer cuanto quisieran de una plataforma que iba descendiendo hasta las plantas de inferiores; cuando más abajo, menos comida había, y más destrozada estaba la que quedaba.
Cinco años después del estreno de El Hoyo, nos llega su segunda entrega, en la que “una misteriosa figura ha conseguido establecer una nueva ley en El Hoyo”, anuncian desde Netflix. “Pero, ¿se puede imponer la justicia en el infierno? ¿quién vigilará que se cumpla?”
Acompañando a esta breve descripción de la cinta, Netflix ha compartido también dos imágenes inéditas de la misma protagonizadas por Hovik Keuchkerian y Milena Smit -cuyos papeles todavía no han sido desvelados-, y que podéis ver a continuación:
Galder Gaztelu-Urrutia estrenará este año otra distopía
Además de llevar El Hoyo 2 a Netflix en algún momento de 2024, Galder Gaztelu-Urrutia también está a punto de estrenar en cines Rich Flu, otro largometraje distópico centrado en al diferencia de clases.
La cinta está protagonizada por: Mary Elizabeth Winstead, Rafe Spall, y Lorraine Bracco, aunque también veremos en el reparto a: Dixie Egerickx, Timothy Spall, Jonah Hauer-King, Cesar Domboy, Dayana Esebe y Richard Sammel.
Rich Flu se alejará de la trama de El Hoyo 2 de Netflix para contarnos la historia de un mundo en crisis, en el que las personas con más riqueza empiezan a verse afectadas por una extraña enfermedad que se va expandiendo según el nivel adquisitivo de la gente. Pero cuando la población intente deshacerse de sus activos, ya nadie los querrá.
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