Emoción, alegría y dolor: una final es una final, aunque sea de fútbol virtual
Este pasado domingo se celebró la final de la Continental Cup de FIFA 19 en un marco incomparable, la París Games Week. FIFA, Electronic Arts, ESL y PlayStation montaron un espectáculo único al que unos cuantos aficionados, de entre todos los que hicieron cola, pudieron asistir.
Al final, el norteamericano ganó y el alemán perdió, pero ambos, en mi opinión, triunfaron al ofrecernos un espectáculo que nos hizo vibrar y, sobre todo, demostró que, al final, un deporte es emoción pura y dura. Aunque sea un deporte virtual.
Los esports cada vez se están abriendo más hueco en los eventos de videojuegos. Antes había una clara diferenciación entre los eventos de esports y los de videojuegos sin deportes electrónicos. Sin embargo, las citas de esports se han mantenido en el calendario y, además, se han colado en el resto de ferias, señal del interés que hay tanto por parte de las empresas como del público, claro.
¿Qué hace que algo sea un deporte? Trabajar el físico, la mente, la disciplina, despertar emoción… podríamos decir que esas son las características que debe reunir un deporte, y los esports, evidentemente, cumplen varias de esas (incluso el físico, en según qué esports).
Si estáis aquí es porque consideraréis que Overwatch, League of Legends o CS:GO son deportes. Son juegos capaces de levantar al público de los asientos, de llenar estadios y de despertar ovaciones, y además son algo completamente ‘’nuevo’’, ya que no hay ningún deporte ‘’analógico’’, o fuera de las pantallas, como ellos. Pero… ¿qué pasa con los juegos que sí tienen ‘’versión’’ ‘’real’’?
Me encantan los deportes electrónicos. No todos, evidentemente, y tengo mis preferencias, pero tenía claro que no iba a ver una carrera de eracing o un partido de FIFA virtual. Para eso está el deporte ‘’de carne y hueso’’ y no la versión digital. Sin embargo, la París Games Week cambió mi perspectiva.
¿Qué me gusta del fútbol y qué tienen los esports de FIFA?
Del fútbol me gustan las jugadas emocionantes. El estar tranquilo en el sofá y, de pronto, saltar por un golazo o un regate imposible. También el ver un partido dinámico, un toma y daca en el que los jugadores se dejen la piel en el campo. Todo eso, bueno, lo de la piel en el campo no, lo tuvo la Continental Cup de FIFA 19.
Domina la competición con un mando pro
Este fin de semana estuvimos en la París Games Week para cubrir las rondas finales de la Continental Cup de FIFA 19, una competición que otorga puntos para los mundiales de FIFA 19, la gran cita de esports del juego de Electronic Arts. Iba con esperanzas de ver un espectáculo, pero no imaginé que me iba a gustar tanto.
Y es que, ver un ‘’estadio’’ lleno a rebosar, estar pendiente de los goles, ver jugadas increíbles que yo soy incapaz de realizar en el juego y, sobre todo, ver a la gente aplaudir, animar con respeto y, en definitiva, pasárselo bien, me contagió.
Partido a partido, tenía más ganas de hacer las fotos correspondientes para poder dedicarme a lo que me apetecía, disfrutar, y así nos plantamos en la final de la Continental Cup. A las 16:30 comenzaba el partido, un partido virtual entre dos jugadores que ni conocía… a la misma hora que todo un Barcelona - Real Madrid. Claro, vi el partido de los equipos españoles a través de los resultados de Google, pero estaba pendiente de la competición virtual. Y es que, qué competición…
Estados Unidos vs Alemania, un duelo de altura
Tras una semifinal agónica y emocionante a tres partidos entre TheStrxnger y Timox, el primero se plantó en la final de la Continental Cup. Joksan, el jugador norteamericano, lo tuvo mucho más fácil ante un Moauba que, curiosamente, no plantó resistencia, pero que fue el que eliminó a uno de los tres españoles que se plantaron en París.
La final tenía muy buena pinta, y el jugador alemán empezó golpeando con un 2 a 1 en el marcador. El juego de ambos era muy, muy técnico, tirando de filigranas y con el alemán asfixiando al norteamericano, que empezó tranquilo, pero que poco a poco fue cambiando la cara.
Sin embargo, en el segundo partido el americano se puso las pilas y plantó cara, a lo que respondió el alemán. El resultado fue un partido que me hizo vibrar como muy pocos partidos ‘’reales’’ en mi salón. La unión entre el ambiente, con un público entregado, y la emoción del propio partido fue un cóctel galáctico que se culminó con goles. 5 a 4, a favor del norteamericano.
Joksan empezó con más confianza en el último partido, y eso se notó. La cara del alemán reflejaba que no las tenía todas consigo y, tras plantar algo de batalla, todo se decidió con un 4 a 2, a favor del norteamericano.
Tras un cordial saludo, las lágrimas de ambos y el fin de los aplausos, llegó el momento de la entrega de trofeos y, con él, la fotografía que abre esta entrada. Fue suerte pillar esa foto, con el norteamericano repleto de confeti y el alemán aplaudiendo perdido en sus pensamientos, y esa estampa hizo que me diera cuenta de dos cosas: que FIFA es un esport solitario… y que una derrota y una victoria, independientemente del deporte que sea, es una victoria y una derrota.
Emoción, gritos, aplausos, tristeza, dedicación… si alguien piensa que esto no es un deporte, debe experimentar un partido en directo en un estadio.
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