Análisis de Bravo Team para PSVR y VR Aim Controller

Bravo Team es el tercer desarrollo de Supermassive Games en realidad virtual. El equipo que se consagró con la aventura de terror Until Dawn para PS4, ha experimentado diversas maneras de jugar con PSVR: Until Dawn Rush of Blood era un juego de pistola sobre raíles, con una ambientación aterradora y un ritmo frenético. Por su parte The Inpatient era todo lo contrario: una aventura narrativa, con un ritmo pausado y muchos diálogos. Con Bravo Team, exploran un nuevo género: el "shooter" táctico con modo cooperativo. 

Nos encontramos ante la versión más envolvente de un género que, ha arrasado en tercera persona: los disparos con coberturas. Se trata de moverse como una unidad de combate, manteniéndose a cubierto para flanquear a los tiradores enemigos y agachando la cabeza cuando abran fuego. Y en realidad virtual, puede ser lo más parecido a una operación de combate real. 

Un arma virtual

Para reforzar el realismo de estos enfrentamientos, el juego requiere el mando de control VR Aim Controller. Es el mismo fusil de asalto que ya hemos utilizado en Farpoint (y que era compatible con Doom VFR) y que consigue que tengamos la sensación de encarar un arma.   

La verdad es que con este planteamiento (y me permito una nota personal en el análisis) es el juego por el que me compraría un dispositivo VR sin pensármelo dos veces. Pero una cosa es lo que promete, y otra muy diferente es si Bravo Team lo consigue. 

El juego está ambientado en una capital de Europa del Este sin especificar, durante un golpe de estado del general Mustavich para derrocar a la presidenta Yelena Toma. Los dos miembros del Bravo Team son miembros de la escolta de Toma, y deben abrirse paso desde un puente -en que los golpistas atacan su convoy- hasta una zona segura, en el palacio presidencial.

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Por el camino, deben acabar con todo lo que se mueva (las tropas insurgentes). La parte de los disparos es muy notable. El entorno es realista, y gracias a la realidad virtual, nos mete completamente en situación (ni siquiera hay música, sólo escuchamos disparos, helicópteros y explosiones). Por su parte, el comportamiento del Aim Controller -convertido en un HK G-36 G con mira redpoint- es muy bueno, así como el del arma secundaria, una pistola con silenciador. 

Mientras estamos apostados, los enemigos nos atacan por todos lados, y nos limitamos a apretar el gatillo y recargar. La sensación es la de estar jugando a un Time Crisis, pero más sofisticado (y en el modo historia sin el agobio de la cuenta atrás). Pero el problema del juego, lo que le impide brillar, está en la parte táctica. 

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Movimientos tácticos

Contamos con multitud de lugares a los que trasladarnos: basta con señalar nuestro destino y presionar el botón X. Pero entonces, en una inexplicable decisión de diseño, la cámara pasa a tercera persona y nos vemos a nosotros mismos avanzar. El fallo no es sólo que nos saque de la situación, sino que al llegar a la nueva cobertura, no sabemos bien hacia dónde estamos apuntando. 

Durante los cambios de posición no tenemos control del personaje, pero sí podemos recibir impactos de bala (otra injusticia), y además, puede que el lugar al que vayamos a llegar esté expuesto, por ejemplo, a un tirador elevado al que no veíamos en la posición anterior. De modo que nuestra estrategia queda anulada por la situación.

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No es que sea un defecto demasiado grave, pero le resta tensión al desarrollo de Bravo Team. Por otro lado, la cooperación con el segundo miembro del equipo (puede ser un amigo online o la IA de la consola) se limita a dividir los caminos en contadas ocasiones y prestar primeros auxilios si uno de los dos cae abatido por un disparo. Eso sí, podemos comunicarnos con el micrófono o hacer gestos con el stick (lo que mola bastante). 

En momentos muy determinados, también podemos usar el movimiento entre coberturas para acercarnos a un enemigo sin que nos vea y eliminarlo con sigilo (de nuevo en tercera persona) lo que nos facilita un poco las cosas. 

El rifle de francotirador

Podemos recoger dos armas adicionales: una escopeta de cartuchos y un fusil de precisión, con una mira telescópica que funciona de escándalo. Ni "zoom" artificial, ni botones para contener la respiración... los disparos se hacen pegando la cara a la culata, acercando el ojo a la mira y con un pulso firme. Aunque tiene un nivel específico para sacarle todo el partido -las azoteas- la verdad es que es una gozada utilizarlo en todo el tramo final.

Bravo Team se acaba pronto. en total son siete escenarios que podemos jugarnos en dos sesiones, aunque repetiremos. Además cuenta con un modo extra, de puntuación, en que se valoran los enemigos abatidos, los disparos recibidos y el tiempo que tardamos en superar cada nivel.  

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Buen nivel técnico, pero corto de opciones

Técnicamente el juego está a un buen nivel, aunque hay texturas que tardan en cargar, los enemigos se repiten y todos los escenarios resultan bastante parecidos entre sí (apenas hay zonas cubiertas o interiores). Nosotros lo hemos disfrutado mucho, pero echamos en falta la posibilidad de utilizar granadas y, sobre todo, de disponer de un arsenal mayor, ya que las armas son lo que le da "vidilla".

Si nos ponemos, ya que se trata de un juego realista, hubiese ganado enteros con algo más de contexto (una ciudad real, fuerzas especiales de algún ejército conocido, y alguna motivación más que estar en el lugar equivocado en el momento equivocado). Pero son detalles pequeños, que quedan a la sombra de los emocionantes intercambios de fuego.