Ghostwire: Tokyo, la reinvención del legendario Shinji Mikami

Ghostwire: Tokyo se lanzará el 25 de marzo, y PlayStation 5 será la única consola en la que podamos jugarlo. Anotadlo en vuestra agenda, porque está llamado a ser uno de los lanzamientos más importantes de 2022.

No en vano, ha sido desarrollado por Tango Gameworks, el estudio que lidera el legendario Shinji Mikami, autor desde los años 90 de una docena de juegos aclamados y tremendamente influyentes.

El director del juego es Kenji Kimura, quien tiene experiencia previa en títulos tan potentes como Metal Gear Solid: Peace Walker o la saga Tekken.

A Mikami le hemos puesto la etiqueta de autor de juegos de terror, por ser el padre de Resident Evil y The Evil Within, pero lo cierto es que su trayectoria alberga aventuras de acción de todo tipo, tanto en lo jugable como en lo artístico y lo ambiental.

Por eso, para entender por dónde irán las cosas en este nuevo juego ambientado en Tokio, conviene repasar su prolífico e inspirador legado.

Aladdin (1994)

Shinji Mikami inició su carrera a principios de los 90, en una compañía tan destacada como Capcom. Allí empezó a foguearse apoyando el desarrollo de juegos como Who Framed Roger Rabbit o Goof Troop.

Su valía le sirvió para convertirse en el planificador del siguiente juego de la compañía basado en una licencia de Disney: el Aladdin de Super Nintendo.

Aquel plataformas bidimensional era una adaptación del metraje de la película homónima, y dio pie a uno de los debates más longevos de la historia: si era mejor o no que el Aladdin de Mega Drive, desarrollado por Virgin.

Lo que es seguro es que se convirtió en uno de los juegos de dibujos más queridos de Capcom, que, previamente, ya había firmado aventuras como DuckTales.

Resident Evil (1996 – 2002)

Se suele considerar que el género del survival horror lo inició Alone in the Dark en 1992, pero el que de verdad lo popularizó y asentó sus bases fue Resident Evil, que hizo su debut en la primera PlayStation en 1996 y que fue dirigido por Mikami.

Aquella aventura nos trasladó a una tétrica mansión y nos enfrentó a una experiencia distinta a cualquier otra que hubiera habido con anterioridad.

Los sustos que metían los zombis te hacían saltar de la silla, pero el juego era mucho más que eso. Más allá del terror de serie B, era una mezcla sin igual de exploración no lineal con planos fijos, puzles intrincados, tiroteos o gestión de recursos, ya que había que racionar la munición o las cintas de tinta que servían para guardar la partida.

Sólo seis años después, en 2002, Capcom decidió lanzar un remake para GameCube al frente del cual estuvo de nuevo Mikami.

El desarrollo general se mantuvo, pero el subidón gráfico fue uno de los más espectaculares de la historia. De hecho, veinte años después, sigue plenamente vigente, como demuestra la versión HD que hay disponible en consolas como PlayStation 4.

Dino Crisis (1999)

La fórmula de suspense de Resident Evil se trasladóa una nueva IP de Capcom que sustituyó a los zombis por dinosaurios. Shinji Mikami se encargó de dirigir y producir ese nuevo juego, que, igual que su predecesor, se estrenó en PlayStation como una exclusiva temporal.

A medio camino entre Resident Evil y Jurassic Park, aquella aventura tridimensional con planos fijos obligaba a cuidarse de una serie de dinosaurios muy violentos.

La saga sólo tendría otras dos entregas en el lustro siguiente, pero los que las disfrutaron siguen reclamándole a Capcom que recupere la serie. No es de extrañar, ya que todo lo que toca Mikami se vuelve de culto.

P.N. 03 (2003)

Es, quizá, el juego más desconocido de todos los que ha dirigido Shinji Mikami a lo largo de su trayectoria.

Se lanzó en exclusiva para GameCube y no acabó de cuajar, pero marcó un punto de inflexión en la trayectoria del creativo japonés, ya que a partir de entonces casi todos sus juegos tendrían cámaras a la espalda y un gran énfasis en la acción.

Aquí, la protagonista era una mercenaria que debía adentrarse en una instalación espacial y hacer frente a hordas de agresivos robots. Había que moverse y esquivar a toda velocidad, disparar y aprovechar los recovecos de los escenarios para acribillar a los robots.

Pese a que no tuvo el favor de la crítica ni del público, años después inspiraría la creación de Vanquish.

Resident Evil 4 (2005)

La saga Resident Evil se ha reinventado varias veces a lo largo de sus veintiséis años de historia, y uno de los mayores cambios lo promovió Shinji Mikami con esta cuarta entrega numerada, que se estrenó en GameCube, luego dio el salto a PlayStation 2 y, a posteriori, acabó remasterizándose para todos los sistemas habidos y por haber, incluida PlayStation 4.

Aquel juego abrió una nueva dimensión tanto para Resident Evil como para los juegos de acción en general, merced a una cámara en tercera persona que se situaba justo detrás del protagonista y permitía apuntar con una gran precisión. Eso contribuyó a crear una nueva vertiente del survival horror, con un equilibrio distinto entre la angustia y la acción.

