Análisis de Trials Rising para PS4, Xbox One, Nintendo Switch y PC

La saga Trials nos ha enseñado que utilizar una moto "simplemente" para ir de un lado para otro es de cobardes. Está en nuestros genes. Si una mente brillante inventa un nuevo medio de transporte, el siguiente en llegar imagina cómo ponerlo al límite y hacer el cabra... y benditos ellos, porque gracias a sus locuras pasamos las tardes enteras viendo "fails" en Youtube. En Ubisoft y Redlynx saben lo divertido que es ver todas estas caídas, o lo bien que se siente uno después de conseguir una acrobacia, y nos brindan la sexta entrega en consolas. Trials Rising continúa la estela que han dejado Trials HD, Frontiers, Evolution, Fusion o Blood Dragon, "rizando el rizo" en cuanto a diseño de niveles, modos de juego y opciones multijugador. 

En el caso de Trials Rising, se trata de llevar al límite el trial, un deporte que fue muy popular en nuestro país durante los años noventa gracias a los campeonatos de pilotos como Jordi Tarrés o Marc Colomer. Las reglas de la competición son muy sencillas; tenemos que completar un circuito de obstáculos en moto, en el menor tiempo posible y sin poner el pie en suelo. Sólo que en el juego que nos ocupa, y que llega simultáneamente a PS4, Xbox One, PC y Nintendo Switch, estas reglas están llevadas al límite. 

Análisis de Trials Evolution

La perspectiva es lo que dicta el control de las motos. Todo el juego tiene un desarrollo horizontal "forzado", con gráficos en 3D pero una cámara lateral. Por tanto, nosotros no controlamos el itinerario; simplemente la inclinación (sobre la rueda delantera o trasera), la aceleración y el freno. Y aunque sea una versión muy "limitada" de los controles, su comportamiento es muy realista. 

Trials por todo el mundo

Así, cada circuito se convierte en una especie de nivel de plataformas, y algunos obstáculos son casi un puzle, que se resuelven mediante ensayo y error. Si el realismo es lo que caracteriza el control de las motos, la fantasía es el motor de los circuitos. Aquí no hay límites: rampas, partes que se desmoronan, loopings y aros de fuego se combinan en las localizaciones más absurdas, desde unos estudios de Hollywood a un castillo medieval. Y en esta ocasión tienen lugar en diferentes partes del mundo. Si os apetece echar una carrera de Trials Rising en España, también tenemos un escenario inspirado en la tomatina de Buñol. 

En ninguna de estas pistas faltan las explosiones, los elementos destructibles y algunas pinceladas de humor. Y todas están amenizadas por una serie de temas licenciados que se mueven entre el metal y el rock de estilo californiano.  

Cada una de las pruebas se supera en unos cinco minutos -si sabemos cómo- y nos otorga una puntuación dependiendo del número de caídas y del tiempo que hayamos consumido. Esa es la premisa, pero en el juego que nos ocupa se exprime al máximo, con modos de juego para todos los gustos. El modo Carrera, el eje principal del juego, está dividido en diferentes ligas mundiales. Nosotros avanzamos, desbloqueamos nuevas pistas, subimos de nivel... y también conseguimos cajas con elementos de personalización. En esta ocasión cada una de las ligas está coronada por un evento especial, dividido en tres pruebas, y además de las pruebas regulares nos enfrentamos a otros pilotos para conseguir contratos.

Análisis de Trials Fusion Awesome Max Edition

Si estamos conectados online, el modo carrera se mantiene "vivo". Todos los pilotos de Trials Rising compiten simultáneamente y van dejando sus "sombras" y sus tiempos guardados en cada pista, así que el reto para superar los tiempos de otros jugadores es constante. Después de invertir unas horas en el juego, ya no bastará con haber conseguido la medalla de oro, sino que repetiremos hasta tener el mejor tiempo o simplemente superar  a un amigo. 

Pruebas personalizadas

Los modos de juego se completan con el multijugador (hasta 8 jugadores online y 4 en modo local) y con la central de pistas. Este editor es muy potente, y nos permite recrear niveles del mismo nivel de complejidad de los que encontramos en el propio juego (de hecho es la misma herramienta que utilizan en RedLynx para crear las fases de Trials), y aunque está plagado de opciones es bastante sencillo de utilizar. Entre los objetos que podemos colocar en nuestras creaciones hay elementos de todos los juegos anteriores, así que merece la pena invertir tiempo en crear más pistas. Después podemos compartir nuestras obras maestras con la comunidad o jugar en sus circuitos. 

El sistema de personalización de motos y pilotos no está tan afinado. Es cierto que podemos escoger el sexo, el color de piel y el atuendo de los motoristas (casco, guantes, botas, pantalones, camisa y chaqueta), así como las principales piezas de nuestra máquina, pero el modo en que se desbloquean estas opciones es bastante tedioso. Nuestras subidas de nivel y victorias en los desafíos nos otorgan cajas de equipo (un modo de llamar a las infames cajas de botín) que nos dan premios aleatorios de diferente rareza. Y en nuestras partidas, después de abrir más de un centenar de cajas el índice de objetos repetidos ha sido bastante alto. 

Impresiones de Trials Frontier

Esta personalización es sólo visual, y no afecta al comportamiento de las motos. Por cierto, en el catálogo de monturas disponibles nos encontramos con una nueva incorporación, el tándem, que permite que dos jugadores controlen la moto al mismo tiempo. Esta moto cuenta con potencia extra, y dos centros de gravedad independiente, por lo que requiere una coordinación especial entre los dos participantes; una fuente inagotable de diversión (y también de cabreos). 

Con lo mejor de la saga

Trials Rising tiene todo lo que ha hecho grande a esta saga; un diseño de pistas espectacular, un sistema de juego fácil de comprender y difícil de dominar y, sobre todo, unos increíbles niveles de diversión, tanto si jugamos en solitario como en el modo multijugador. En esta entrega, se ha apostado por la comunidad, y nos gusta mucho la idea de jugar en modo carrera "persistente" que no deja de actualizarse con los tiempos de jugadores de todo el mundo. Y encima, tenemos la posibilidad de compartir con los demás jugadores nuestras creaciones en el editor.

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Pero este conservadurismo juega también en su contra. Aparte del tándem, no hay demasiadas mecánicas que renueven la fórmula, pero sobre todo juegan en su contra los constantes tiempos de carga, antes de cada circuito, y un sistema de desbloqueos, mediante cajas de botín, pensado para fomentar los micropagos. 

En los últimos 20 años, la saga Trials ha conseguido un buen número de seguidores (entre los que nos contamos) y a ninguno de ellos les va a decepcionar este nuevo planteamiento, con las pruebas más espectaculares y locas que se puedan imaginar. Se agradece el hecho de que también llegue a Nintendo Switch; una versión que queda muy por detrás en el apartado técnico (en resolución, framerate y distancia de dibujado), pero que es igualmente adictiva y brilla en el multijugador local.