¿Te gustan los metroidvania? No puedes perderte Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread

Se suele decir que no hay que juzgar un libro por su portada, por aquello de que la imagen escogida para ilustrar la obra no es representativa de la calidad de sus páginas. Este dicho tan popular, sin embargo, no se puede aplicar del todo a los videojuegos... al menos no en la actualidad.

Porque si tenemos interés en un juego, basta con ir a YouTube, escribir el título y sentarnos a contemplar tropecientos vídeos que nos permitan hacernos una idea bastante exacta de lo que vamos a encontrar. Si lo que vemos nos impresiona, es probable que le demos una oportunidad; y si lo que vemos no nos convence... ya sabéis lo que pasa.

Pero con Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread, un juego desarrollado por Allods Team Arcade que ya está disponible en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC, hemos aprendido una valiosa lección: no hay que juzgar un juego ni por su portada... ni por sus vídeos.

Porque no os vamos a mentir: cuando lo vimos en movimiento no nos convenció. Quizás fuese su estilo artístico, o el hecho de que hemos jugado a muchos títulos de acción y plataformas 2D con desarrollo metroidvania, especialmente en los últimos años.

Pero incluso aunque no sea el juego más innovador del mundo, cuando las cosas se hacen bien se nota. Desde luego nosotros lo hemos notado en el momento en que hemos empezado a jugar y no hemos podido soltar el mando. Os contamos por qué, y por qué deberías darle una oportunidad, en nuestro análisis de Blast Brigade vs. the Evil Legion of Dr. Cread.

Sin Tiempo Para Vivir

La premisa es sencilla: una organización de superespías conocida como Blast Brigade envía a tres de sus mejores miembros hasta una isla pérdida en el océano para enfrentarse al nuevo villano de turno que amenaza la paz mundial: el malvado Dr. Cread. Mientras sobrevuelan la isla, un proyectil destruye el avión en el que viajan y se ven forzados a saltar, dejando atrás todas sus armas y equipo.

Como seguramente estaréis imaginando, la historia está cargada de humor, referencias y alguna que otra crítica bastante ácida. Por ejemplo, el protagonista y primer personaje al que conocemos es el agente Jeff Jefferson, el típico machito musculoso y descerebrado al que lo único que le importa es luchar por los Estados Unidos de América™.

Desde luego la historia no es su punto fuerte, y si estáis buscando un juego con una narrativa potente o que se tome en serio a sí mismo, deberías mirar en otra parte. Aun así, tiene algunos elementos que nos han llamado la atención, como el hecho de que justifiquen argumentalmente una mecánica como el cambio instantáneo de personaje.

En lo jugable podéis esperar lo habitual de esta clase de juegos, es decir: acción y plataformas con desarrollo 2D. Destaca que para atacar utilizamos armas de fuego, pudiendo utilizar el joystick derecho para apuntar (aunque la puntería es semi-automática, así que no es necesario ser ultra preciosos con los disparos).

Contamos con armas principales, cuya munición es infinita, y armas de apoyo, cuya munición es finita (pero se puede "recuperar" al derrotar enemigos). En ambos casos, es importante tener en cuenta la recarga, pues se realiza de forma automática y, si no somos cuidadosos, puede dejarnos vendidos en el peor momento.

Además de esto, en Blast Brigade encontramos una cantidad bastante elevada de objetos adicionales que nos invitan a explorar hasta el último rincón de sus mapas: células para aumentar la salud y la energía, kits de fabricación para construir o mejorar los edificios del HUB, objetos coleccionables para obtener nuevos atuendos y armas... 

Es un juego grande, con una duración que puede superar fácilmente las 20 horas a poco que nos pongamos a explorar en busca de secretos.

Existe también un sistema de módulos que nos ha recordado bastante a los amuletos de Hollow Knight. Son una serie de mejoras que podemos activar, aunque dentro de unos límites, y que nos confieren efectos de todo tipo: aumentar el tamaño de los cargadores, los enemigos sueltan más oro,  reducción de la cadencia de disparo... Hay un gran número de ellos y todos con efectos muy diferentes.

Por cierto, a la hora de explorar y recolectar objetos, Blast Brigade también presenta zonas de plataformeo muy intensas en las que debemos sacar partido de las habilidades de desplazamiento para cruzar abismos y sortear pinchos. De nuevo, nos viene Hollow Knight a la cabeza... 

De hecho, también en ese sentido, tenemos que mencionar que es un título con un nivel de desafío muy, muy bien medido. No es un juego ni excesivamente fácil ni condenadamente difícil, y si no somos cuidadosos es fácil diñarla... Especialmente frente a los jefes, que ofrecen combates muy clásicos en los que descubrir y aprender su patrón de ataques es una obligación.

Como buen metroidvania, contamos con una serie de habilidades que nos permiten acceder a nuevas partes del mapa. Pero aquí es donde Blast Brigade hace las cosas de una manera algo diferente: hay un total de cuatro personajes que podemos desbloquear al avanzar en la aventura, y cada uno de ellos cuenta con habilidades específicas para avanzar.

Por ejemplo, Jeff es el que cuenta con un lanzagranadas para destruir obstáculos, mientras que la espía Shura dispone de un gancho con el que puede columpiarse y alcanzar lugares elevados. Esto hace que a la jugabilidad metroidvania habitual, se le sumen los cambios de personaje.

Pero la clave de todo reside en que Blast Brigade es uno de esos juegos que son muy satisfactorios a los mandos. Ya sea al disparar o al saltar de plataforma en plataforma, los controles son precisos y responden a la perfección. Y aunque de inicio nuestra movilidad es limitada, al desbloquear nuevos personajes obtenemos habilidades que hacen que el desplazamiento también sea muy satisfactorio.

Finalmente, os hablamos del apartado audiovisual, donde también hay sorpresas. Como decíamos al principio, el estilo artístico escogido no termina de convencernos; al contemplar imágenes estáticas, es inevitable acordarse de los "juegos Java" que eran tan populares hace unos años (¿o lo siguen siendo?).

Sin embargo, cuando vemos Blast Brigade en movimiento, la cosa cambia por completo: los escenarios desbordan color y su estilo simplista, que nos ha recordado a series de Cartoon Network como Samurai Jack, tiene mucha personalidad. 

Lo mismo sucede con los personajes, pues lejos de estar poco trabajados, cuentan con un gran número de animaciones, tanto a la hora de jugar como durante los diálogos, en los que sus rostros muestran diferentes expresiones para reflejar su estado de ánimo. Un ejemplo: la expresión en la cara de Jeff cambia en función de si está quieto, corriendo, saltando o realizando un dash.

Es más, y aquí puede que nos equivoquemos, pero creemos que tanto los personajes como los enemigos son en realidad modelos 3D... O desde luego poseen animaciones que, por momentos, consiguen ese sorprendente efecto. 

Así que, como decimos, no juzguéis Blast Brigade por las imágenes (¡ni por los vídeos!), pues no hacen justicia a la calidad que atesora esta pequeña sorpresa. Seguramente no pasará a la historia y es muy probable que poca gente llegue a descubrirlo, pero si le dais una oportunidad os aseguramos que no os va a decepcionar.