Análisis Lego Bricktales para Nintendo Switch, PS4, PS5, Xbox One, Series X|S y PC, ¿aventuras con ladrillo o que son un ladrillo?

Desde su primer lanzamiento en 1995, los videojuegos de LEGO han combinado títulos con ideas originales junto con licencias, obteniendo distintos resultados... algo que sigue sucediendo hoy día como demuestra este LEGO Bricktales, disponible el 12 de octubre las tiendas digitales de cada consola y Steam. 

Lo que es innegable es que los mayores éxitos han venido de parte de los juegos con licencia, como avala el primer LEGO Star Wars de 2005, título que dejó la construcción con piezas en un plano más anecdótico y automático, algo que, como vamos a ver en este análisis de LEGO Bricktales, no sucede en la última propuesta con la conocida marca danesa.

Vaya por delante que LEGO Bricktales es un juego "distinto" a otras propuestas con los ladrillos LEGO. Se trata de una aventura sencilla y con el haitual sabor "para todos los públicos", que pone el foco en la creación y construcción con piezas de LEGO para resolver pequeños rompecabezas.

Prueba de este estilo diferente es que aquí no vas a cargarte el escenario para coger monedas, ni hay un botón de ataque dedicado, ni siquiera uno para saltar. Para este análisis lo hemos jugado en Steam Deck, aunque está disponible para Nintendo Switch, PS4, PS5 y Xbox y PC, claro.

Si historia nos convierte en el nieto de un científico que la lía parda y destruye un parque de atracciones, pero que gracias a un invento suyo que ha regresado del espacio, descubre cómo solventar el caos que ha provocado.

¿Eres tú, LEGO Dimensions?

Como si se tratara de LEGO Dimensions, el malogrado juego "toys to life", tendremos que adentrarnos en 5 portales, que nos conducen a distintos lugares, para hacer feliz a la gente y con ello conseguir unos ladrillos especiales que nos ayudarán a restaurar el parque.

Sencillo, ¿verdad? Cada portal nos conduce a un mundo de temática distinta, en sintonía con las distintas líneas temáticas de LEGO; como puedan ser el medievo, el desierto o la jungla.

En cada portal nos aguarda una historia sencillita, desde rescatar a una expedición accidentada en la jungla a acabar con la maldición de una faraona o averiguar porque los siervos de un castillo caen enfermos.

Todos estos lugares cuentan con un escenario único, que está compuesto por pequeños dioramas interconectados, por los que deambulamos con vista isométrica. La cámara es automática al movernos por el mundo, y gira al intentar avanzar por esquinas y similares.

Como hemos adelantado, y a diferencia de otros juegos de LEGO, aquí no destruimos la mayoría de objetos que vemos, ni hay zonas plataformeras, ni monedas... 

En LEGO Bricktales exploramos el entorno, hablamos con los NPC para cumplir objetivos que hagan avanzar la historia, interactuamos en puntos concretos (a veces, necesitamos objetos como un látigo) y realizamos tareas opcionales como encontrar coleccionables, que tampoco faltan.

Entre ellas están encontrar un número de animales o abrir unos cofres, que nos dan la moneda de cada portal, con el que comprar los objetos para personalizar a nuestro muñeco (cascos, cuerpos y piernas temáticas del portal) así como ladrillos de color.

En general todo en LEGO Bricktales se mantiene bastante sencillo y asequible, aunque en una primera visita a cada portal es imposible conseguirlo todo, por cómo está estructurado el juego.

Nos faltará alguna habilidad que iremos consiguiendo en otros portales, y que nos permiten, dar un culetazo en el suelo o descubrir objetos ocultos (la imagen de abajo), entre otras cosas.

Contamos con un dial para cambiar entre las habilidades desbloqueadas, pero no podemos tener dos de ellas activas al mismo tiempo (tener una seleccionada imposibilita que podamos usar otra al mismo tiempo).

A construir, que son dos días

Pero la gracia aquí es que, según avanzamos en la historia en cada portal, tendremos que ir construyendo en los dioramas inventos que sean útiles para que la historia y los personajes avancen, y que tras fabricarlos, aparecerán en el escenario y tendremos que usarlos.

