Es muy difícil resumir toda una vida en la isla (en la de Animal Crossing New Horizons), pero vamos a daros unas pinceladas de todas las experiencias que vivimos allí, junto a un montón de simpáticos animales, y gracias a Nintendo, que todavía estará pagando bayas a Toom Nook por nuestra estancia. El caso es que hemos tenido la oportunidad de jugar durante unas horas con uno de los lanzamientos más esperados de Nintendo Switch. Y si os sirve de adelanto, estamos juntando días de vacaciones para volver cuanto antes.
Animal Crossing New Horizons se pondrá a la venta el próximo 20 de marzo, y por si todavía queda algún despistado que no conozca la saga, os lo vamos a contar en un suspiro. No tenemos un objetivo directo: en AC no hay un malo al que derrotar, ni un camino cada vez más difícil que recorrer. El objetivo es disfrutar de la vida en una isla desierta, conocer a los vecinos, coleccionar objetos, fósiles, insectos y peces, decorar nuestro hogar... a nuestro ritmo.
Porque tampoco tiene sentido pegarse una "panzada" de juego. Nuestro progreso está limitado por el calendario, para que juguemos un poquito todos los días. Los productos a la venta, los animales, los frutos que dan los árboles... están sujetos al paso del tiempo. Por eso era muy difícil dar unas impresiones en un par de horas. Por suerte, nuestros anfitriones han obrado magia, y nos han permitido probar AC New Horizons en tres fases del juego: cuando llevamos un par de días en la isla, cuando ya hemos avanzado unas semanas y meses después de nuestra llegada. Como veremos a continuación, las cosas son muy diferentes.
Los primeros días en la isla
Quizá sea la parte que nos resulta más familiar. En esta toma de contacto hemos vuelto a realizar alguna de nuestras viejas actividades. Comenzamos por leer el correo en el buzón (a la puerta de nuestra tienda de campaña) y nos damos un paseo por los alrededores. Seguro que no os sorprende volver a "cosechar" los árboles frutales o perseguir una mariposa armados con una red para insectos... pero las novedades comienzan pronto. En cuanto entramos en la tienda de Tom Nook (el mapache adorable y usurero) nos llaman la atención dos nuevos objetos.
El primero de ellos es el banco de trabajo. Cada ve que recogemos un plano y lo memorizamos, podemos construir un nuevo objeto (herramientas, muebles o decoraciones). Las materias primas que necesitamos son piezas de madera, minerales y arcilla... y con la cantidad adecuada, nos permiten un montón de opciones de crafting. Así que ya no tenemos que esperar a que la pala o el hacha estén disponibles en la tienda ¡podemos fabricarlas!
La otra gran novedad está en nuestro teléfono móvil (el terminal en el juego, por supuesto). ¡Tenemos un sistema de millas canjeables! Es una nueva "moneda" (además de las bayas) con la que podemos conseguir todo tipo de objetos. Y lo mejor es que las millas se consiguen con retos que están integrados en el gameplay de un modo natural. En general, nos han parecido más fáciles de conseguir que las bayas (y mucho más divertido).
Parece un montón de información para nuestro primer día en Animal Crossing para Nintendo Switch, ¿verdad? Pues abrochaos los cinturones porque el viaje sólo acaba de comenzar, mirad lo que pasa unas semanas después.
Unas semanas después...
Una vez que nos hemos instalado (y hemos cambiado nuestra tienda de campaña por una casa "en condiciones") descubrimos dos nuevas funciones que hacen nuestro mundo mucho más grande. La primera de ellas es la aparición de dos nuevas herramientas de navegación: la pértiga, que nos permite cruzar el río en cualquier punto, y una escala de mano, con que alcanzamos las zonas más elevadas del mapa o descendemos a las playas. Así, de un plumazo, tenemos acceso a un mapa mucho más grande y lleno de posibilidades.
La segunda novedad llega de la mano de la decoración. El rango de muebles que podemos encontrar, construir y comprar es enorme (con muchas influencias culturales) y nuestra casa estaba ya preparada para ello; es decir, además de la sala principal contaba con un dormitorio y el trastero, con una capacidad infinita para colocar elementos decorativos. Pero es que esta decoración de interior resulta mucho más profunda gracias a un nuevo interfaz tomado de Animal Crossing Happy Home Designer, que permite colocar cada elemento por cuadrículas y cambiar la perspectiva.
En cuanto a lo que se puede hacer en el exterior, hemos visto desde jardines japoneses a canchas de baloncesto completas. Es cuestión de echarle imaginación e ir comprando los elementos necesarios cuando aparezcan en la tienda de Nook. Y por cierto, el número de habitantes que podía disfrutar de nuestras habilidades decorativas ya se había duplicado.
...Y varios meses después
Cuanto más pasa el tiempo, más se notan los cambios en Animal Crossing New Horizons. Nuestra isla está urbanizada, con instalaciones que os sonarán a todos los veteranos, como el museo de Sócrates para exponer nuestros ejemplares de peces, insectos y fósiles, o el taller de las Hermanas Manitas, en que podemos comprar los conjuntos más atrevidos o vender nuestros diseños. También podemos visitar a Canela en el ayuntamiento, o dejarnos un dineral en la tienda de los Nook (en el juego repiten Tom, Nendo y Tendo).
Pero la parte que nos ha cautivado -y una de las grandes novedades- es la posibilidad de modificar la orografía del terreno a nuestro antojo. Esto significa que podemos sufragar obras públicas, como puentes y escaleras o ponernos el casco (en sentido literal) y empezar a cambiar el paisaje a golpe de pala. Podemos construir ríos y lagos, o tapar los que ya existen, y además la pala permite construir en altura, para crear nuestras propias montañas y mesetas. Por último, nuestro personaje (que ya ha cambiado las herramientas endebles por algo más profesional) es capaz de cambiar el pavimento.
Este tramo de juego nos deja una pista de cómo va a evolucionar Animal Crossing a lo largo del año. Por un lado tenemos el cambio en las estaciones y los eventos de fecha fija (como los concursos de pesca, la venta de nabos del fin de semana, las noches de Halloween o la Navidad), también irán llegando nuevos habitantes y objetos... y si nos atrevemos, podremos moldear el mapa a capricho.
Mmm, ¿se nos olvida algo? Pues claro que sí, el modo multijugador. Existen dos formas de jugar con amigos a New Horizons (en modo local u online). Nosotros hemos probado el local en una sola consola y nos ha parecido un modo muy entretenido, aunque con sus "peros".
Es una gozada compartir nuestra isla y nuestras creaciones con hasta 4 jugadores, pero hay que tener en cuenta que sólo uno de ellos actúa como "líder" y que los demás no tienen acceso al bolsillo, y por tanto no pueden fabricar nada. Son sólo "peones" que nos echan una mano con herramientas básicas como el hacha o la pala.
Tenemos la sensación de que nos queda mucho por descubrir, ¡pero es que se nos acaba el tiempo y además nos han guardado alguna sorpresa para cuando le echemos la zarpa encima al juego final, el próximo 20 de marzo! Por ahora, ponemos "la pata en el fuego" porque va a volver locos a todos los fans de esta saga (y somos legión).
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.