Todo lo que me gustaría ver en Joker: Folie à Deux

En medio de toda la vorágine de los superhéroes, convertidos en viudas del Universo Cinematográfico de Marvel tras Vengadores: Endgame (2019), recuerdo que Joker (2019) llegó a nuestras vidas con el mismo aplomo que llega el invierno: con crueldad y sin avisar, permeando nuestro espíritu con frialdad y deprimiéndonos un poco.

Para bien o para mal, ya seas amantes de la cinta de Todd Phillips o detractor de su propuesta anticomiquera, la película de Joaquin Phoenix no dejó indiferente a nadie. Ni siquiera a la Academia de Cine, que acabó nominando al filme a nada menos que 11 Premios Óscar y otorgándole dos de ellos: Mejor Actor y Mejor Banda Sonora Original.

Vista la película, se nos juró y perjuró que no habría Joker 2. ¿Cómo iba a haber una secuela de una cinta que venía a sacudir el polvo de las franquicias y a demostrar el potencial de las historias Elseworlds (Otros Mundos), huyendo de la intertextualidad y los universos compartidos? Nada. Imposible. Una continuación no tenía sentido.

Pero supongo que recaudar más de 1.000 millones de dólares con un presupuesto de 55 millones de dólares tuvo mucho que ver en la decisión de Warner Bros. Pictures de poner en marcha una secuela del Príncipe Payaso del Crimen, a la que tituló Joker: Folie à Deux por no sé qué trastorno mental de no sé qué palabra francesa.

Los detalles de la producción se anunciaron por partes. Todd Phillips volvía a ponerse detrás de las cámaras y Joaquin Phoenix, delante. Muy bueno tiene que ser el guion de Scott Silver para que el actor de Napoleón (2023) haya aceptado la secuela. Dicen que estudia sus guiones meticulosamente, que no coge nada que no merezca la pena.

Pero, claro, también nos dijeron que no habría una segunda película del Joker de Joaquin Phoenix. ¿Mi consejo? Nunca te creas nada que venga de Hollywood. O sí, créetelo; pero corres el riesgo de decepcionarte, porque en el lugar de los sueños es mi habitual decir una cosa un día y hacer todo lo contrario al siguiente.

Después de eso, Warner anunció que Lady Gaga daría vida a Harley Quinn. ¡Ah! Y que sería un musical. Los amantes de los superhéroes, e incluso los seguidores de la primera cinta que no adoran precisamente a los de las capas y los antifaces, torcieron el gesto y se preguntaron si esta había sido una buena idea. Todavía es pronto para saberlo.

Sea como sea, el potencial de la película Joker: Folie à Deux es extraordinario. Estamos delante de una propuesta nuevamente rupturista y transgresora dentro del género cinematográfico, y una entrega que podría llegar a examinar bloques psicológicos y mentales de un poder audiovisual casi ilimitado.

Cómo lo hagan o cuál sea el resultado final de la ejecución, esa es otra cosa muy diferente. Desde luego, el estreno de Joker: Folie à Deux en el cine volverá a no dejar indiferente a nadie. Y yo tengo muy claras las cosas que deseo ver en la película para que cumplan mis expectativas y vuelva a salir temblando de la sala del cine, como pasó en la primera.

Continuación de tono y tratamiento audiovisuales

Lo primero que deseo ver en Joker: Folie à Deux es una continuación del tono y del tratamiento audiovisual que se le dio a la primera entrega. En aquella ocasión, Todd Phillips contó con la figura de Martin Scorsese en la preproducción y el desarrollo de los diseños de producción para la recreación de Gotham y de aquella época.

La idea era emular la conflictiva y criminal Nueva York de los años 70, antes de que el alcalde Rudy Giuliani decidiera barrer debajo del alfombra y sacar la mafia, el crimen organizado y la delincuencia de las céntricas calles de Manhattan para hacinarlas en las periferias neoyorquinas e incluso más allá del túnel Lincoln.

Teniendo en cuenta que Martin Scorsese creció en aquellas calles y retrató la delincuencia de esa época como pocos cineastas han hecho, y asumiendo que Joker fue una combinación de Taxi Driver (1976) y El rey de la comedia (1982), lo lógico sería asumir que el director italoamericano iba a regresar para la segunda entrega.

