Por fin llegó el día: desde ayer mismo, una semana antes del lanzamiento de PlayStation 5, ya podemos regresar al reino de Boletaria diez años después de nuestra primera visita en PS3 gracias al remake de Demon's Souls.
El juego nos devuelve en PS5 a los parajes de este reino atestado de demonios con un renovado apartado visual y unas mejoras técnicas solo al alcance de la consola de nueva generación.
Pero más allá de los atractivos visuales, como jugar a resolución 4K y con una tasa de 60 frames por segundo, o de la jugabilidad mejorada gracias a la fiabilidad e inmersión del mando DualSense y a la rapidez de carga de los discos duros SSD de PS5, en Demon's Souls hay algo que no cambia respecto al original:su alto nivel de dificultad, una de sus características más aclamadas y por la cual los Souls-like se han ganado un hueco en el corazón de millones de jugadores.
Un reto que saca lo mejor de cada jugador
Y es que en 2009 Demon's Souls marcó un antes y un después dentro de la industria de los videojuegos. La obra de From Software, que capitaneó Hidetaka Miyazaki, fue muy discutida en su momento, sobre todo fuera de las fronteras japonesas, pero finalmente alcanzó su meritorio reconocimiento gracias a ese desafío jugable que obligaba a los jugadores a esforzarse al máximo.
La propuesta del juego, que consistía en repetir y aprender, comenzó a captar las miradas de jugadores que buscaban un reto en un mercado de juegos que solía apostar por una jugabilidad amable con el usuario. El desafío que suponía adentrarse en ese hipnótico y a la vez tétrico reino de Boletaria dio fama a Demon's Souls y ha acabado derivando en una máxima que ahora la gran mayoría de gamers tienen muy claro: "los juegos de From Software son muy difíciles".
Demon's Souls fue el primer paso para poder disfrutar de un reto que trataba al jugador de tú a tú, sin ponerle las cosas en bandeja. Un juego que es considerado por muchos como el más exigente de la saga debido a todos los moldes que rompió en su momento.
El espíritu del juego se mantiene intacto
Tras una breve introducción en la que nos posicionábamos como la salvación de Boletaria contra los demonios que la asolaban, Demon's Souls nos cogía de la mano durante un instante y acto seguido nos precipitaba al vacío para que nos las apañáramos solos.Un RPG de acción que se ganó a pulso su fama de difícil porque no nos informaba de nada más allá de sus nociones más básicas y nos obligaba a buscarnos la vida tratando de entender cuál era nuestra función en la historia y qué decisiones eran las más óptimas.
Que en el mismísimo tutorial pudiese llegar nuestra primera muerte hizo que muchos fruncieran el ceño, pero ahí estaba la gracia del título, y pronto esa complejidad se trasformaba en una profunda sensación de júbilo y superación al derrotar a un jefe final o al superar una zona donde nos habíamos atascado durante algunos intentos.
El trepidante combate, centrado en la pausa, el manejo de los ritmos, el terreno y las posibilidades de las diferentes armas, hacía que cada golpe significase una pequeña victoria y que cualquier despiste supusiera un amargo final. No había apenas margen de error y esa era una sensación única que no muchos juegos habían conseguido transmitir. Cualquier fallo era culpa del jugador, pero cuando no se cometían, todo se tornaba en alegría y orgullo hacia uno mismo por el hecho de haber superado el desafío.
Además, como buen RPG, la experiencia de juego cambiaba en gran manera dependiendo de nuestras builds de armas y objetos y de nuestra clase. Nuestras elecciones afectaban a los diferentes escenarios y enemigos, de forma que una zona que podría parecer más sencilla, a alguien que jugaba de otra manera le resultaba mucho más complicada. Y no olvidemos mencionar la tendencia, ese complejo sistema que hacía que las acciones del jugador tuviesen repercusiones en el mundo.
La última esperanza de Boletaria, más palpable que nunca en PS5
Todo esto sigue presente en la versión de PlayStation 5. No es From Software quien ha desarrollado el remake de Demon's Souls para PS5, si no Bluepoint Games, un estudio que ya se ha encargado de dar un buen lavado de cara, con gran acierto, a los juegos más icónicos de las consolas PlayStation.
Los creadores del remaster de Shadow of the Colossus o de la trilogía remasterizada de Uncharted han "reimaginado" el Reino de Boletaria para darle un nuevo giro visual y jugable, pero siempre han querido dejar claro un aspecto:el espíritu del Demon's Souls original permanece intacto.
Bluepoint Games ha rediseñado un montón de apartados (animaciones, armas, entornos…), pero el código de juego original permanece dentro del remake y por lo tanto el ritmo de sus combates y el tiempo de la aventura son los mismos. Por supuesto, también el diseño de los niveles se respeta, así que por ejemplo el Valle de la Corrupción, por suerte o por desgracia, vuelve a ser ese laberíntico horror que ya padecimos en PS3 y logra crearnos una tensión clave para que la inmersión se mantenga durante horas.
La narrativa ambiental de su historia ahora es mucho más evidente gracias a PS5. Sus avances técnicos corrigen algunos de los elementos más rudimentarios del juego original y potencian el desafío jugable en aspectos como escuchar a un enemigo que acecha a nuestra espalda gracias al audio Tempest 3D, o sentir como algo se arrastra en el agua merced a la retroalimentación háptica del mando DualSense.
Cualquier fan de Demon's Souls disfrutará de esta propuesta rediseñada, porque será como vivir la experiencia de nuevo, y por supuesto aquellos que quieran descubrir el origen de la mítica saga se encontrarán con una aventura a la altura de las expectativas. Solo los más valientes se atreverán a intentar salvar al caído reino de Boletaria. ¿Serás uno de los que acepte este desafío de nueva generación? Sin duda, es una de las mejores opciones para dar la bienvenida a la nueva consola.
Descubre más sobre Business Solutions, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.