Metro Exodus ya está disponible para PS4, Xbox One y PC, pero antes de jugar a este FPS desarrollado por 4A Games y basado en las novelas de Dmitry Glukhovsky es mejor que sepáis algunas cosas. Aquí os dejamos una serie de consejos y aclaraciones que os ayudarán a disfrutar mejor de este título que combina mecánicas de disparo, infiltración y supervivencia. Con estos consejos, seguro que mejora nuestro viaje por Rusia (tras el apocalipsis nuclear) a bordo del tren Aurora.
Si Metro Exodus es vuestra primera experiencia dentro de la saga (anteriormente se lanzaron Metro 2033, Metro Last Light y Metro Redux con las versiones remasterizadas para PS4y Xbox One), os recomendamos que le echéis un vistazo detenidamente a estas claves, para que no os pillen por sorpresa los peligros a los que se enfrentan Artyom, Anna, el coronel Miller y el resto de los Spartan.
Un juego sin indicadores
Metro Exodus carece del HUD tradicional, en que se nos indica cuánta munición nos queda, la barra de vida o el punto al que debemos dirigirnos. Así la experiencia es más inmersiva, pero también requiere un aprendizaje. Antes de empezar a movernos, tenemos que sacar el mapa -que se consulta en tiempo real, sin detener la acción- y establecer un rumbo con la brújula que llevamos en la muñeca. Más adelante en el juego, podemos cambiar la brújula magnética por una más avanzada, que nos indica en qué punto se encuentran nuestros objetivos.
Si nos hemos olvidado de qué había que hacer en cada lugar, en el reverso del mapa aparecen escritas las notas de Artyom sobre el siguiente paso en nuestra aventura.
No es un "shooter"
Una cosa es que vayamos armados y otra muy diferente, que tengamos que resolver todas las situaciones a tiros. En igualdad de condiciones, siempre es preferible utilizar el sigilo, y en muchos casos -si un enemigo no se convierte en un obstáculo insalvable- podemos darle esquinazo. Los intercambios de fuego en Metro Exodus no son sencillos; las armas tienen una cadencia de juego baja, el sistema de puntería requiere práctica y la munición escasea. Lo mejor es mantener el dedo lejos del gatillo, hasta que la situación nos obligue a disparar.
Cuida tus armas
Si ha quedado claro el punto anterior, otra de las claves de Metro Exodus es el mantenimiento del arsenal. Tenemos que limpiar las armas con productos químicos cada vez que lleguemos a un banco de trabajo. Si no, tendremos que sufrir viendo cómo pierden efectividad y se encasquillan. En los bancos de trabajo podemos acoplar nuevas piezas que mejoran el comportamiento de pistolas y fusiles e incluso les pueden cambiar de clase.
Cada nivel se ajusta mejor a un tipo de armamento. A veces conviene tener fusiles de largo alcance con silenciador y mira telescópica, y en otras ocasiones Metro Exodus nos invita a coger una escopeta de cartuchos y hacer saltar por los aires pedacitos de mutantes. Antes de configurar el arma, es mejor echar un vistazo al nivel que tenemos delante.
Y recupera la munición
Hay dos armas especiales en el juego cuya munición se puede recuperar. Y además, ambas son muy poderosas y tienen la ventaja de que no hacen ruido. Se trata de la ballesta y de los cuchillos arrojadizos. La única "pega" es el tiempo que tardamos en recargar, pero una combinación de estas dos armas es demoledora. Una vez que hemos acabado con nuestros oponentes, podemos ir a recoger las fechas y los cuchillos que se hayan quedado clavados en los cadáveres.
De día o de noche
Podemos seleccionar en qué momento del día embarcarnos en una misión. De noche los centinelas humanos lo tendrán más difícil para encontrarnos, pero aparecen más monstruos y mutantes. Si las cosas se ponen cuesta arriba en algún momento, sólo hay que localizar una cama y seleccionar hasta qué hora queremos descansar.
Apaga la luz al salir
Casi todas las fuentes de luz del juego se pueden apagar. Esto es muy recomendable, tanto para infiltrarnos entre los enemigos, como para saber por dónde hemos pasado (algunos entornos cerrados pueden ser un poco laberínticos). Si no tenemos bombillas a mano, los hongos radiactivos (que son fluorescentes) también nos pueden servir como indicador de los lugares que hemos visitado.
¿Tienes fuego?
Recordad que en los escenarios más oscuros podemos utilizar dos fuentes de luz ilimitadas (esto es especialmente útil para hacer frente a criaturas sensibles, como las arañas). Además de la linterna acoplada a nuestro arma, que se puede recargar con un generador, tenemos un mechero. No tengáis problema en utilizar ambos al mismo tiempo para protegeros de los bichos que se esconden en la sombra. Además el mechero quema las telas de araña, y nos evita alguna de las secuencias más angustiosas de Metro Exodus.
Tu máscara es tu vida
Artyom lleva una máscara antigás que le protege de la radiación (y que es una de las señas de identidad de la saga Metro). Para equiparla o desequiparla tenemos que mantener pulsado abajo en la cruceta de control. Sin embargo, también requiere cuidados especiales. Los filtros se gastan, y tenemos que elaborar más con piezas químicas que recogemos en el escenario. Y si la llevamos puesta durante un combate, se puede romper. Cuando el cristal de la máscara se ha fracturado, se puede apañar con un trozo de cinta adhesiva, hasta que lleguemos a un banco de trabajo para repararla, pero la visibilidad se reduce.
Si la máscara se empaña o se ensucia, también podemos pasar la mano por el cristal para limpiarla.
Karma is a bitch
Aunque no lo parece a simple vista, Metro Exodus también premia nuestras acciones más humanas. Si podemos dejar inconscientes a los enemigos en lugar de matarlos o asegurarnos de cumplir las misiones secundarias que ayudan a los civiles, el juego también nos recompensa. Además, algunas líneas de diálogo son diferentes dependiendo de cómo nos hayamos comportado.
Recolección y crafting
Algunos juegos fomentan más que otros el síndrome de Diógenes. Y Metro Exodus es uno de los que más nos anima a recoger todo lo que podamos. Existen dos tipos de recursos, mecánicos y químicos, que vamos a necesitar para todo. Nuestra mochila nos permite crear suministros de emergencia, como los botiquines, filtros para la máscara antigás, cuchillos arrojadizos y otra munición de emergencia. En los bancos de trabajo (hay uno en el tren Aurora) podemos modificar y limpiar las armas, construir munición para diferentes clases de armamento y mejorar nuestras piezas de equipo.
Mundos semi abiertos
Algunos niveles de Metro Exodus, en particular Volga, Mar Caspio y Taiga, están planteados como niveles abiertos. Pero no penséis que son un "sandbox" al uso. En realidad hay zonas vacías, y otras con misiones relevantes. El mejor consejo que podemos daros es que no os lancéis a explorar sin sentido, sino que antes de poner un pie fuera del Aurora, habléis con todos los personajes, sigáis sus consejos y no paréis de consultar el mapa. Cuando estamos a bordo de un vehículo, ríos y carreteras marcan el camino de estas zonas relevantes.
Un respiro
Algunas secuencias de Metro son "narrativas". Tomaos el tiempo que haga falta fumando un cigarrillo o tomando una taza de té y charlando con los otros tripulantes de la Aurora. Si no habéis jugado las dos entregas anteriores, es el mejor modo de conocer la historia de los supervivientes del metro de Moscú.
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
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