Análisis de Snow Bros. Special, el regreso de un clásico que te deja un poco helado

Los buenos tiempos de los salones recreativos dieron pie a montones de clásicos instantáneos. Los juegos de lucha o naves no eran los únicos "tragamonedas", pues los títulos plataformeros también acaparaban la atención de los más habilidosos... Y los que querían cotillear cómo batían récords.

Snow Bros. fue uno de los juegos de plataformas más populares de los recreativos y, de hecho, se convirtió a varias consolas y ordenadores de los 90. Ahora, 30 años después de su estreno, regresa con Snow Bros. Special, una versión que añade gráficos actualizados, 30 niveles extra y algún modo especial, para Nintendo Switch.

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Lo primero es explicar cómo se juega con Snow Bros. El juego es una copia bastante descarada del mega-exitoso Bubble Bobble, pero con su propio estilo. Manejando a uno de los hermanos, hemos de disparar a los enemigos que se acerquen para cubrirlos de nieve. 

Una vez sean una bola, los empujamos y disparamos para acabar con ellos. Si, por el camino, chocan con otro enemigo, este morirá instantáneamente y dejará algún ítem de bonificación. La clave está en saltar por las plataformas de cada nivel (los cuales constan de una sola pantalla, sin scroll) para cazar a los enemigos antes de que nos ataquen o golpeen.

Si recibimos un solo golpe, perdemos una vida, aunque también podemos usar ítems que mejoren nuestro rendimiento: un disparo más largo, más velocidad... O hasta inflarnos como un globo para acabar con todo lo que toquemos.

Una vez acabemos con todos los enemigos, pasamos al siguiente nivel, pero si tardamos demasiado en hacerlo, aparecerá un espíritu de calabaza que nos perseguirá hasta matarnos (de nuevo, una idea tomada de Bubble Bobble).

Cada 10 niveles, hemos de enfrentarnos a un enorme jefe final, al que hacemos mucho más daño lanzándoles enemigos convertidos en bola de nieve. Podemos hacer todo esto en solitario, pero el juego está más pensado para disfrutarse "a dobles" con un amigo.

Snow Bros. Special sigue a pies juntillas el juego original y el diseño de niveles y los enemigos son idénticos. Eso sí, los gráficos se han redibujado en HD y han perdido ese aire "pixel art" del original, aunque a cambio tienen muchas más animaciones.

Aunque no es posible jugar con la estética original (una verdadera pena, porque lo pedía a gritos), sí se nos permite añadir algunos filtros curiosos, como uno que imita una pantalla de fósforo verde, otro en monocromo (al estilo Game Boy, más o menos) y unas líneas de escaneado. No son la octava maravilla, pero tienen su aquél.

La música se ha remezclado para la ocasión, si bien en este caso sí podemos escuchar las melodías originales.

La oferta de modos de juego tiene alguna irregularidad importante. Por un lado, tenemos el modo Arcade, que es el juego de toda la vida, pero con 30 niveles más (80, en total) y un final mejorado. Tenemos 3 vidas y 5 continuaciones, pero en realidad podemos pulsar L en cualquier momento para "echar una moneda" y ganar otra continuación.

Aparte, tenemos un modo Time Attack (que nos mide cuánto tardamos en superar los niveles, para mejorar nuestro récord) y Supervivencia, con el que solo tenemos una vida. ¿Hasta dónde llegaremos?

La gran novedad es la más polémica. Existe un modo Monstruos, que nos permite jugar, en vez de con los Nick y Tom protagonistas, con los enemigos del juego. Podemos ir desbloqueando diferentes enemigos para controlarlos en los niveles. ¿La gran pega? Es un modo que hay que pagar aparte... ¡Y cuesta 10 euros del ala!

El juego vale 20 euros en digital y 30 en físico. Este último incluye el modo Monstruos, pero vamos, que no nos ahorramos nada... Nos parece un detalle bastante feo que el modo más curioso de esta reedición se cobre aparte y a precio de oro.

No es el único problema de Snow Bros. Special, aunque esto ya es culpa del juego original. Nos referimos al diseño de niveles que, la verdad, es bastante soso e incluso tosco en ocasiones. ¡Hasta hay algunas plataformas en las que nos quedamos atrapados, a no ser que nos maten!

Aunque el control es bueno, los gráficos son fluidos y algunos enemigos son divertidos de combatir, los niveles de Snow Bros. se notan genéricos y poco inspirados. En la época, cualquier cosa nos flipaba, pero visto con perspectiva se nota que juegos como Bubble Bobble o Pang! estaban mejor diseñados.

Como el juego actual copia los niveles tal cual, con sus virtudes y sus defectos, la versión de Switch mantiene esos problemas jugables. 

No es que el juego sea un espanto, ni mucho menos, pero da la sensación de ser soso y, en ocasiones, algo caótico por la forma en la que matamos a los enemigos y estos permanecen un rato en pantalla, lo cual puede ser confuso en plena acción.

Así, Snow Bros. Special funciona mejor como mera curiosidad respecto a lo que jugábamos en los años 90 que como juego "valioso" de por sí. Puede serviros para echar un multijugador con vuestros hijos o hermanos, pero poco más. 

Hay desafíos más interesantes, también en el terreno del arcade, para Nintendo Switch. Quizá, lo que pasa, es que ciertos recuerdos deberían conservarse tal cual, conservados... En la nieve.