Análisis de Silent Hill - Terror psicológico en PlayStation

Hoy, 31 de octubre, se celebra en todo el mundo Halloween, la noche de los muertos. Por este motivo, en HobbyConsolas.com hemos decidido recuperar las reseñas de algunos de los juegos más terroríficos de todos los tiempos. 

Ya podéis leer el análisis original de Resident Evil 2, y ahora le ha llegado el turno al primer juego de la saga que durante mucho tiempo fue su gran rival: Silent Hill.

Este clásico de Konami para la primera PlayStation nos enseñó un nuevo tipo de miedo, apodado "terror piscológico", capaz de provocar auténtico pavor con el simple chirriar de una silla de ruedas oxidada. Un juego que nos sigue sorprendiendo incluso hoy, 18 años después de su lanzamiento.

Encuentran nuevos enemigos en el primer Silent Hill 18 años después

Sin más dilación, os dejamos nuestro análisis de Silent Hill, tal y como se publicó en el número 95 de Hobby Consolas.

Konami se mete de lleno en el género del "survival horror" para crear un escalofriante juego de terror, una aventura de pesadilla con la que "disfrutarás" a tope si lo que te gusta es pasar miedo.

Para morirse de miedo

El sistema de juego de «Silent Hill» no nos pilla de sorpresa. Ya conocemos los excelentes resultados que puede dar manejar a unos personajes a lo largo de un mundo plagado de extrañas criaturas y con un montón de enigmas que resolver.

Pero eso no significa que la fórmula esté gastada, ni mucho menos. Konami ha demostrado con «Silent Hill» que se puede crear un juego de terror bajo un punto de vista diferente, recogiendo, eso sí, elementos de juegos anteriores pero aportando algunos nuevos o incidiendo en otros que antes no pasaban de secundarios

Miedo piscológico

De este modo, nos encontramos con un juego que busca más el suspense y el miedo en su acepción más psicológica que un terror físico, donde los enfrentamientos con zombies u otras criaturas cobren el mayor protagonismo.

El gran acierto de los programadores radica en haber creado una atmósfera inquietante, angustiosa, con una tensión creciente, lo que se ha conseguido gracias a la genial combinación de diferentes elementos, como son un argumento casi paranoico, unos impactantes juegos de luces, sombras y niebla, y una estremecedora banda sonora con unos efectos de sonido aterradores. 

Un pueblo MISTERIOSO, un padre busca a su hija y una ambientación de PESADILLA son los elementos de los que parte esta TENEBROSA aventura. 

El resultado es una desesperada búsqueda de un individuo tras su hija desaparecida que tiene lugar en un extraño pueblo fantasma y donde no sabremos nunca lo que nos espera no sólo tras la siguiente puerta, sino siquiera a un metro del protagonista.

En «Silent Hill» hay monstruos y extrañas criaturas (aunque en general no sorprenden por su espectacular aspecto), humanos convertidos en zombies que nos darán más de un susto, y también encontraremos un completo arsenal para acabar con todos ellos, pero la mayoría de estos enfrentamientos no dejan de ser circunstanciales.

Criaturas horribles

Siguiendo las pautas de las aventuras clásicas, en «Silent Hill» también nos encontraremos con una serie de enemigos finales que habrá que abatir siguiendo una rutina determinada. La verdad es que no son demasiado impresionantes ni tampoco muy difíciles de derrotar.

Lo verdaderamente importante en este juego es explorar una a una todas las calles y edificios del pueblo para desentrañar los extraños sucesos que están teniendo lugar, investigar todas las pistas que nos puedan conducir hasta el paradero de la hija de Harry Mason, hablar con los misteriosos supervivientes que quedan en el pueblo, resolver los numerosos enigmas que nos encontraremos y, en definitiva, disfrutar con las alucinantes situaciones que nos harán dudar en más de una ocasión de que si todo lo que estamos viviendo es real o simplemente un horrible sueño.

A estrujarse el cerebro...

Durante el juego nos encontramos con un montón de enigmas y adivinanzas que habrá que resolver para conseguir determinados objetos. Algunos de ellos son de una dificultad más que considerable, como éste en el que hay que adivinar las teclas que hay que tocar leyendo un poema que encontraremos en la misma habitación.

La repentina transformación de colegios u hospitales en escenarios de pesadilla o la aparición de espectros o símbolos esotéricos son casi constantes, y le otorgan al juego un aire de misterio nunca visto hasta la fecha en una consola.

Nadie es perfecto

Toda esta extraordinaria invitación al terror esconde, sin embargo, algunos aspectos cuestionables, como son algunos detalles gráficos algo pobres -el diseño de algunas criaturas y objetos-, el extraño control del protagonista o la excesiva dificultad de algunos enigmas,  aunque esto último puede ser considerado por muchos como una virtud. En cualquier caso, la sensación general es tan apasionante que esos defectos acaban por perdonarse. 

Por su SINIESTRA temática y por su TÉTRICO planteamiento, «Silent Hill» es un juego orientado hacia los amantes del GORE y el TERROR.

Y si os estáis preguntando por su duración, podéis estar estar tranquilos. Su dificultad logra que el juego se alargue hasta satisfacer a los más exigentes y os podemos asegurar que tenéis el miedo garantizado para muchos, muchos días. Además, los cinco finales diferentes de «Silent Hill» invitan a jugarlo en más de una ocasión. Y estamos seguros de que vais a hacerlo.

Alternativas: Sin duda la alternativa más clara es «Resident Evil 2». Ambas son aventuras de terror, pero son perfectamente compatibles, ya que abordan el género de manera muy diferente.

Gráficos: 87

Combina aspectos sobresalientes, como los efectos de luz, algunos decorados impactantes o la transparencia de los espectros, con otros mediocres, como el diseño de algunas criaturas o la pixelación general. Aunque también hay que tener en cuenta el extensísimo mapeado.

Sonido: 94

Genial. No sólo porque los efectos de sonido y la banda sonora sean excelentes, sino porque cobran un protagonismo sorprendente en el juego. Lástima que las voces no estén también dobladas.

Jugabilidad: 86

Tiene un pequeño problema: el control de protagonista es extraño. Y otro que puede serlo para muchos: su elevada dificultad. Si eres hábil y listo (y valiente), jugar resulta una "delicia".

Diversión: 93

Una aventura que atrapa desde el primer momento y mantiene una tensión constante. Si lo que queréis es pasar miedo de verdad, este es vuestro juego.