Análisis de Nubla 2: M: La Ciudad en el Centro del Mundo para PS4

Parece que, de algún modo, la pintura como medio de expresión artística está viendo un nuevo filón en el mundo de los videojuegos desarrollados en España. De un modo radicalmente distinto -y entiéndase la referencia como algo metafórico-, los Picasso, Goya, Dalí o Velázquez están encontrando herederos de lujo en el ocio interactivo patrio.

Lo hemos visto hace algunas semanas con juegos como GRIS, que es un lienzo en movimiento. Ahora, tenemos con nosotros Nubla 2: M: La Ciudad en el Centro del Mundo, secuela del título publicado en 2015 creado por el estudio Gammera Nest en colaboración con el Museo Thyssen.

Con la lección aprendida después de su título de debut, esta nueva fusión de elementos nos lleva a un óleo simple, pero agradable y satisfactorio. El viaje al que nos transporta Nubla 2 posee una mayor profundidad y se atreve sin miedos para plasmar en el lienzo la palabra videojuego en mayúsculas. 

Una noche en el museo

Nubla 2 comienza justificando lo que ocurre en la primera entrega, pero se puede degustar perfectamente sin haberlo completado, ya que pone muy bien en antecedentes a los neófitos, y ofrece numerosos guiños a quienes sí disfrutaron de la obra primigenia. 

El juego, arranca en esta ocasión, con un mundo que ha perdido el poder creativo. Ahí entramos en juego, de manos de nuestro avatar -al igual que en la primera iteración, podrá ser un chico o una chica-, pero no estaremos solos para reflorar y llenar de color el planeta.

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Iremos acompañados de unos personajes llamados Ismos, que representan diferentes estilos artísticos como el impresionismo, el romanticismo o el surrealismo, cada uno de ellos con unas habilidades características -pueden hacerse pequeños, teletransportarse...- que lo distinguen del resto y con los que se trata de aportar rejugabilidad a la otra. Aunque cuando el desarrollo avanza, apenas se utilizan las capacidades propias de estos seres. Hecho que no encaja demasiado tras un tutorial en el que se nos enseña a utilizar sus poderes.

El juego tiene la particularidad de que -tras el tutorial- de que controlamos a los dos personajes a la vez, como sucede en títulos como el soberbio Brothers: A Tale of Two Sons. Esto puede antojarse un problema, especialmente en las fases de plataformas o en las que tenemos que coordinarnos con cierta velocidad. Aunque el daño se minimiza, ya que este tipo de niveles son escasos debido al ritmo pausado del que hace gala la aventura. 

Hay que aplaudir la valentía de un estudio independiente como Gammera Nest para atreverse a tratar de ofrecer variedad en el desarrollo de la obra. Nubla 2: M: La Ciudad en el Centro del Mundo es un título que guarda en su interior diversos estilos propios del videojuego.

La primera parte de la aventura ofrece un desarrollo 'plataformero', en el que debemos avanzar por los escenarios a base de coordinación -no siempre fácil ante la idiosincrasia de los controles- y resolviendo unos puzles bastante elaborados. Los compases iniciales son geniales a través de diseño y ayudan a querer adentrarnos hasta el final.

Tras un breve impasse en el que la faceta narrativa anuncia que va a imperar, llegamos a la ciudad de M, donde todo se torna a un estilo más pausado, propio de las aventuras gráficas de los años noventa. 

Homenaje al mundo de la pintura

El cambio, no le sienta mal y aguarda momentos de brillantez conociendo a los carismáticos habitantes de una urbe en peligro. Incluso algunos de ellos aportan, de forma sutil, una pizca de crítica social.

Por momentos es capaz de meternos de lleno en su trama a pesar de su enfoque distendido, con la premisa de recuperar el color en el mundo. Aunque quizás dicho capítulo se alarga en demasía y se le notan las costuras propias de un desarrollo independiente, teniéndonos dando paseos de un lado a otro del escenario para cumplir objetivos un tanto innecesarios en ocasiones. 

Por el camino, hay momentos más álgidos, en los que debemos huir de unos robots vigías o resolver un puzle en el hotel que se envuelve con la trama de forma magistral. Es inevitable que en ciertos puntos choquen el exceso de ambición con la limitación presupuestaria. Nada especialmente flagrante si os dejáis absorber por sus encantos.

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Además, como decíamos, Nubla 2: M: La Ciudad en el Centro del Mundo es un constante homenaje al mundo de la pintura. Referencias a cuadros, presencia de pintores como Monet o Van Gogh... lo degustaréis como pocos si sois amantes del mundo del arte.

En Nubla 2 no solo disfrutamos de un completo videojuego, que además será considerablemente más largo que su predecesor -entre seis y ocho horas- sino que también podremos aprender arte, conociendo más sobre los diversos estilos artísticos o sobre los encargados de profundizar en ellos. Como si estuviéramos pasando una tarde interactiva en el Museo Thyssen.