El último episodio de la temporada 6 de The Walking Dead dejó a todos sus seguidores con un cliffhanger de órdago, algo que se desvelara en poco menos de un mes. A la espera de ver como quedó el grupo de Rick, la cadena de la ficción post-apocalíptica, la AMC, ha hecho publica la sinopsis oficial:
“Hasta este punto nuestros personajes han vivido atravesando todo tipo de conflictos... Enfermedad, hambre, montones de muertos vivientes, tragedia, traición, y pérdidas impensables. A lo largo de todo esto se han hecho formidables. Poderosos. Imparables.
Al empezar la séptima temporada ese poder ha sido arrebatado. Habían encontrado la seguridad y la estabilidad. Habían creado un hogar. Habían pensado que el mundo era suyo. Pensaron que conocían el mundo. Estaban equivocados.
La primera mitad de la séptima temporada muestra al grupo fracturado, roto, desconsolado y recogiendo las piezas mientras viven bajo la opresión. Negan habrá puesto a los supervivientes bajo su control, convenciéndoles brutalmente de vivir bajo sus reglas con un mortal y terrible ejemplo de lo que pasa si no lo hacen.
Otros personajes no saben lo que ha pasado, pero se han visto separados del grupo tanto por accidente como por elección. Ellos descubrirán que tampoco pueden escapar a este nuevo giro de su mundo. Esta mitad de temporada es sobre estos personajes comenzando de nuevo.
La trama general de la temporada es comenzar de nuevo. El mundo no es que lo pensaron que era. Es más grande y es incluso más peligroso”.
El principal problema en The Walking Dead nunca fue los zombis, aunque si que son un estorbo y en alguna ocasión la peor amenaza. Pero el grupo formado (de momento) por Rick, Glenn, Maggie, Michonne, Daryl, Abraham, Rosita, Sasha, Eugene, Carl y Aaron saben muy bien que son los vivos quienes hay que temer. Pese a que se han cruzado con tipos y grupos muy malos, el peor de todos acaba de aparecer en sus vidas. Negan no tiene escrúpulos, ni remordimientos y va a ser un rival difícil de vencer.
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