Hace una semana el mundo del cine recibía una de las noticias más tristes que se podían dar: el fallecimiento del actor Sean Conney a sus 90 años, leyenda viva del cine de acción gracias a papeles como el de James Bond, dejó una gran lista de títulos en los que disfrutar de sus grandes interpretaciones.
Pero la grandeza de los actores como Sean Connery no solo se mide en los muchos papeles que interpretó, sino también en todos aquellos que rechazó y el intérprete escocés tiene en su lista uno especialmente llamativo: el de mago Gandalf en la trilogía de El señor de los anillos que dirigió Peter Jackson. Así es, en un primer momento, el papel del mago gris fue ofrecido a Connery que acabó por rechazarlo dejando vía libre a Ian McKellen que acabaría por interpretarlo.
"Me leí el libro. Me leí el guion. He visto la película, y aun así no he entendido nada. Ian McKellen, creo yo, que es maravilloso en el papel", explicaba Connery en una entrevista de 2012 cuando le preguntaban sus razones para haber rechazado semejante oportunidad.
Y es que el papel de Gandalf no solo traía consigo el ser recordado en una de las mejores trilogías del cine, sino también una generosa suma de dinero que empezaba con un sueldo de 6 millones de dólares por cada una de las películas de El señor de los anillos, y terminaba con un 15% de las ganancias de las cintas en la taquilla internacional, lo que hizo que Connery no ganase unos 450 millones de dólares según estimaciones. No obstante, el actor nunca se demostró arrepentido de haberlo rechazado.
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