Hoy se cumplen 25 años de la llegada de PlayStation a España. No voy a repetir la feliz cadena de consecuencias que llevaron a Sony a competir "de tú a tú" con los dos gigantes de la industria (en aquella época) Sega y Nintendo. Es una historia conocida; el trabajo de Sony Imagesoft con juegos de Mega CD, la unidad óptica para SNES que se acabaría descartando por un problema con los royalties, la entrada de Phillips en su lugar... y Ken Kutaragi con una máquina bajo el brazo, pensada para mover juegos en 3D. Aquí podéis leer cómo fue la llegada de PlayStation para Hobbyconsolas.
Después de superar los 102 millones de consolas vendidas en todo el mundo (se trata de la quinta máquina de videojuegos más vendida de la historia), la comunidad de jugadores tiene un excelente recuerdo de PlayStation (una consola que ayudó a popularizar el medio). Y sin embargo, los juegos no han envejecido bien.
Esto contrasta con las máquinas de 8 y 16 bits. En los últimos años hemos tenido ocasión de jugar títulos clásicos de NES y Super Nintendo, tanto a través de Nintendo Online en Switch como en las consolas Nintendo Classic Mini NES y SNES.
Consolas retro y mini que se lanzan en 2020
Y lo mismo podemos decir con los juegos de Sega Mega Drive (tanto en los lanzamientos Mega Drive Classics como en la consola Sega Mega drive Mini), Neo Geo o Turbografx. Aquellos juegos, con sprites en 2D han envejecido muy bien; son perfectamente disfrutables hoy en día, y su estilo pixelart no ha perdido actualidad (y sirve de inspiración a títulos independientes como Shovel Knight, Bloodstained o Dead Cells).
Pero PSX, que también contaba con excelentes juegos en 2D, como Castlevania Symphony of the Night, Alundra, Rayman o Street Fighter Alpha 3 Max, era una máquina concebida para jugar en 3D. Aquellos juegos que nos "volaban la cabeza" en 1995 hoy tienen dificultades para defenderse. Y hay muchos motivos: los límites de la memoria hacían que la distancia de dibujado fuese muy limitada. Avanzábamos hacia la negrura -o la niebla en juegos como Disruptor- hasta que los objetos estaban suficientemente cerca. Y esta limitación de visibilidad afectaba también al gameplay.
El segundo motivo es la limitación en el número de polígonos. Tened en cuenta que en su momento Lara Croft nos parecía el epítome de personaje realista y bien animado con 230 polígonos... comparados con los 37.000 que tenía Nathan Drake en PS3. A día de hoy, jugar el primer Tomb Raider es un buen ejercicio de nostalgia, pero se "sufre" más que se disfruta.
Sobre todo -y este es el tercer motivo- por el control de la cámara. PSX no contaba de lanzamiento con un segundo stick en el mando de control (el Dual Shock llegaría años más tarde), y la cámara se movía de una forma más o menos artificiosa según el juego (salvo en casos en que iba sobre raíles, como Crash Bandicoot o eran fijas como en Resident Evil).
Tampoco los controles digitales resultaban muy precisos (el mando analógico no era compatible con la mayoría de los juegos). Así que cuando volvemos la vista atrás -quizá el mejor ejemplo de ello haya sido el lanzamiento de PlayStation Classic con 20 juegos preinstalados- nos encontramos con que los primeros juegos 3D acusan el paso del tiempo peor que otros juegos más antiguos.
Siempre tendremos en nuestra memoria de jugones el enfrentamiento con Psycho Mantis de Metal Gear Solid, la llegada al primer reactor de Mako con los miembros de Avalancha en Final Fantasy VII, el primer zombi que se giraba en Resident Evil, el dinosaurio de Tomb Raider, las carreras de Ridge Racer con Galaga proyectado en una pantalla del circuito, el almacén de Tony Hawk´s Pro Skater, el rifle de francotirador de Medal of Honor... pero cuesta volver a los juegos de PSX con los estándares actuales.
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