Nada más lejos de la realidad. Martin Scorsese no formará parte ni de la producción ni de la preproducción de Joker: Folie à Deux. Esto genera dudas en torno a la posibilidad de que la secuela del Príncipe Payaso del Crimen logre tener el mismo tono y recrear la misma atmósfera densa y opresiva que tuvo la cinta de 2019.

Desde luego, a mí me parece esencial que esa atmósfera siga estando. Y no hablo de las calles de Nueva York, sino de la esencia depresiva, tortuosa y oscura que tuvimos en todo el metraje de Joker. Aunque Joker: Folie à Deux nos lleve hacia el interior del Asilo Arkham, la esencia debe permanecer o será una decepción narrativa.

Exploración de la psicología de Harley Quinn

Otra cosa que deseo ver en Joker: Folié a Deux es la exploración de la psicología de Harley Quinn. Lady Gaga tiene la oportunidad de hacer algo que no han hecho las películas del DC Extended Universe con la versión de Margot Robbie, aunque han tocado levemente algunos aspectos durante su origen y su transformación.

Fueron aspectos desarrollados con brevedad y algo de pereza, excepto la secuencia del bar al inicio de Aves de Presa (2020), cuando Harley Quinn se emborracha tras acabar su relación con El Joker y se sincera con Canario Negro sobre su identidad, quién es y qué puede esperar la gente de un arlequín como ella.

No quiero decir con esto que la Harley Quinn de Margot Robbie sea mala, ni mucho menos. Digo que en el DCEU prefirieron la versión más salvaje, alocada y cómica del personaje en lugar de la oscura, deprimente y psicológica que en ocasiones nos han dado los cómics. No obstante, Joker: Folie à Deux puede reparar esa superficialidad.

De hecho, tiene todos los ingredientes para hacerlo. Se ha rumoreado que Joker: Folie à Deux tendrá lugar dentro del Asilo Arkham, pero que a la historia de origen de Harley Quinn le darán la vuelta. Por lo visto, los dos villanos ya se conocerán como enfermos mentales, no como psiquiatra y paciente, como en el canon tradicional.

A pesar de que Harley Quinn es mi personaje preferido de la historia de los cómics, y que tiendo a ser muy purista con las cosas que amo, lo cierto es que este cambio no me parece del todo malo. Especialmente, si consiguen capturar la esencia de lo que acontece entre los dos personajes; pero sobre todo, con ella.

Harley Quinn es uno de los personajes más complejos que habitan en las páginas de DC Comics. Y uno de los más tristes, si se me permite la osadía. Lady Gaga tiene en sus manos la posibilidad de entregarnos la construcción psicológica definitiva, quizás inspirándose en la novela gráfica Harleen, de Stejepan Sejic.

De Todd Phillips y Scott Silver en el apartado literario, pero de Lady Gaga en la construcción y la caracterización interpretativa que quiera darle al personaje. En esos dos aspectos, reside el potencial de convertir a Harley Quinn no solo en un icono estético para las masas y las noches de Halloween, sino en una nueva leyenda del cine.

Transformación completa del Joker

La tercera cosa que anhelo ver en Joker: Folie à Deux es la transformación completa del Joker. Seamos honestos, apenas vimos al auténtico Príncipe Payaso del Crimen en la cinta de 2019. Joaquin Phoenix no tuvo tiempo para divertirse. Cuando sacaron al monstruo de la celda y comenzaron los fuegos artificiales, se acabó. That’s life!

Afortunadamente, si algo nos da la oportunidad Joker: Folie à Deux, eso es ver a Joaquin Phoenix en todo su esplendor. Evidentemente, corre el riesgo de transformar su medida caracterización como Príncipe Payaso del Crimen en un festival de las muecas y las sonrisas, pero es tan buen actor que creo que nos dará otro papel para la Historia.

¡Ojo! Es importante señalar que la transformación de Joaquin Phoenix en Joker: Folie à Deux no debe ser solamente física, sino también psicológica. Queda mucho, muchísimo, para ver al Joker de los cómics en esta franquicia. De hecho, creo que nunca lo veremos, porque no encaja con el tono y el tratamiento mencionados previamente.

