Puedes jugar a los DOOM clásicos en DOOM Eternal... pero tienes que currártelo
DOOM Eternal, secuela directa del exitoso reboot en 2016, mejora aún más si cabe la experiencia de acción infernal que ha caracterizado a la saga desde sus inicios. Lanzado en 1993, DOOM, obra de John Carmack y John Romero, fue uno de los juegos de disparos más influyentes de la historia, imitado hasta la saciedad durante toda la década de los noventa.
Y lo cierto es que aquél juego, con sus sorprendente gráficos y su ritmo endiablado, sigue siendo divertidísimo. Por eso, no es de extrañar que DOOM Eternal quiera hacerle homenaje, y además de los tradicionales easter eggs, el nuevo juego incluye una versión íntegra del juego original. Pero eso sí, te la vas a tener que currar...
Maestros del DOOM: un libro que narra cómo se creó el juego
En la habitación donde guardas todos tus trofeos de guerra, encontrarás también un viejo PC en el que aparece el logo de DOOM original. Sin embargo, para poder acceder a él tendrás que encontrar antes todos los disquetes escondidos en el juego. Hay catorce en total, y están repartidos a lo largo de toda la historia, por lo que básicamente significa que tendrás que completar el juego antes de poder rejugar al viejo DOOM.
Lo más curioso es que el ordenador también incluye una segunda pestaña, lo que también parece indicar que DOOM II también está en el juego... aunque aún no sabemos cómo desbloquearlo. Por cierto, si te quedas con ganas de más DOOM Retro, DOOM 64 se ha lanzado simultáneamente al nuevo juego (incluido en Nintendo Switch, donde Eternal llegará más tarde)... ¡y tiene un nivel completamente nuevo!
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