Crítica de Aggretsuko temporada 2, ya disponible en Netflix

El mapache con más frustración interior regresa a Netflix con la temporada 2 de Aggretsuko. Como recordaréis, este es un anime de comedia en el que seguimos las andanzas de Retsuko, una empleada con un puesto aburrido en una oficina aburrida. Su jefe es un tirano, algunos de sus amigos viven una experiencia frustrada y otros tienen una fachada de grandeza que no se corresponde con la realidad. Cada día, ella debe lidiar con sus deseos y sus frustraciones, mientras pone buena cara para cumplir con el protocolo. Pero... ¿Qué es lo que hay de verdad en su interior?

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La segunda temporada de Aggretsuko presenta a nuevos personajes, como Anai, un novato con buenas palabras pero súper agresivo cuando se pone a escribir con el móvil, o Tedano, un compañero de las clases de conducir que parece pasar de todo pero tiene más de un secreto guardado. Ellos, junto a la madre de la propia Retsuko, harán que la jovencita se plantee qué es lo que de verdad quiere en su rutina diaria.

Como ya es seña de identidad en esta serie de Netflix, lo más gracioso de estas situaciones cotidianas es ver cómo Retsuko responde "lo que tiene que responder" a sus compañeros, pero por dentro piensa cosas muy diferentes. Son situaciones con las que todos, de una forma u otra, podemos sentirnos identificados: las presiones de una madre para que sentemos la cabeza, los compañeros cotillas, las pequeñas extorsiones del trabajo que pueden amargarnos la vida... Es muy catárquico ver cómo la pobre Retsuko intenta dar se ve obligada a soltar risillas falsas o a medir sus palabras, pero luego escuchamos un monólogo interior en el que confiesa estar harte de esas circunstancias.

Este tipo de mensajes tan cercanos son los que hicieron que la temporada 1 de Aggretsuko se volviera tan popular dentro del catálogo de Netflix, si bien aquí parece haberse bajado un poquito el pistón en materia de sátira. El personaje de Anai es el que da más juego, pero la mayoría de los capítulos, Retsuko está (todavía) más centrada en pensar que se quiere casar y en qué debe hacer para encontrar a su chico ideal. La parte "aggresive" de Aggretsuko sale más bien poco en esta temporada, por lo que el lado más malote del asunto va dejando más pie a reflexiones más bienintencionadas. En nuestra opinión, eso hace que esta temporada haya perdido algo de gracia, aunque su crítica de los quebraderos de cabeza cotidianos sigue siendo igual de válida.

El estilo visual sigue tan sencillo como siempre, con esos diseños de personajes antropomórficos tan cucos y sencillos como nos tiene acostumbrados Sanrio (sí, son los mismos que crearon a Hello Kitty), pero que a la vez hacen gala de unas animaciones de lo más absurdas y divertidas. La música repite una y otra vez las melodías que ya conocíamos de la primera temporada, pero tampoco necesita apoyarse en mucho más para ser simpática. Por supuesto, los momentos de Heavy Metal (y alguna que otra mini-canción de hip-hop, en esta ocasión) son los momentos más meritorios.

En conjunto, la temporada 2 de Aggretsuko no revoluciona lo que ya conocíamos acerca de este anime de humor, pero nos da más de ese espejo en el que todos podemos sentirnos reflejados más a menudo de lo que queremos reconocer, incluso aunque la sociedad que se muestra aquí sea "tan japonesa". Son solo 10 capítulos de 15 minutos, así que se ven casi sin que nos demos cuenta. Desde luego, se os hará más ligero que aguantar mañana al pelmazo de vuestro jefe.