Puede ser improvisar una escalera o una pasarela para evitar los accidentes del terreno o crear un helicóptero o el asiento de una tirolina para llegar a lugares de otro modo inaccesibles. O crear un puente, un camino para una maquinaria pesada, una vagoneta para transportar carbón...

La "creación" de estos inventos es quizá el aspecto que más diferencia este juego de LEGO respecto a otros títulos con la licencia, y quizá es el título que está más en sintonía con LEGO Worlds. 

Para que los jugadores no se vuelvan locos, para cada invento contamos con un set limitado de piezas, y debemos apañárnoslas para crear lo que se nos pide con lo que nos dan. Suelen sobrar.

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Análisis LEGO Bricktales (4 imágenes)

Así, un espacio rectangular con los bordes blancos delimita la zona en la que podemos construir, donde además encontramos los puntos de sujeción iniciales. Lo que crees ya es cosa tuya, y puede ser más o menos simple, dependiendo del tiempo que quieras editar.

La gracia es que para poder validar nuestra construcción, primero tenemos que testear su resistencia o si aguantará nuestro peso al usarlo, utilizando una "simulación". Si algo falla en nuestra construcción, tendremos que sacar el niño ingeniero que llevamos dentro y reparar el error, o no podremos seguir avanzando.

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De hecho, algunas construcciones son en realidad pequeños puzles, en los que tendremos que colocar, por ejemplo, una serie de objetos en un mostrador siguiendo unas indicaciones, construir una pieza que nos permita activar un mecanismo en un puzle o reconstruir un mosaico.

Es en algunos de estos casos donde la simulación es realmente útil para detectar los errores de lo que estamos construyendo, para ir viendo sobre la marcha si lo estamos haciendo bien o no.

Lo cierto es que el control de esta fase de creación de LEGO Bricktales es en ocasiones un poco farragosa, dado que atinar con el punto exacto donde queremos colocar la pieza, incluso con la ayuda de las sombras (que indican donde van a caer), a veces es un poco complicado.

Podemos ajustar su altura, su posición en los tres ejes... pero si se topa con otra pieza puede superponerse, lo que nos obliga a usar combinaciones como LB/L1 + la cruceta para ajustar su altura. También, un leve toque al stick puede llevar la pieza a donde no queríamos.

Además, a veces, hay fallos en los comportamientos de las piezas, algunas desaparecen aunque están bien ancladas (un perímetro rojo nos dice si están mal). En fin, la idea es buena, la ejecución no es perfecta, a día de lanzamiento.

Pero como decimos, no es nada que bloquee o rompa el juego, pero dado el enfoque casual y para todos los públicos, estos fallos (incluido el control, que no es especialmente intuitivo, ni particularmente cómodo) afectan a las sensaciones finales que deja el juego.

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LEGO Bricktales (6 imágenes)

Construcción, ¿y luego qué?

Una vez completada una construcción, tenemos acceso al "modo libre" de ese objeto, en el que podemos editar esa construcción con piezas extra, algo que sin duda agradecerán los constructores más empedernidos que disfruten haciendo más complejas sus creaciones.

Esto es a grandes rasgos lo que ofrece LEGO Bricktales, un juego sencillito en sus mecánicas, pero entretenido para aquellos que disfruten más con la creación con piezas LEGO que cualquier otra cosa. Todo, por supuesto, regado con el humor y las situaciones chorra tan típicas en los juegos de las piezas danesas.

¿Es divertido? Pues depende. Las historias de cada portal son bastante chorra. El humor, totalmente blanco y tontorrón. Los momentos de creación tienen sus fallos (incluso en detalles como centrar la cámara), pero si te gusta construir con LEGO, seguro que te lo pasarás bien. 

Si por el contrario, esperas algo en la línea de LEGO Star Wars La Saga Skywalker, aquí no vas a encontrar nada de eso, ni IPs conocidas, ni una jugabilidad rebosante de acción. Por no tener, no tiene ni modo cooperativo, algo habitual en los juegos de LEGO.

Pero no queremos terminar nuestro análisis de LEGO Bricktales dejando la sensación de que es un juego "malo". Simplemente es una experiencia que pone más énfasis en la parte de creación, algo que quizá encaje mejor con el público más pequeño o los jugadores con mayor vocación de creadores.