Análisis de Wizards Tourney "party game" para PS4 y PC

Seguro que si os hablamos de un torneo de magos se os viene a la cabeza el cáliz de fuego de Harry Potter. Pero el mundo de lo oculto es mucho más extenso. Hay más torneos, y seguramente más divertidos que los que se celebran en la escuela de magia y hechicería de Hogwarts. Puede que ese sea el caso de Wizards Tourney. 

A lo mejor ya habéis competido con vuestros amigos en la versión de Steam de este "party game", que se lanzó a finales de 2018, pero nosotros nos hemos reservado el análisis hasta el lanzamiento de la versión de PS4, que se ha desarrollado bajo el auspicio del programa PlayStation Talents, que fomenta el desarrollo local. 

Porque Wizards Tourney es un juego del equipo español A Bonfire of Souls (no penséis que se trata de otro juego de FromSoftware) afincado en Málaga, y que ya ha cosechado un buen puñado de galardones con este desarrollo. Hechas las presentaciones, sacad la varita, montad sobre vuestras escobas y venid a este torneo, en que compiten 12 magos emblemáticos de todo el mundo. 

Que comience el torneo

Cuando decimos magos emblemáticos no nos referimos a personajes como Merlín, Gandalf o Dumbledore, pero sí a los "arquetipos". Magus tiene toda la pinta de haberse paseado por la Tierra Media (en su perfil se mencionan la edad de los hombres y su viaje con los elfos), Wushi es un hechidero chino, Sahir parece el genio de Las mil y una noches, Wakhán es un hechicero nativo americano... y nuestra favorita, la representante española es Meiga (que haberlas, haylas). 

Los juegos de PlayStation Talents

Estos 12 poderosos nigromantes se retan en un duelo para ver quién es el que mejor domina las artes oscuras.  Un duelo que consiste en 7 minijuegos, que podemos disfrutar en solitario, pero que donde dan lo mejor de sí es en el multijugador local (ese que nos permite combinar nuestras acciones en el juego con gritos y codazos).

Por cierto, un modo multijugador que podemos disfrutar con 4 mandos dualshock o con dos, compartiéndolo con un rival (como en los tiempos de Micromachines para las consolas de 16 bits). 

Pero vamos al lío, ¿cómo son los minijuegos que componen el torneo de magia?

Dragon Eggplosion consiste en recoger huevos y llevárnoslos a nuestra cesta, como si fuera una variante del escondite inglés (el dragón lanza bocanadas de fuego, y además los magos pueden recoger runas para dispararse entre sí). Totem Temple es más estratégico, ya que requiere formar torres de tres bloques, tratando de obstaculizar las de nuestros rivales -también con disparo de hechizos de por medio- Pumpkin King es una especie de "rey de la montaña" en que llevarse una calabaza en la cabeza, que nuestros rivales nos querrán arrebatar (cómo no, lanzando proyectiles).

Ice Slide es un combate por mantenerse en una plataforma de hielo, como ya hemos visto en otros Party Games como Mario Party o Crash Bash y Ray Fray es más frenético si cabe; nos invita a recoger orbes de luz evitando rayos trampa y la pérfida actuación de los magos rivales... Todos estos juegos tienen en común un diseño sencillo, tremendamente intuitivo, que se aprende muy deprisa. La curva de dificultad en solitario no da para mucho, pero cuando conseguimos reunir a otros tres brujos para jugar la cosa se dispara, y se permiten estrategias más elaboradas (y sobre todo más sucias). 

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Wizards Tourney destaca justo donde debe; en el diseño de estas pruebas y lo divertidas que resultan en el competitivo. Se nota que se han probado mucho y se han depurado para dar lo mejor de sí en partidas ultrarrápidas, de uno o dos minutos, para pasar a la siguiente prueba (y al siguiente gameplay).

Un juego sencillo, pero bien acabado

En cuanto al apartado técnico, nos encontramos con un título bien acabado, de diseños sencillos pero efectivos, que quizá peca de demasiado minimalismo si se compara con otros exponentes del género. Pero este planteamiento es perfecto para introducir a jugadores más "casuales" (recuerdo cómo algunos amigos se quedaban con los ojos como platos tratando de adivinar de qué iban los minijuegos de Wario Ware).

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La parte mala de tanta sencillez son algunos fallos de la I.A. (con bots que se quedan atascados en algunos desarrollos) y sobre todo la falta de opciones. Podemos elegir de cuántas rondas será el torneo, pero no hubiera estado de más poder alterar las reglas de los minijuegos, tablas de clasificación como si fuera una liga con sus cruces, o introducir algún tipo de modo historia. Otro juego que también recibimos gracias al programa Talents, Petoons Party, tomó la idea de un tablero como en Mario Party, con un resultado interesante. 

Hay que reconocer que si jugamos en solitario, Wizards Tourney pierde gran parte de su encanto. Con todo, es perfecto para una fiesta, que es de lo que se trata. Una nueva demostración de que existe mucho talento en el desarrollo de juegos en nuestro país.