Analizamos los preocupantes datos lanzados por Barlovento según los cuales la plataforma Netflix ha perdido 2,5 millones de usuarios en el primer trimestre de 2023.
Los datos no dejan lugar a dudas: los usuarios de Netflix no están nada contentos con la nueva política de la plataforma de streaming. Tampoco ayuda que se hayan filtrado conversaciones que se burlan de los fans de sus productos...
Cuando Netflix implementó el pasado febrero el fin de la práctica de compartir nuestra cuenta con cualquiera para pagar un poquitín menos, todos sabíamos que se avecinaba una sonada bofetada simbólica, y no tan simbólica, por parte de los clientes que la plataforma tenía en España.
Aunque en un principio barajábamos cifras de un millón de cuentas menos, finalmente, según revela un estudio de Barlovento van a ser 2,5 millones y medio menos en nuestro país, lo que supone una caída mucho más estrepitosa que podría ampliarse a medida que se sigan implementando cambios.
Parece ser que solo habría un replanteamiento de esta estrategia si, como se anunció hace unos días, Netflix sufre las mismas consecuencias en el país que más clientes le da: Estados Unidos. Si la reacción del público estadounidense es la misma que en España —nada indica lo contrario—, el descalabro en cifras de suscriptores puede ser tremendo.
Dicho eso, cabe destacar que, con pérdida incluida, Netflix sigue siendo la plataforma que más gente tiene contratada en nuestro país para ver películas y series, con más del 52 % de alcance entre la población y la mayor cuota de consumo: el 27% de los contenidos de streaming que se disfrutan en España son de Netflix, y por debajo están Prime Video y Movistar+.
¿Qué pensáis de estas cifras? ¿Vivirá Netflix una gran remontada? ¿Le tocará retractarse de los últimos cambios y volver a la senda anterior? Puede que no le quede más remedio que hacerlo y disminuir su producción propia.
Tengamos en cuenta que es de largo la plataforma que más contenidos estrena, a menudo solapándose unos con otros, sin promoción ni visibilidad. Antes de morir de éxito tendría que replantearse su principal problema: el decalaje entre volumen y calidad.
Descubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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