Al hablar de Capitán América: El Primer Vengador, puede que el "capi" no sea el superhéroe más popular del universo Marvel (en particular, fuera de los EE.UU.) pero su papel es muy importante para explicar un momento histórico. Se trata de una figura propagandística, para trasladar a los jóvenes un sentimiento patriótico de lucha contra las naciones del Eje, durante la Segunda Guerra Mundial. Así, es un personaje "inocente" comparado con otros superhéroes más atormentados, y no cuenta con una galería de archienemigos tan variopinta como Spider-Man o los X-Men. Con todo, es material de primera para hacer una adaptación al cine, sobre todo tras esa reinvención que supuso la saga Ultimates.
Cuenta atrás para Vengadores Endgame - Recordando Capitán América: El Primer Vengador
Y la verdad es que la película lo intenta. Los orígenes del Capitán América (cuando Steve Rogers se alista en el ejército y se presta voluntario para tomar el suero del súper soldado) están bien narrados. La ambientación de los años 40 es correcta -aunque sin alardes- y la figura del coronel Chester Phillips (Tommy Lee Jones) es muy sólida, aunque demasiado tópica. Lo más destacable es la transformación de ese recluta debilucho en una montaña de músculo, que tiene un punto cómico y a la vez dramático. Los efectos digitales del Steven "esmirriado" son perfectos, aunque los valores que transmite son más discutibles.
El problema de Capitán América: El Primer Vengador llega en su segunda mitad, cuando por fin vemos al Capitán armado con su escudo indestructible, enfrentándose a Hydra y a su líder, Cráneo Rojo. Si uno ha leído los comics espera que las secuencias de combate sean, como mínimo, parecidas al desembarco de Salvar al soldado Ryan. Si no lo ha leído, por lo menos cuenta con que estén a la altura de lo que hemos visto en otras películas de la factoría como Iron Man o el Increíble Hulk. Sin embargo, la película no alcanza ninguno de los dos niveles, y se queda coja. Podéis comprobarlo en el tráiler.
¿Una película de superhéroes en que las secuencias de combate no están a la altura? No sería el primer caso, pero es que tampoco exploramos la crisis del personaje al convertirse en una herramienta del gobierno -o de S.H.I.E.L.D.- ni la "obligada" historia de amor es destacable. Pero no dejéis de leer todavía, porque el título de la película incluye una pista de por qué SI hay que ver esta cinta. El Capitán América es El primer Vengador y como prólogo de la peli de Josh Whedon, es perfecta. Por cierto, aquí podéis leer la crítica de los Vengadores.
Poco a poco, el ritmo de la película nos va metiendo en el mundo de los Vengadores (debido a la época en que se desarrolla no hay muchos cameos, sólo el padre de Tony -Iron Man- Stark) y nos deja con ganas de saber cómo se defenderá el personaje en la época actual. La guinda del pastel son esas secuencias finales, ATENCIÓN SPOILER, en que Rogers sale de su ataúd de hielo y se enfrenta a la moderna ciudad de Nueva York, de la mano de Nick Furia.
Al final, es un entretenimiento propagandístico, como su propio protagonista. Es un enorme anuncio de lo que nos ofrecerán los Vengadores, rodado con oficio (Joe Johnston ya tuvo una oportunidad con los héroes históricos al rodar The Rocketeer) y con un presupuesto bastante justo. Entretenida, pero sin hacerle justicia al supersoldado de Marvel. Aunque dio pie a una secuela, Capitán América El soldado de invierno, mucho mejor. Y aquí os dejamos nuestra imagen "post créditos".
El comienzo de la batalla
Tranquilos, el Capitán América no está solo en su lucha contra el mal. Repasamos las películas de otros paladines en nuestro especial de cine de superhéroes.