Análisis Need For Speed Hot Pursuit Remastered

Tras el enorme éxito de Need For Speed: Underground (2003), Underground 2 (2004) y Most Wanted (2005), la saga de velocidad de Electronic Arts fue frenando hasta perder posiciones. Por eso, la compañía decidió que había llegado el momento de darle una "vuelta de tuerca" a la fórmula... Y qué mejor forma de hacerlo que regresando a los orígenes.

De esta forma, y con un subtítulo en homenaje a la tercera entrega, en 2010 se lanzaba Need For Speed Hot Pursuit para PS3, Xbox 360, Wii, PC y dispositivos móviles. El tuning desapareció por completo para centrarse en las persecuciones policiales, uno de los aspectos más celebrados de la saga. Pero quizás lo más interesante sea que fue el primer Need For Speed desarrollado por Criterion Games, estudio responsable de otra gran saga de velocidad (y tortazos): Burnout. Si os apetece recordar el análisis original, podéis hacerlo por aquí.

Y ahora, diez años después, Electronic Arts ha decidido recuperar toda la emoción y la velocidad de dicha entrega, aparcándola en las consolas actuales con una nueva capa de pintura bajo el nombre Need For Speed Hot Pursuit Remastered. Los responsables de esta remasterización son Stellar Entertaiment, quienes también se encargaron de poner al día Burnout Paradise en 2018.

NFS Hot Pursuit Remastered estará disponible el 6 de noviembre en PS4, Xbox One y PC, mientras que a Nintendo Switch llegará el día 13. ¿Logrará escapar de los maderos o acabará en chirona? Os lo contamos en nuestro análisis de Need For Speed Hot Pursuit Remastered.

Más rápido, más fuerte... MÁS RÁPIDO

Como comentábamos al principio, Need For Speed Hot Pursuit Remastered se alejó por completo de la personalización de vehículos, así que si estáis buscando algo parecido al tuning de los Underground, este no es vuestro juego. Lo mismo se puede aplicar al desarrollo en mundo abierto que adoptaron las entregas previas: si bien en NFS Hot Pursuit Remastered es posible desplazarse con libertad por Seacrest, la región ficticia de Estados Unidos donde se ambienta, ni se trata del modo de juego principal, ni es el método para acceder a carreras, desafíos, etc.

En su lugar, en Need For Speed Hot Pursuit Remastered tenemos el Autolog, que viene a ser una especie de Facebook. Tenemos un muro donde se publican diferentes hitos, nuestro perfil de piloto, el garaje, una lista de amigos (que incluye sugerencias), el modo online... y el modo historia. Es en este último desde el que accedemos al mapa para seleccionar las carreras, que se dividen en dos vertientes muy diferenciadas: corredor y policía.

Corredor es la vertiente más clásica: carreras a toda velocidad, en solitario o compitiendo contra otros participantes. Como suele ser costumbre en la saga, hablamos de carreras ilegales, así que en la gran mayoría de casos la policía se une a la fiesta y además de intentar quedar los primeros, debemos evitar las embestidas y los controles policiales.

Como ya habréis adivinado, la vertiente policía nos pone del lado de la ley para dar caza a los corredores ilegales. Escojamos la vertiente que escojamos, dentro de cada una hay varios modos de juego. Si a esto le sumamos las medallas, que se otorgan en función de aspectos como el tiempo o el daño (depende de la prueba), el resultado es un juego con un sabor muy arcade, que nos pica a superarnos constantemente para conseguir el oro en todos los desafíos.

Y no sólo medallas: también vamos desbloqueando nuevos vehículos (la selección es muy variada y numerosa), y al subir de nivel como corredores y policías vamos consiguiendo nuevas funciones. También tiene de arcade el hecho de que el apodado "modo historia", de historia, tiene más bien poco. Pero sinceramente no es algo que nos preocupe demasiado.