Sin embargo, es necesario que Todd Phillips y Scott Silver no se hayan limitado a coger al mismo personaje de la primera película y lo hayan metido en una narrativa diferente, sin adecuarlo ni tener en cuenta que ya no es la misma persona que era al principio de su historia, ya no es el mismo Arthur Fleck que volvía a casa encorvado bajo la lluvia.

El protagonista se ha liberado. El payaso está fuera de la caja. En Joker: Folie á Deux, tenemos que encontrarnos a un tipo mucho más complejo, pero al mismo tiempo desatado. Y, si la historia va a girar en torno a su relación sentimental con Harley Quinn, entonces también debemos tener a un manipulador autoconsciente.

Todo lo que no sea evolucionar al personaje hacia una transformación completa en Joker: Folie à Deux será un error. Quizás sea un poco presuntuoso decirle a los creativos cómo deben hacer las cosas, pero… ¡Maldita sea! Se supone que eso es tener el carné de fan, ¿no? Pedir, y pedir, y pedir, a costa de una entrada de cine.

Musical comedido

Y, por último, espero y deseo que Joker: Folie á Deux sea un musical comedido. Como he mencionado al inicio, se rumorea que la segunda entrega del Príncipe Payaso del Crimen en (no tan) solitario va a tener fragmentos musicales, y que por eso han contratado a Lady Gaga para caracterizar a Harley Quinn.

Me quito la careta y lo reconozco: odio los musicales. Los odio a todos, fervientemente. Bueno, para ser honesto, siempre he sentido debilidad por Grease (1978). La vi cuando era apenas un niño y recuerdo la sonrisa de mi madre mirando la pantalla. Solo por ver a mi madre sonreír, ya merece la pena que exista el musical de John Travolta.

Sin embargo, el resto de musicales, incluso los clásicos del cine de ayer como Cantando bajo la lluvia (1952) y los clásicos del cine de hoy como La La Land: La ciudad de las estrellas (2016) me ponen de muy mal humor. Nunca he entendido por qué se ponen a cantar y bailar de repente, en lugar de conversar y comportarse como personas normales. ¿Por qué demonios lo hacen?

Por ese motivo, cuando me enteré de que Joker 2 iba a ser un musical, entré en pánico. La primera película de Joaquin Phoenix me había enamorado, hasta tal punto que regresé al cine en cinco ocasiones para disfrutarla de múltiples maneras: en 4K, en Laser Rex, en versión original subtitulada, en butacones extensibles…

Pero ¿convertir la franquicia dramática, psicológica, oscura y violenta del Joker en un musical? ¿Qué sentido tenía eso? Luego, con el tiempo, refiné mi postura. Está bien. Voy a ceder a cambio de todos los puntos anteriores. Si solo hay varios pasajes musicales en el filme, haré de tripas corazón y me tragaré mi orgullo.

Sin embargo, como el musical de Joker: Folie à Deux no sea comedido y realmente tengamos una composición narrativa clásica del género… Entonces, honestamente, voy a tener un problema. Y sé que el problema será solo mío, porque hay muchísimas personas que adoran las películas musicales y están a favor de esta propuesta.

Además, corro el riesgo de tragarme mis palabras y de que realmente un musical encaje a la perfección con la historia de Joker: Folie à Deux. A fin de cuentas, vamos a entrar en el corazón del Asilo Arkham y todo es posible dentro de ese infecto manicomio en el que se halla lo peor de lo peor de las calles de Gotham City.

No obstante, cuando hablaron del Asilo Arkham en Joker: Folie à Deux, yo me monté mi propia película y me imaginé la narrativa psicotrópica de Grant Morrison y las ilustraciones surrealistas de Dave McKean, no un musical. Entono el mea culpa, pero mantengo mis prejuicios. Espero que no se pasen con las canciones ni los bailes.

En definitiva, esto es todo lo que espero de Joker: Folie à Deux y todo lo que anhelo ver en la gran pantalla. Me gustaría saber qué esperas tú y cuáles son tus expectativas con respecto al estreno de la secuela dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix. No te olvides de dejarnos un comentario con tu aportación.