Lomax, el plataformas de los Lemmings - ¡Un clásico a reivindicar!
Ya hemos mencionado en otras ocasiones que las consolas de 32 bits trajeron una verdadera fiebre por las tres dimensiones y todo el mundo (desde los usuarios hasta los propios desarrolladores) parecía obsesionado por ver el siguiente juego que nos mostrara LA REALIDAD en 3D. Sin embargo, también permaneció una corriente más "artesanal", que llevó los gráficos bidimensionales a base de sprites a un nuevo nivel. The Adventures of Lomax, también conocido como Lomax a secas, fue uno de esos títulos.
Normalmente, al pensar en plataformas 2D de la primera PlayStation, suelen venir a la mente juegos como Tombi y Klonoa, que ya os mostramos hace unas cuantas semanas. Sin embargo, no es tan común que los nostálgicos mencionemos este Lomax, que fue creado por Psygnosis, de la mano de Erwin Kloibhofer y Henk Nieborg, los mismos que habían creado Flink, otro plataformas relativamente desconocido de 16 bits, pero de gran calidad.
Ellos cogieron el universo propio de los Lemmings (los cuales estaban más acostumbrados a jugarse la vida en puzzles contrarreloj) y concibieron un juego de plataformas 2D de estilo muy clásico, que irremediablemente recuerda a la estética de los títulos de Commodore Amiga. Pero supieron aprovechar bien la potencia de la primera PlayStation y de los PCs de mediados de los 90, para aportar zooms, rotaciones, algunos elementos en 3D con texturas y un colorido casi hipnótico.
Por eso, nosotros queremos reivindicar este juego de Lomax como uno de los últimos representantes de las plataformas más clásicas en los años 90 y, claro, como parte legítima del universo Lemmings, que nunca logró recuperar su brillo de principios de la década, pero que siempre tendrá un hueco en nuestro corazón pixelado. Eso era una canción de Pastora Soler, ¿no?
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