Hablando de arcade, el control sigue siendo uno de los puntos fuertes de Need For Speed Hot Pursuit Remastered. Criterion logró alcanzar el punto exacto entre simulación y arcade, sin decantar demasiado la balanza hacia un lado u otro. Aquí se ha respetado al máximo, así que prefiráis el estilo que prefiráis, os vais a sentir bastante cómodos conduciendo. 

Algo que destaca y mucho en Need For Speed Hot Pursuit Remastered, además de lo lograda que está la sensación de velocidad, es la acción: se puede notar la mano de Criterion desde el momento en que pisamos el acelerador y nos estrellamos contra un quitamiedos, viendo cómo nuestro vehículo sale despedido por los aires mientras llueven chispas y restos de metal por todas partes a cámara lenta (esta gente venía de hacer Burnout, así que cero sorpresas aquí). Pero también en aspectos como las armas: ya seamos corredores o policías, en muchas misiones tendremos acceso a diferentes "objetos" que podemos activar con la cruceta, y cuyo uso invita a usar cierta estrategia.

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Por ejemplo, como policías podemos colocar controles que frenan el avance del corredor, algo especialmente útil si vemos que se nos escapa. Y por supuesto las bandas de pinchos son ideales cuando se usan en combinación con la visión trasera que ofrece el retrovisor: en cuanto vemos que un coche se acerca a rebufo... es el momento de pulsar el botón. También hay artilugios bastante interesantes, como el pulso electromagnético, que le dan todavía más vidilla a las ya de por sí entretenidas carreras.

Vale, hasta ahí todo correcto. Si jugasteis a Need For Speed Hot Pursuit en su día probablemente estaréis pensando que no hemos contado nada nuevo (y estáis en lo cierto). Entonces, ¿qué novedades presenta la remasterización? En primer lugar, y como suele ser habitual en estos casos, hay una mejora gráfica: mayor resolución y framerate, mejores texturas, menos popping... Lo cierto es que a día de hoy el original se sigue viendo muy bien, así que es difícil apreciar  un gran cambio (a primera vista, al menos). Pero no se puede negar que la imagen es mucho más limpia.

A esto ayuda la gran variedad que ofrece Seacrest: las playas de la costa, las montañas nevadas del norte, bosques, desiertos... Y eso por supuesto incluye diferentes horas del día y climas: sol, lluvia, nieve... Los efectos visuales del clima han aguantado sorprendentemente bien el paso del tiempo (mención especial para los reflejos en el asfalto y salpicaduras al derrapar cuando la lluvia pega fuerte).

Más novedades de Need For Speed Hot Pursuit Remastered: al elegir vehículo, además de los colores habituales, se ha añadido una opción de pintura personalizada. Además de darnos a elegir entre una gama mucho mayor, tenemos acceso a opciones de tono, saturación y brillo para dejar el carro niquelado. También se han añadido nuevos vídeos de presentación para las armas, que vienen acompañados por su correspondiente doblaje al castellano.

En su día, la idea del Autolog nos pareció un auténtico puntazo: el hecho de que esté prácticamente integrado con la modalidad para un jugador nos permite estar al tanto en todo momento de los logros de nuestros amigos, especialmente cuando superan nuestros tiempos, algo que invita al pique constante (pero siempre sano, por favor). Este aspecto se ha reforzado en Need For Speed Hot Pursuit Remastered gracias a la inclusión del crossplay: podemos jugar con usuarios de otras plataformas, ampliando así el tamaño de la red y sus posibilidades. Junto al nombre de cada piloto, ahora se muestra un icono que indica la plataforma en la que juega.

Hablando de las distintas plataformas, y ya para terminar, un detalle interesante: Need For Speed Hot Pursuit Remastered también incluye todos los DLC que se lanzaron para el juego original. ¿Qué tiene eso de especial? En el caso de las versiones de consola no mucho (más allá de todo el contenido añadido que supone, claro), pero en PC muchos de estos contenidos descargables nunca llegaron a estar disponibles, así que ésta será la primera vez que los usuarios de compatibles podrán disfrutar de todos esos desafíos adicionales.

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