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Los 3 juegos de Mario que cambiaron para siempre las plataformas 3D

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Mario 3D

La semana pasada, y tras numerosos meses de rumores, Nintendo anunció Super Mario 3D All-Stars, un recopilatorio que reúne tres de los títulos 3D más emblemáticos protagonizados por el fontanero, como son Super Mario 64, Super Mario Sunshine y Super Mario Galaxy.

Hoy echamos la vista atrás para rememorar las razones por las que Nintendo ha seleccionado estos tres clásicos, por qué fueron, son y seguirán siendo tres de los mejores plataformas 3D de la historia de los videojuegos y tres de las mejores propuestas de Super Mario. ¿Nos acompañáis?

Super Mario 64 (recordado por Alberto Lloret)

Para los que ya vamos teniendo cierta edad, encontrar un nuevo santo grial tipo "no has jugado nada tan bueno como esto en tu vida" se va volviendo cada vez más, y más difícil. No es que no haya buenos juegos -cada vez son mejores, de hecho- pero a medida que nuestra capacidad de sorpresa mengua, cada vez resulta más difícil encontrar algo que deje una huella profunda y duradera, que convierta a ese juego en una obra maestra atemporal, lo jugaras hace 20 años o lo descubras ahora en 2020.

Super Mario 64

Sólo un puñado de genialidades tienen esa capacidad, y para mí, una de ellas sigue siendo Super Mario 64. En su día, mi compañera Sonia Herranz no le puso nota en las páginas de Hobby Consolas por algo muy sencillo: no había jugado nada igual, tan único, original y distinto. No había un "número" capaz de condensar esas sensaciones. Al principio, no terminaba de entenderlo, pero fue tras jugarlo cuando ya no me quedó ninguna duda.

Super Mario 64

Super Mario 64 aprovechó la llegada de los gráficos 3D para cambiar las reglas del juego y llevarse por delante muchas convenciones. Fue una revolución en toda regla. Con su llegada, los niveles dejaron de ser lineales para ofrecer pequeños mundos abiertos (concepto con el que, por entonces, ni soñábamos), con sus propias leyes y peculiaridades; el objetivo estaba claro (conseguir 120 estrellas, aunque con 70 bastaba para ver el final), pero apenas nos daba pistas sobre cómo conseguirlas, por no hablar de los secretos o mecánicas que nadie explicaba...

Super Mario 64

Esa libertad para explorar y probar e intentar cosas distintas era algo único que no se había visto hasta la fecha, a lo que hay que añadir la genialidad de su diseño (que sigue funcionando y sorprendiendo hoy día), y su afán por fascinar a cada paso con minijuegos, tareas distintas o situaciones únicas. ¿Quien no se acuerda de explorar el barco hundido y la enorme anguila? Mirar por el tragaluz del castillo de Peach o destruir una pared del primer nivel con un cañón son sólo dos de las muuuuchas cosas que estaban ahí, esperando a ser descubiertas, y que nadie nos contó...

El curioso motivo por el que Super Mario lleva bigote

El curioso motivo por el que Super Mario lleva bigote

Lo más lógico sería pensar que Super Mario lleva un bigote por pura casualidad, pero la verdad es que la razón principal porque lleva bigote está relacionada con las capacidades técnicas del momento. 

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En este sentido, era el jugador quien descubría todo, paso a paso, a su ritmo, sin ayuda de ningún tipo. Y eso sin tan siquiera de lo que supuso para los jugadores, de las numerosas leyendas y mitos que se crearon en torno al juego tras su lanzamiento en 1997, y que llevaron a miles de jugadores a explorar hasta el último milímetro del juego en busca de algún indicio que permitiera manejar a Luigi (cosa que no sucedió hasta la llegada de versión de Nintendo DS).

Super Mario 64

Este enfoque más abierto de su jugabilidad se ha recuperado en posteriores ocasiones, como en los no menos geniales Super Mario Sunshine y Super Mario Odyssey (aunque en este último hay algo más de ayuda), aunque con la perspectiva de los años, se puede decir que Super Mario 64 es, en cierto modo, una "rara avis" y, en muchos sentidos, lo opuesto a lo que establecen hoy día las convenciones del desarrollo de videojuegos (que intentan dárselo todo mascadito al jugador). Quizá, sólo en parte, resida ahí parte de su magia. Una magia que, por supuesto, sigue latiendo muy fuerte 24 años después de su lanzamiento.

