Resident Evil 8 Village renuncia a uno de los elementos básicos del "survival horror"
Capcom se puede considerar la inventora del "survival horror" moderno (incluso si tenemos en cuenta la influencia de clásicos como Alone in the Dark). La compañía japonesa sentó las bases del género con Resident Evil; ambientación terrorífica, combinación de puzles y enfrentamientos, y la escasez de recursos de los protagonistas. Y ha ido depurando estos elementos a lo largo de los años.
De hecho, cuando la saga Resident Evil se ha alejado de estos parámetros (en particular con las elevadas dosis de acción de Resident Evil 5 y 6) se ha perdido una parte esencial de su planteamiento. Son juegos que han tenido una peor recepción en crítica, pero cuyas ventas (RE 6 alcanza más de 11 millones de copias) y Resident Evil 5 más de 13 millones) han superado a las entregas "clásicas".
Con Resident Evil 7 Biohazard cambió la perspectiva en tercera persona por una cámara subjetiva, y aún así consiguió mantener la esencia de esta serie, gracias a una ambientación perfecta y esa sensación inigualable de sentirnos desamparados. Ahora, Resident Evil 8 Village (secuela directa del anterior) parece inclinarse de nuevo hacia la acción y renunciar a una de las mecánicas básicas: la escasez de municiones y recursos.
Por el momento sólo hemos tenido la oportunidad de jugar dos demos (Maiden, que era una secuencia que no estará en el juego final, y Village, con 30 minutos en la aldea Dimitrescu) y asistir a una secuencia de juego de una hora, con el primer tramo del castillo. ¿Por qué decimos que se inclina a la acción?
El primer motivo es que encontramos numerosas armas desde el comienzo del juego. Ethan recibe una pistola CZ RAMI de 9mm y la escopeta de cartuchos Winchester M1897, y antes de que se cumpla la primera hora de juego también consigue un rifle FR F2 con mira telescópica. Es una potencia de fuego considerable, a la que sumar un cuchillo (un arma irrompible que nos acompañará durante todo el juego) y minas antipersona, que podemos colocar como trampa para los lycans.
A estas armas hay que añadir otras que se han visto en tráilers, como el subfusil Skorpion, los fusiles de asalto AK 47 y Colt AR-15, y elementos contextuales que se pueden utilizar en nuestro beneficio: disparar a un barril explosivo acabará con todos los licántropos que se encuentran a su alrededor, y los sacos de harina crearán una nube de polvo que ciega temporalmente a los enemigos. Parecen muchas armas para un tramo tan corto de tiempo.
Tampoco faltan las municiones, tanto las que podemos recoger directamente en las cajas de suministro o las que podemos crear con materiales, pólvora y restos de chatarra, que se encuentran repartidos por el escenario. Y este sistema de crafting funciona también para curarnos, en lugar de las típicas plantas.
En general, tenemos la sensación de que el juego nos anima a acabar con todos los enemigos, en lugar de escapar de ellos como en los clásicos. Los licántropos abatidos dejan caer lei (la moneda del juego, que es una traducción del leu rumano) con que comprar municiones y mejoras en la tienda de Duke. Y los escenarios ocultan una serie de reliquias que también podemos vender.
Y hablando de mejoras, en la tienda podemos modificar la potencia, el tiempo de recarga, la capacidad del cargador y la cadencia de fuego. O ampliar las habilidades permanentes de Ethan, cazando animales y cocinando su carne (también en la tienda).
Después de este despliegue ofensivo, Resident Evil 8 Village parece renunciar a la parte de "supervivencia" ¿cómo mantener el terror, entonces? De nuevo, podemos juzgar sólo por lo que hemos visto en los tráiler, en el gameplay inédito y en las dos demos de juego.
El juego consigue dar miedo gracias a la ambientación (en lo poco que hemos visto ya hay unos cuantos sustos y zonas en que Ethan se mantiene oculto mientras observa a los principales enemigos; Lady Alcina Dimitrescu y sus hijas, Heisenberg o Madre Miranda).
El segundo aspecto es la presencia de supervivientes, que ayudan a la narrativa. Como ya dijimos en nuestras impresiones después de ver un gameplay de un poco más de una hora: no sólo pasamos miedo registrando una casa a oscuras, escuchando con atención el crujido de las pisadas y descubriendo con horror el reguero de sangre que se filtra desde el piso de arriba, sino que tenemos una nueva perspectiva; el terror que pasan los aldeanos.
Vamos a encontrarnos un grupo de supervivientes, heridos y necesitados de ayuda, que nos van a poner en situación. Son personajes devotos y supersticiosos, que se esconden de los licántropos armados con lo que tienen a mano (tampoco faltan ristras de ajos colgadas en sus casas).
Por último, para compensar el arsenal de Ethan Winters, nada como enemigos que sean invulnerables a las armas convencionales. Por el momento, esto es lo que nos ha parecido Alcina Diimitrescu, la enorme mujer vampiro. Es un personaje que nos persigue por el castillo, apareciendo en el momento en que menos lo esperamos, como Mr. X en Resident Evil 2, Nemesis en RE3 y Jack Baker en Resident Evil 7.
El hecho de que sea "indestructible" nos obliga a escapar en lugar de acudir a un enfrentamiento, y pone por las nubes nuestro nivel de adrenalina (dejando a un lado el estupendo diseño del personaje). Es una forma muy inteligente de compensar la facilidad con que podemos abatir a los lycans.
El próximo 7 de mayo, con el lanzamiento del juego, sabremos qué otros recursos aprovecha Resident Evil 8 Village para mantener la terrorífica ambientación de la saga, que esta vez deja a un lado los zombies y se refugia en elementos del folclore de Europa del Este como brujas, vampiros y hombres lobo.
Descubre más sobre David Martínez, autor/a de este artículo.
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