Además, aquel juego causó furor con su ambientación, ya que transcurría en la España profunda, en entornos como un pueblo rural o un magnificente castillo. Para la historia quedaron los gritos que proferían los ganados, que era como se llamaba a los zombis del juego: “agárrenlo”, “morir es vivir”, “so cerdo”…

God Hand (2007)

Éste fue el último juego que Shinji Mikami dirigió como miembro de Capcom. La compañía de Osaka había creado una división llamada Clover Studio, de la que también formó parte Hideki Kamiya, y este beat’em up tridimensional para PlayStation 2 fue su particular canto del cisne antes de que fuera clausurado y muchos de sus miembros se marcharan para fundar Platinum Games.

Esa tesitura motivó que el desarrollo de God Hand fuera difícil y que el juego tuviera numerosas asperezas, lo que se tradujo en muchas críticas. Sin embargo, los que lo jugaron con apertura de miras descubrieron en él un juego de culto y, seguramente, el más infravalorado de la trayectoria de Mikami. Sus combos y sus estrambóticas técnicas de remate aún siguen causando hilaridad.

Vanquish (2010)

Tras su salida de Capcom, varios de los antiguos miembros de Clover Studio fundaron Platinum Games, que se convertiría en un estudio especializado en hack and slash.

Shinji Mikami tuvo un paso breve por el estudio, pero le dio tiempo a dirigir el que seguramente sea el juego más particular de Platinum, ya que era un shooter de filosofía muy arcade.

En realidad, era una evolución de lo que ya había planteado en P.N. 03, pero mucho mejor. Así, el protagonista era un supersoldado que debía destrozar a legiones de robots con una jugabilidad que combinaba movimientos frenéticos por el entorno, coberturas y disparos.

Hoy en día, puede disfrutarse en plataformas como PlayStation 4, gracias a una remasterización que lo incluye junto a Bayonetta.

Shadows of the Damned (2011)

Shinji Mikami ejerció como productor creativo en esta locura, en la que formó equipo con otros dos genios del sector como Suda51, creador de No More Heroes, y Akira Yamaoka, compositor de Silent Hill.

Mikami ya había trabajado con Suda en Killer7, un juego de Grasshopper Manufacture que editó Capcom, y aquí tuvo un papel mucho más notorio.

Shadows of the Damned, que tuvo una versión para PlayStation 3, era un juego de acción en tercera persona protagonizado por un cazador de demonios que tenía por compañera a una calavera parlante capaz de transformarse en diferentes armas de fuego.

Eso dio pie a una obra de culto, marcada por su espectacular enfoque de la acción y por una dirección artística tan oscura como colorida.

The Evil Within (2014)

Shinji Mikami acabó por fundar su propio estudio de desarrollo, Tango Gameworks, y su primer juego sería éste. En buena medida, supuso recuperar la esencia de Resident Evil 4, ya que era un survival horror con grandes dosis de acción, merced a una cámara situada a la espalda. Incluso había escenarios y enemigos que eran guiños a la etapa del creativo en Capcom.

Mikami ejerció como director en la primera entrega de The Evil Within, disponible en PlayStation 4, y planteó ideas muy interesantes, como un enfoque cinematográfico de la acción, con un formato de imagen muy apaisado.

No obstante, para la secuela ya sólo actuó como productor ejecutivo… para poder centrarse en la creación de un nuevo universo, que es el que está a punto de estrenarse ahora.

Ghostwire: Tokyo (2022)

Este nuevo proyecto, exclusivo de PS5,  significará una reinvención más de Shinji Mikami, pues no se parecerá a ningún otro que haya ideado con anterioridad. Ni en lo jugable, ni en lo ambiental ni en lo artístico.

Para empezar, y como su propio nombre indica, el juego estará ambientado en Tokio, con un enfoque de mundo abierto que combinará la modernidad y el pasado de una forma distinta a la de cualquier otra serie. Así, los rascacielos y las luces de neón de hoy en día se fusionarán con la vertiente más milenaria y espiritual de Japón.

Otro cambio determinante es que se desarrollará en primera persona. Tras tres décadas haciendo juegos en tercera persona, será la primera vez en que un juego en el que participe Mikami nos meta literalmente en la piel de un personaje, lo cual aumentará tanto la inmersión ambiental como la jugable.

Otro aspecto que hay que resaltar es que no será un survival horror, sino una aventura de acción. Habrá elementos de suspense, pues el punto de partida será una invasión de espíritus en la ciudad de Tokio, pero el foco estará puesto en la acción, con multitud de poderes para machacar a los espíritus y no dejar títere con cabeza.

Ghostwire: Tokyo estará disponible para PS5 el 25 de marzo en 2 ediciones diferentes: Estándar y Deluxe, que incluye los siguientes extras:

• Paquete de atuendos urbanos.
• Atuendo de shinobi.
• Arma kunai.

Además, si reserváis el juego recibiréis también dos atuendos descargables: Hannya y Motorista. Y por último, si sois suscriptores de PS Plus y reserváis la Digital Deluxe Edition en PS Store, tendréis acceso anticipado durante 3 días y disfrutaréis de un 10% de descuento. 

En las próximas semanas iremos desglosando los detalles que prometen convertirlo en otra obra maestra que añadir al prolífico legado de Shinji Mikami, uno de los desarrolladores más importantes de la historia del videojuego.