Super Mario Sunshine (recordado por David Martínez)

La sombra de Mario es alargada. Hubo que esperar 6 años desde el lanzamiento de Super Mario 64 para disfrutar de una nueva entrega de la saga de plataformas en 3D. Super Mario Sunshine fue un juego revolucionario, diseñado no sólo para estar a la altura del personaje, sino del hardware de Nintendo (Gamecube se había lanzado unos meses antes, sin ningún juego de Mario en el catálogo de lanzamiento, si exceptuamos Luigi´s Mansion). Y vaya si lo consiguió.

super mario sunshine

El desarrollo de Super Mario Sunshine conservaba el componente plataformero y la exploración, pero dejaba atrás muchos elementos clásicos: para empezar, el fontanero abandonaba el Reino Champiñón para disfrutar de una aventura en Isla Delfino, un entorno más refrescante, en que el agua ocupaba un papel protagonista (y recordad que el agua era uno de los elementos que más nos impresionaban en los juegos de GameCube). Tampoco había princesas que rescatar; Mario estaba de vacaciones en la isla... y se encontraba con un rival a su altura (de hecho, clavadito a él), Mario Oscuro

super mario sunshine

Para no alargarnos con detalles, nuestra misión consistía en recoger soles, repartidos por el escenario, y limpiar el estropicio que había hecho Mario Oscuro. Y aquí es donde Nintendo, o mejor dicho el Profesor Fesor, se sacó de la manga un accesorio que cambiaría las habilidades del fontanero. El A.C.U.A.C, una mochila expulsora de agua que lo mismo servía para limpiar unos escenarios de extraordinaria belleza que para planear, como si usásemos un jetpack. Al abanico de movimientos que ya conocíamos había que añadir estas habilidades extra, con la particularidad de que el agua se gastaba, y había que rellenarlo en fuentes, ríos y charcos. 

super mario sunshine

Sunshine tenía mucho más; servía para presentar nuevos personajes, y disfrutar de un diseño mucho más intrincado y detallado de lo que habíamos visto hasta la fecha en un juego de Super Mario, desde la "ciudad" de Plaza Delfino a un volcán, todos llenos de secretos, monedas y saltos... y con una dificultad que también había dado un "salto" importante. Los saltos estaban más ajustados que nunca, los enemigos finales eran más numerosos y desafiantes, y el uso del ACUAC nos permitía resolver situaciones muy comprometidas... hasta que aparecía Mario Oscuro y nos hacía enfrentarnos a los niveles sin su ayuda, ¡nunca hemos echado tanto de menos un accesorio!

super mario sunshine

Super Mario Sunshine no sólo es un excelente juego de plataformas -y uno de los más difíciles de toda la saga-, sino que sus cuidadas animaciones, diseños llenos de color y una estructura perfecta, hacen que a día de hoy resulte plenamente disfrutable, y nos permita descubrir cómo revolucionó el género.

Super Mario Galaxy (recordado por Daniel Quesada)

Cada juego "grande" de Mario suele traer consigo una pequeña revolución, así que no es de extrañar que sucediera eso con su gran aventura para Wii (cuyo desarrollo, por cierto, tuvo el nombre en clave de Revolution, qué cosas). Cuando muchos intentaban tachar a la consola de Nintendo como un producto principalmente infantil y con menos potencia que sus rivales, llegó Nintendo y presentó Super Mario Galaxy, un verdadero portento audiovisual y jugable.

Super Mario Galaxy

Hasta ahora habíamos visto a Mario recorrer enormes terrenos o hasta un "World", un mundo completo, pero aquí se nos proponía viajar entre galaxias, nada menos. Para ello, se mantuvo el estilo de control que habíamos visto en Super Mario 64 y Super Mario Sunshine, pero se añadieron nuevas opciones para que Mario fuera capaz de propulsarse de un planeta a otro, de surcar el espacio mientras una de las mejores bandas sonoras de la historia del fontanero nos hacía compañía.

Super Mario Galaxy - Estela

Visitábamos planetas enormes, pero también otros muy pequeñitos que nos hacían correr alrededor de una esfera o de saltar boca abajo. Super Mario Galaxy se arriesgaba a "marear" al jugador, pero gracias a la pericia de los artesanos de Nintendo en el diseño del control conseguía lo que parecía imposible: que nos sintiéramos en nuestra salsa mientras corríamos por una pared en un mundo al revés. Sus experimentos fueron más allá e incluso presentó una sencilla opción para dos jugadores simultáneos, en la que un amigo nos podía ayudar moviendo un cursor que disparaba trozos de estrella a los enemigos. A fin de cuentas, estábamos en Wii, la consola que hacía fácil cualquier movimiento con su innovador Wiimote.

Super Mario Galaxy

Su sencillo argumento (esta vez Bowser había secuestrado a Peach y la había llevado al mismo centro del Universo) sirvió para presentar a Estela, uno de los personajes más queridos de este universo, pero también divertidos trajes nuevos como el de abeja, de fantasma... ¡o el Mario Volador, una gozada que solo podíamos disfrutar por unos segundos!

Super Mario Galaxy

El apartado técnico de Super Mario Galaxy tardó mucho en ser superado en Wii. Hasta hay quien dice que solo lo consiguió su secuela. El nivel de detalle de los escenarios, el modelado de Mario y sus simpáticas animaciones, las explosiones y los efectos especiales mientras salíamos disparados a otro planeta... todo hacía de esta aventura una delicia para los ojos, que se acompañaba de melodías más "líricas" de lo acostumbrado en la serie, pero que sentaban como un guante a nuestra odisea espacial. Tan maravillados quedamos con el juego, que no dudamos en darle un 97, una de las notas más altas que otorgó Hobby Consolas en muchos años. Y es que, sea donde sea, Mario es una estrella.

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