Xenoblade Chronicles 3 aspira a convertirse en el mejor JRPG del año - Impresiones de las primeras horas

A estas alturas, es indudable que Monolith Soft es uno de los estudios más preciados de Nintendo. Porque tras colaborar en el desarrollo de grandes juegos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild, Splatoon 2 o Animal Crossing: New Horizons, el estudio fundado por Tetsuya Takahashi viene dispuesto a salvar el verano de los usuarios de Nintendo Switch.

Y nada más y nada menos que con Xenoblade Chronicles 3, tercera entrega de una saga JRPG que nació hace 12 años en los circuitos de Wii, y que destaca por sus gigantescos y exuberantes escenarios, su profundo sistema de combate y su trama, tan interesante como enrevesada y plagada de giros de guion.

Había ganas de Xenoblade Chronicles 3, porque no hay mejor momento que el verano para sumergirse sin preocupaciones en un JRPG de esta escala, especialmente después del buen sabor de boca que nos dejó Xenoblade Chronicles: Definitive Edition. 

Nintendo nos ha permitido empezar la aventura con mucha antelación (algo que agradecemos, dado que todo apunta a que estamos ante un juego larguísimo) y hoy venimos para contaros qué nos han parecido las primeras horas en nuestras impresiones de Xenoblade Chronicles 3 para Nintendo Switch.

El nexo entre dos mundos

La historia nos lleva hasta Aionios, un mundo donde dos naciones, Agnus y Keves, viven enzarzadas en un conflicto que no parece tener fin. Los miembros de cada bando viven por y para el combate, literalmente: su esperanza de vida se reduce a 10 años y si no derrotan enemigos, su fuerza vital se desvanece. Están obligados a luchar para vivir.

Con esta premisa, el juego nos presenta a Noah, un soldado de Keves que es además un Eximio, nombre con el que se conoce a personas con la capacidad de mandar al más allá a los caídos en combate tocando una melodía con su flauta.

No vamos a contar nada más sobre el argumento, porque es siempre uno de los aspectos que más apetece descubrir en estos juegos. Sólo diremos que podéis estar tranquilos, pues ya en estas primeras horas queda claro que el juego conserva ese toque filosófico por el que se caracteriza la saga Xenoblade, cuestionando la naturaleza del conflicto o los motivos que llevan al enfrentamiento.

También tenemos que decir que la historia nos está recordando hasta cierto punto a Final Fantasy X, por los paralelismos que se pueden ver en que los personajes tengan "fecha de caducidad" o que sólo unos pocos agraciados puedan hacer el "rito del envío". Lo que os tiene que quedar claro es que nos está pareciendo súper interesante y nos ha atrapado desde el principio.

Hablemos de la jugabilidad, porque hay bastante que desgranar. La exploración sigue transmitiendo esa sensación de ser motas de polvo en un universo gigantesco, gracias al tamaño de los escenarios y, sobre todo, a una lograda sensación de escala.

Xenoblade Chronicles 3 nos invita mucho a explorar estos escenarios, a salirnos del camino que nos marca la historia, pues siempre hay algún elemento de interés, como contenedores llenos de objetos, minas de éter o cadáveres de soldados caídos. A veces, también nos encontramos con escaramuzas en las que obtenemos diferentes premios en función de a qué bando ayudamos.

En cuanto al sistema de combate, en esencia se mantiene inalterado respecto a los anteriores Xenoblade, lo que significa que se da una especial importancia al posicionamiento de los personajes respecto al enemigo y a saber elegir el momento adecuado para usar las distintas artes.

Lo más llamativo, al menos en estas primeras horas, es que se da más importancia que nunca a los roles que desempeña cada personaje y que se pueden dividir en tres: atacante, guardián y sanador. Aunque cada protagonista empieza con un rol asignado, llegado cierto punto es posible cambiarlo y aprender el de otro miembro del grupo, lo que aumenta considerablemente las opciones.

Esto, unido al hecho de que el grupo está compuesto por seis personajes, hace que tenga más sentido que nunca que se haya incluido por primera vez la posibilidad de cambiar de personaje en cualquier momento, ya sea mientras exploramos o combatimos, y sin necesidad de pasar por ningún menú.

Ahora bien, el cambio se realiza de una forma un tanto engorrosa, pus debemos rotar entre los personajes una a uno en lugar de poder elegir directamente al que deseamos. Y esto, en mitad del fragor de la batalla, puede ser algo molesto, más teniendo en cuenta que a veces son tan caóticas que cuesta seguir la acción.

Una de las mecánicas que más ha llamado la atención en los materiales de Xenoblade Chronicles 3 desvelados hasta el momento es lo que se conoce como la forma Uróboros, una habilidad que permite a dos personajes fusionarse para transformarse en una entidad de gran poder.

En estas primeras horas de juego sólo hemos tenido un breve vistazo a la mecánica, pero podemos decir que mola un puñado. Pasar a controlar a un EVA (porque no nos vamos a engañar, el diseño está claramente inspirado en Evangelion), no sólo es espectacular, también es un pedazo de guiño a Xenogears, el primer juego dirigido por Tetsuya Takahashi.

Si habéis jugado al resto de Xenoblade que se han lanzado en Nintendo Switch, es probable que os estéis preguntando qué tal se ve Xenoblade Chronicles 3. Y lo cierto es que de nuevo estamos ante un caso de luces y sombras: tanto en modo TV como en modo portátil, la imagen está poco definida y el framerate fluctua, aunque nunca de manera grave.

Por el contrario, cuando se muestran primeros planos de los rostros de los personajes, se puede apreciar un gran trabajo y un elevado nivel de detalle. Por su parte, los escenarios nos dejan con unas vistas sobrecogedoras, como de costumbre, y destaca la distancia de dibujado.

Con las animaciones encontramos también luces y sombras, pues hay muchas secuencias de diálogo en las que se recurre a un set de animaciones bastante robóticas... mientras que en otras ocasiones se despliegan escenas de vídeo que nos dejan con la mandíbula por los suelos gracias a su calidad y nivel de espectáculo.

En cuanto a la banda sonora, no tenemos absolutamente nada que objetar. Todo apunta a que estamos ante otra trabajo inolvidable al que vamos a regresar durante años. Es más, ya hay unas cuantas melodías que estamos escuchando fuera del juego porque son rematadamente buenas.

Y hasta aquí nuestras impresiones de Xenoblade Chronicles 3. Recordamos que esto no son más que las primeras horas de juego, así que no hemos hecho más que rascar la superficie y todavía queda mucho, muchísimo de lo que hablar... pero tendrá que esperar al análisis. 

Lo que sí os podemos decir es que estamos convencidos de que se trata de un juego muy especial... tanto como sus predecesores.