Una actriz de Los Bridgerton acusa a Netflix de falta de apoyo tras los problemas que le causó su personaje
Ruby Baker estuvo hospitalizada por "brotes psicóticos" que, según afirma, se derivan de la presión por interpretar a Marina.
Los Bridgerton es una de las series más populares de Netflix desde que comenzó su emisión. La adaptación de las novelas de Julia Quinn se ha vuelto un éxito para la plataforma, situando sus dos temporadas entre las series más vistas de todos los tiempos en Netflix.
Por supuesto, Los Bridgerton tiene también sus problemillas de puertas para dentro, y una de sus protagonistas, Ruby Baker, quien interpretó a Marina en la serie, denuncia una flagrante falta de apoyo de Netflix y la productora, Shondaland, cuando tuvo "brotes psicóticos" debido a su personaje.
La actriz ha hablado sobre ello en LOAF Podcast, donde relata los problemas de salud mental que derivaron tras la primera temporada de Los Bridgerton. Marina es un personaje complicado, muy alineado y controvertido que, afirma Baker, la afectó profundamente.
"Cuando fui al hospital una semana después de filmar la primera temporada de Los Bridgerton, todo fue encubierto y mantenido en secreto porque la serie iba a salir. Durante el rodaje me fui deteriorando: fue realmente atormentador para mí porque mi personaje estaba muy alienado, condenado al ostracismo, sola en estas horribles circunstancias".
¿Hubo falta de apoyo de Netflix en Los Bridgerton?
El problema que denuncia Ruby Baker no se centra en que su estado se ocultase por el estreno de Los Bridgerton, sino en que nadie en Netflix ni en la productora de Shonda Rhimes, Shondaland, mostró interés por su estado.
"Ni una sola persona de Netflix, ni una sola persona de Shondaland, desde que tuve dos brotes psicóticos de ese programa, se ha puesto en contacto conmigo o me ha enviado un correo electrónico para preguntarme si estoy bien o si me beneficiaría de algún tipo de cuidados posteriores o apoyo. Nadie".
Aunque la protesta de Ruby Baker pueda parecer frívola o trivial para algunos, hay actores y actrices que dejan que sus personajes se filtren demasiado en su propia personalidad, generando problemas muy serios.
Uno conocido reciente, menos grave, fue el de Jeremy Strong en Succession, que se metía en el papel de Kendall Roy tan profundamente que llegaba a irritar al resto del elenco durante el rodaje.
Los Bridgerton prepara el estreno de su tercera temporada, que adaptará el cuarto libro de Julia Quinn, esperemos que con menos problemas entre bastidores para el reparto de la serie de Netflix que los sufridos por Ruby Baker.
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