Análisis Cobra Kai The Karate Kid Saga Continues para PS4, Xbox One, PC y Nintendo Switch

Cobra Kai es una de las mejores series de los últimos años (primero estrenada en Youtube y ahora en Netflix). Todo un guiño para aquellos que disfrutamos de Karate Kid en los años 80 y una manera de atraer a las nuevas generaciones a esta vieja saga de artes marciales. Si no la habéis visto aún, es el momento de que os lancéis... antes de que se estrene la tercera temporada en unos meses. 

Y como se trata de una serie con constantes referencias "ochenteras" no se nos ocurría mejor manera de adaptarla a videojuego que un "brawler", como han hecho GameMill y Flux Games con Cobra Kai The Karate Kid Saga Continues. Su trabajo, ya os lo adelantamos, es de una fidelidad sorprendente, que nos ha dejado boquiabiertos, como fans de la serie. 

Además Cobra Kai The Karate Kid Saga Continues llega en un momento de renacimiento del género. Hace un par de días os ofrecíamos nuestro análisis de 9 Monkeys of Shaolin (un juego basado en el cine de artes marciales clásicos) y no hace tanto que hemos podido disfrutar de Battletoads para Xbox One y PC,  Streets of Rage 4, o River City Girls (ambientado en el universo de Kunio Kun). Para derrotar a todos estos juegos la estrategia de Cobra Kai es conocida: Golpea primero, golpea fuerte, no muestres piedad. 

Para golpear primero Cobra Kai cuenta con un buen argumento, que se desarrolla en paralelo a la segunda temporada de la serie, con secuencias estilo cómic y los mismos actores de voz. Y como cualquier fan esperaría, lo primero es escoger de qué lado nos ponemos: Cobra Kai, el dojo de Johnny Lawrence (los "malotes" de la serie, con buen corazón) y Miyagi Do Karate, el dojo de Daniel Larusso (los "buenos"). 

Cada uno de ellos cuenta con los personajes más representativos (tenemos 8 luchadores en total), que incluyen a los dos senseis, además de Miguel, Hawk, Tory (la novia de Miguel en la temporada 2), Robby, Sam e inexplicablemente, Dimitri (que durante toda la serie muestra su habilidad para no pelear, pero que en el juego se defiende igual que el resto). Durante el mismo nivel, podemos controlar a varios personajes, alternándolos con la cruceta de control.

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Así vamos superando una serie de peleas callejeras, en que le plantamos cara a más de 40 tipos de enemigo (pertenecientes a tribus urbanas como los "pijos", mamás, hippies...) con ataques específicos realizados con sentido del humor. En total, son 28 niveles; un tamaño más que considerable para tratarse de este género, y cada uno recupera una zona "reconocible" de Los Ángeles. 

Strike first, strike hard, no mercy

El sistema de combate es uno de los grandes aciertos de Cobra Kai The Karate Kid Saga Continues. Tenemos más de 200 ataques disponibles, partiendo de combos sencillos de puñetazo y patada, golpes contextuales aprovechando algunos elementos del escenario, ataques con armas y la posibilidad de rellenar un indicador para ejecutar especiales (exclusivos para cada personaje). Hay más, también podemos agarrar a los oponentes y realizar sencillas llaves, como en Final Fight. 

Tenemos la posibilidad de detener los ataques o esquivar. Y a medida que desbloqueamos nuevas técnicas las podemos seleccionar en "sets" que se seleccionan con L2 y R2 y que consiguen diferentes efectos con los botones de ataque básicos. Todo este sistema puede parecer complejo, pero se domina rápidamente y resulta muy fluido. El juego recompensa la variedad de combos, así que merece la pena hacerse con todas estas técnicas. 

Casi es como tener controles de un juego de lucha en un "brawler" aunque la respuesta no es tan precisa como nos hubiera gustado. 

También el sistema de progreso se ha cuidado con mimo. Las mejoras de los personajes se compran con monedas que sueltan enemigos derrotados. Podemos optar por mejorar a un luchador o mejorar el dojo, y ganar habilidades para todo el grupo. Y hay mucho por desbloquear. Por si eso fuera poco, otra manera de mejorar es cumplir retos, que se compran en la oficina del dojo y que nos dejan recompensas especiales. La profundidad del juego se completa recogiendo los objetos ocultos en cada escenario. Y para ponerle la guinda a este tributo a la serie, podemos jugar a dobles en modo local, lo que multiplica la diversión del juego. 

Cobra Kai Never Dies

Hablando de la fidelidad a la serie, no sólo se trata de los personajes y localizaciones, sino también de detalles como el pulpo de peluche que regaló Miguel a Sam en su primera "no es una cita", y que ahora podemos aprovechar para golpear, la aparición de secundarios como la madre de Miguel, recoger bonsáis... infinidad de referencias que se completan con una banda sonora ochentera (aunque sin temas licenciados, lo que ya hubiera sido genial) y con comentarios como "en mis tiempos los esqueletos eran algo guay".

La recreación de los personajes está muy conseguida, con un estilo "cel shading" cuidado, pero el apartado técnico tiene sus irregularidades. La primera de ellas es que alguna de las animaciones son un tanto robóticas, y rompen la fluidez del combate. La más evidente, sin embargo, es que los escenarios no están tan cuidados como los luchadores, y estropean un poco la gran sensación que nos ha dejado el juego. 

En definitiva, Cobra Kai ha sido una sorpresa muy agradable. Ha llegado casi de puntillas, como un juego "pequeño" basado en una licencia que se puede considerar menor. Pero es un juego al que se le ha puesto mucho cariño, está lleno de guiños a la serie (hasta en el tipo de comida que recoge cada personaje para recuperar energía) tiene sentido del humor, mucha profundidad... un homenaje que va a flipar a los fans.  

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