Logo Hobbyconsolas.com

La industria española del videojuego y Polonia; el camino a seguir

José Luis Ortega

The Witcher III Wild Hunt

La industria española del videojuego ha cambiado su enfoque durante estos últimos años. Gracias a un cambio estratégico y estructural, el sector patrio del ocio electrónico lleva años creciendo de forma exponencial. Pese a que estamos muy orgullosos de la edad de oro del software español, durante años se ha ido a la deriva y sin rumbo en la parcela de más crecimiento y expansión del mundo del entretenimiento, solamente otorgando esperanza por medio de obras esporádicas que nos volvían a poner en el mapa. Afortunadamente, como decimos, todo parece haberse enderezado. Y es en parte, porque da la sensación de que hemos sido capaces de mirar más allá de nuestro ombligo, siguiendo el ejemplo de un país referente en la industria de los videojuegos: Polonia.

Quizás muchos penséis que el país centro-europeo sólo se sustente tras el éxito de la saga The Witcher. Pero no, hay mucho más allá. Según Daniel Sadowski, co-fundador de Nitreal Games, en Polonia hay más de 500 estudios de videojuegos independientes, una cifra que supera de forma bastante importante a otras potencias económicas del viejo continente. Todo esto hace que cada año lleguen al mercado alrededor de cien juegos gestados en dicho país.

Análisis de This War of Mine: The Little Ones

Y no juegos cualquiera, sino títulos que desbordan bastante calidad o sagas de renombre. Ahí tenemos, además del mencionado The Witcher, otros juegos como This War of Mine, Sniper: Ghost Warrior, Lords of the Fallen, Bulletstorm, Dead Island, Dying Light, Superhot o Two Worlds entre otros. Juegos (juegazos) que nacen no solo de grandes editoras –que algún día empezaron por los cimientos- como CD Projekt Red, CI Games o Techland, sino también gracias al esfuerzo en la sombra de numerosos estudios independientes en los que el talento va floreciendo de forma progresiva a base de mucho esfuerzo.

Quizá la clave de todo ello la tenga Pawel Miechowski, de 11 bit Studios, quien asegura que “El éxito es un resultado de nuestro carácter nacional, entre otras cosas: para nosotros nada es imposible. Esta determinación de hacer algo que nadie más ha hecho todavía es crucial en los videojuegos”. Al final, todo se trata de intentar aportar aire fresco en la industria. Una enseñanza de la que parece que hemos tomado buena nota en España. Desde las compañías más potentes de nuestro país, como Tequila Works con The Sexy Brutale o Mercury Steam con Raiders of the Broken Planet, que apuestan por productos de lo más ambiciosos y originales, hasta por supuesto, los numerosos estudios independientes que tratan de hacerse hueco a base de ingenio, y que afortunadamente cada vez reciben más soporte gracias a iniciativas como PlayStation Talents, a start-ups como Demium Games (entre muchos otros) y por supuesto a una oferta formativa que cada vez apuesta más por lanzar cursos destinados al aprendizaje en diferentes campos de la industria del videojuego.

Cada máscara nos dará una nueva habilidad especial que tendremos que utilizar para rescatar a todos los invitados a la fiesta.
Cada máscara nos dará una nueva habilidad especial que tendremos que utilizar para rescatar a todos los invitados a la fiesta.

Tenemos el talento y las ganas de crecer, y eso se ve reflejado en las cifras. Según datos proporcionados por DEV en el Libro Blanco del Desarrollo Español de videojuegos, el sector productor de videojuegos españoles facturó en 2016 la cifra de 617 millones de euros, un 21 % más que 2015, e incrementó su plantilla un 22 %, alcanzando los 5.440 profesionales. Una muestra evidente de que la industria española del videojuego ha entrado en una fase de consolidación gracias a las 450 empresas y estudios legalmente constituidos que se reflejan del ejercicio del año pasado.

Todo esto es consecuencia de que España se ha fijado, de forma intencionada o no, en el imparable avance de la industria del videojuego polaco. La llegada de un nuevo videojuego patrio que resuene en todo el mundo está cada vez más próxima. Pero nunca hay que perder el norte, continuando por este sendero poco a poco. Al igual que hizo Polonia. Marcin Iwinski, fundador de CD Projekt, dijo que “aprendimos a hacer videojuegos paso a paso tratando de llegar a los jugadores con un mensaje universal. Con The Witcher III hicimos uno de los mejores juegos del mundo y ahora estamos apuntando a la cima. El cielo es el límite”.

The Witcher III - Figura de Geralt de Rivia

Un cielo que debe ser también el límite para cualquier desarrollador que forme parte de la industria española del videojuego.

Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.