Análisis del retro clásico Gate of Doom para Nintendo Switch

Flying Tiger Entertainment es un veterano desarrollador y editor de videojuegos que, entre otros, desarrolló Time Crisis Project Titan para la primera PlayStation. Aunque no ha destacado por ser un estudio excesivamente productivo en términos de cantidad, lleva en activo desde 1988. Su fundador, Johnny Brandstetter, fue el responsable de la marca de TurboGrafx 16 en los Estados Unidos, creando el alter ego "Johnny Turbo" para promocionarla (y por el que pasó a tener cierto reconocimiento en EE.UU.).

 Ahora, FTE inaugura una nueva línea de juegos bajo el título de Johnny Turbo's Arcade, (algo como los arcades de Johnny Turbo), con la que pretende rescatar algunos clásicos de los salones recreativos, al estilo de la serie ACA Neo Geo. El elegido para abrir fuego es este Gate of Doom de Data East, un título de 1990, que como otros tantos, nos "robó" la paga a aquellos que visitábamos los salones recreativos en los 90. 

Con nuestro análisis de Gate of Doom para Nintendo Switch vamos a ver qué ofrece este port, y sobre todo, si la experiencia jugable ha resistido bien el paso del tiempo. ¿Preparados para patear el culo de dragones, esqueletos, caballeros demoníacos y otras criaturas del averno?

Gates of Doom es una aventura de acción y levísimos toques RPG con un peculiar elenco de cuatro personajes: un caballero, una maga, un bardo y un ninja. Con ellos nos embarcaremos en la peligrosa misión de cerrar la puerta del infierno, para lo que tendremos que recorrer seis niveles repletos de enemigos y enormes jefes finales, en un desarrollo que por momentos se acerca el beat'em up (aunque el combate cuerpo a cuerpo está muy limitado).

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Cada uno de estos cuatro héroes tiene una habilidad única, que va desde hacer más daño o resistir el envenenamiento que causan algunos enemigos, aunque a la hora de jugar, todos se manejan del mismo modo y cuentan con dos botones de acción: uno para los ataques, y otro para la magia.

En todos los casos, los ataques suelen ser a media o larga distancia (el caballero suelta una especie de maza con cadena, la maga un hechizo de fuego que recorre parte de la pantalla, el bardo ataca con su lanza y el ninja tira shurikens). A medida que eliminamos enemigos, nuestra barra de magia se llena, y cuando está a tope podemos liberar un demoledor hechizo.

La nota curiosa de este sistema es que, en pantalla, aparece el libro de hechizos y si esperamos unos segundos, las páginas van pasando, pudiendo liberar el hechizo que mejor nos convenga. Muchos de ellos nos transforman en objetos temporalmente, como una pesada bola de acero, un tornado que escupe proyectiles... etc.

En la práctica, todo se limita a machacar a los enemigos, ya sean escorpiones, duendes, harpías o criaturas más grandes (que en ocasiones emergen de nidos que debemos destruir) al tiempo que recogemos ítems que potencian temporalmente algunas de nuestras habilidades, como la fuerza de los ataques.

Un desarrollo que no da tiempo a volverse repetitivo, ya que en apenas 30-40 minutos, habrás completado el juego. La nota de calidad de Gate of Doom la ponen los enormes jefes finales (dragones, gigantescos ojos flotantes...) que disparan la dificultad y meten un toque estratégico a los combates (esquivar y atacar en el momento justo es prioritario).

Lo mejor de este port para Switch es que incluye algunas opciones interesantes, como una serie de filtros que nos permiten ajustar la imagen a nuestros gustos (como si fuera un monitor de recreativa, RGB, VHS...) y le dan un acertado toque añejo, o poder elegir la proporción de aspecto de la pantalla, sin olvidar la opción de guardar partida. 

Y, por supuesto, sin olvidar la posibilidad de compartir los Joy-Con para disfrutar del multijugador local en cualquier sitio. Detalles todos ellos que no ocultan lo limitado del juego, desde el diseño de la acción a la duración, al menos desde la perspectiva de los estándares actuales.

Estándares que, para aquellos que lo disfrutamos en los salones recreativos, nos importan más bien poco. Gate of Doom o Dark Seal, como también se le conoce, sigue siendo una pequeña joya arcade que sabrá entretenerte, sobre todo si juegas con un amigo.

Puede que no sea ni muy largo ni muy rejugable (aunque lo suyo es terminarlo con los cuatro personajes), pero por los 7,99 euros que cuesta en la eShop de Nintendo, tampoco le podemos pedir mucho más (que hubiera incluído algún juego más de Data East no hubiera estado nada mal). Si no te convence, aquí tienes otras propuestas para Nintendo Switch por menos de 10 euros.

También nos hubiera gustado que la emulación incluyera más opciones, como acceder a los "dipswitches" o interruptores ocultos de la recreativa para modificar la difiicultad, las vidas y otros parámetros. O que se hubiera incluido material extra, como galerías de imágenes u otros extras... pero no se puede tener todo.

Por ahora Gate of Doom no se encuentra a la venta en Europa, aunque FTE está trabajando para poder editarlo (como hará la semana que viene con Bad Dudes vs Dragon Ninja). Si estáis interesados en él, aquí os explicamos cómo acceder a la Nintendo eShop de otros países para poder comprarlo.