Hace unos días tuvimos la oportunidad de asistir a una presentación virtual de Subnautica: Below Zero, el nuevo juego de Unknown Worlds Entertaiment, estudio independiente responsable también del primer Subnautica. Por si no lo conocéis, se trata de un título de supervivencia en mundo abierto lanzado en 2018 para PC, PS4 y Xbox One (hay una versión para Nintendo Switch en desarrollo que tiene previsto su lanzamiento en 2021).
Lo que destaca de Subnautica, y lo que lo ha hecho sobresalir por encima de la montaña de juegos con propuestas similares (ha vendido más de 5 millones de copias), es que se desarrolla bajo el agua. Tras estrellarnos en el planeta 4546B, debemos sobrevivir aprovechando los recursos del fondo oceánico, enfrentándonos a las criaturas marinas y a otros peligros sin quitar el ojo del medidor de oxígeno.
El hecho de desarrollarse en primera persona y dar una gran importancia al análisis del ecosistema le ha granjeado también comparaciones con el genial Metroid Prime.
Y su secuela directa, Subnautica: Below Zero, presenta exactamente la misma propuesta, pero poniendo sobre la mesa un buen puñado de novedades... Como la posibilidad de llevar la supervivencia y la exploración también a la superficie. Subnautica: Below Zero lleva en Early Access desde enero de 2019 y está previsto que la versión 1.0 llegue en 2021, lanzándose también en PS4, Xbox One y Nintendo Switch. Os contamos todas las novedades que descubrimos durante la presentación en nuestro avance de Subnautica: Below Zero.
En el fondo del mar nadie puede oír tus gritos
Subnautica: Below Zero tiene también lugar en el planeta 4546B, un año después de los acontecimientos del primer Subnautica. Pese a ser la misma localización, todo el escenario que vemos es completamente nuevo y goza de una mayor densidad, pues esta secuela se desarrolla en una parte diferente del planeta. De hecho, se han rescatado algunos escenarios que tuvieron que ser descartadas del primer juego.
Concretamente, visitamos la zona con las temperaturas más bajas de todo 4546B. Este detalle es una de las grandes novedades de esta entrega, algo que ya se deja claro en el subtítulo: bajo cero. Además de tener que recoger recursos y encontrar oxígeno, debemos enfrentarnos a las inclemencias del tiempo. Y precisamente donde más lo vamos a notar es en la superficie, otra de las grandes novedades de Subnautica: Below Zero.
Además de explorar el fondo marino, podemos poner pie sobre la superficie helada del planeta. Durante la presentación hicieron una demostración en la que pudimos ver que mantener la temperatura corporal será esencial para no morir de frío. Por suerte, contaremos con un veloz vehículo para desplazarnos, una moto de nieve. Y habrá que sacarle partido, pues la superficie está habitada por unos colosales gusanos de hielo que no dudarán en lanzarse a por nosotros en cuanto nos vean.
Aun así, y si os preocupa que al añadir la exploración de la superficie se pierda la esencia del primer Subnautica, podéis estar tranquilos: sus responsables nos aseguraron que ocupará aproximadamente un 10% de la experiencia total. Está diseñada para ser un respiro de aire fresco (también de manera literal), ofreciendo una jugabilidad diferente. Pero el núcleo de Subnautica: Below Zero sigue siendo la exploración submarina. Calculan que completar el juego puede llevarnos unas 55 horas, y de todas ellas 3 o 4 son en la superficie.
No sólo tendremos que tener en cuenta el frío en la superficie; también jugará un papel importante bajo el agua. Si no somos cuidadosos podemos morir de hipotermia, y para evitarlo podemos recurrir a determinadas plantas del fondo oceánico que proporcionan una pequeña inyección de calor. Y si queremos evitar problemas, preparar café en nuestra base y llevar un termo cargado hasta arriba nunca falla.
Es sólo una de las cosas que podemos preparar en estos emplazamientos personalizables que ya tenían presencia en el primer Subnautica. En esta nueva entrega, y gracias al constante apoyo de la comunidad, la construcción de bases ha ganado más protagonismo si cabe y contamos con un mayor número de opciones.
Por ejemplo, durante la presentación nos mostraron que podemos cambiar el color de los paneles, construir habitaciones de un tamaño mucho mayor (una de las cosas que más pedían los aficionados) o conseguir nuestra propia gramola para relajarnos escuchando música, con un repertorio que podemos ampliar encontrando nuevas canciones a lo largo del mundo.
Y hablando de la comunidad, uno de los ítems más curiosos de Subnautica: Below Zero es el Spy Pengling: se trata de un pengwing (una criatura alienígena que recuerda a un pingüino) robótico creado por los usuarios que se ha terminado convirtiendo en una parte esencial de la aventura, pues además de permitirnos sacar fotos y mezclarnos con la fauna, puede colarse por huecos para acceder a ubicaciones que de otro modo no podríamos visitar.
También se han añadido nuevos métodos de desplazamiento, como la posibilidad de agarrarnos a algunas criaturas y dejar que nos lleven. Pero sin duda el más interesante (y el que más vamos a utilizar) es el Sea Truck. Se trata de un vehículo al que podemos acoplar diferentes módulos, en función de nuestras necesidades o de la que queramos transportar, hasta convertirse en un auténtico camión de mercancías (de ahí su nombre).
La otra gran novedad de Subnautica: Below Zero es que en esta ocasión la historia y los personajes tendrán una mayor importancia, algo que notaremos al instante en un pequeño detalle: en lugar de controlar a un personaje que no pronuncia palabra, nos ponemos en el papel de Robin Ayou, una xenologista que no tiene reparo en expresar sus ideas en voz alta y que viaja hasta el planeta al enterarse de que su hermana ha desparecido en extrañas circunstancias.
Poco después de llegar la cosa se pone realmente interesante: una misteriosa entidad alienígena se "instala" en el cerebro de Robin, convirtiéndose en una suerte de voz que nos acompañará a lo largo de la aventura, dando pie a una nueva línea argumental (que no necesariamente debemos perseguir). Y por si os lo estáis preguntando, sus responsables nos aseguraron que es perfectamente posible jugar a Below Zero sin haber jugado al primer Subnautica. Y como en el primer juego, gran parte de la historia se contará a través de los escenarios.
No cabe duda de que Subnautica: Below Zero apunta maneras, y tiene todas las papeletas para superar a su predecesor. De momento tendremos que esperar al lanzamiento de la versión 1.0 para poder disfrutar del juego íntegro (a día de hoy todavía hay muchas cosas que están sujetas a cambios o que necesitan solución) y contemplar el final de la historia, pero lo que hemos visto hasta ahora es realmente prometedor.
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