Crítica de Alerta roja, la película de acción y humor en clave de buddy movie de cacos y ladrones con deslumbrante reparto

Ryan Reynolds es un actor con una vis cómica potentísima, así que le va como anillo al dedo el personaje picarón que le toca defender en Alerta roja (Red Notice) y que se encarga de meterle algo de pimienta a una película que no pasa de ser entretenida y fía gran parte de su atractivo a una serie de giros finales a cual más tramposillo.

Pero es que además está acompañado por otros dos tótems del cine actual como son la impresionante Gal Gadot y el férreo Dwayne Johnson, componiendo un cartel que actúa de inmediato como un imán para la audiencia.

Rawson Marshall Thurber, que ya había trabajado previamente con "The Rock" en Cuestión de pelotas, Un espía y medio o El rascacielos, ha dirigido en Alerta Roja, esta nueva película de Netflix llena de acción que se estrena el 5 de noviembre en cines y próximo 12 de noviembre en la plataforma.

¿De qué trata? Cuando la Interpol envía una alerta roja (el mayor nivel de alerta posible emitido para que los cuerpos de policía de todo el mundo capturen a los criminales más buscados), el FBI envía a uno de sus mejores agentes, John Hartley (Johnson) para dar caza una enigmática ladrona de arte que se hace llamar Alfil (Gal Gadot). 

En su viaje, Hartley deberá asociarse, para su desgracia, con otro conocido ladrón, el esquivo y artero Nolan Booth (Reynolds), que le acompañará en un viaje por todo el mundo en el que este trío pasará de estar en una pista de baile, a una plaza de toros, a una selva o a una prisión aislada.

Su objetivo final: reunir los famosos tres huevos que Marco Antonio le regaló a Cleopatra, una empresa casi imposible teniendo en cuenta que el tercero desapareció misteriosamente y se desconoce su paradero.

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Entre las fortalezas de Alerta roja, más allá de su reparto, está, como no podía ser de otra manera, todo lo relativo a las secuencias de acción, bastante imaginativas y rodadas con muchos medios para componer tomas arriesgadas, fluidas y en las que los especialistas muestran un dominio magistral de la situación.

Meter en el mismo saco un rodaje internacional, unas reliquias egipcias, a los nazis y el arte del robo de guante blanco aderezado con un montón de tiros nunca puede salir mal del todo... Pero no podemos dejar de señalar que al guión le habría venido bien más humor, impulso y pegada.

Las referencias veladas, manifiestas o involuntarias a obras mucho más consistentes del género de acción y aventura y de "polis y cacos" hacen que desluzca el resultado final, sobre todo por su desenlace más preocupado por dejar apuntada una posible secuela que a dejar la película en alto.

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Además hay cierta falta de química entre Dwayne Johnson y Ryan Reynolds, que durante buena parte de la película desarrollan una relación de amor-odio propia de las buddy movies noventeras que tan estamos acostumbrados a ver: a pesar de ser antagónicos como manda la tradición, los diálogos de Reynolds son tan ágiles que hacen parecer a Johnson demasiado sosainas.

Pero es que tampoco hay un desarrollo de personajes o un trasfondo "serio" al que agarrarse que nos lleve a pensar en la moralidad de las acciones de este ecléctico grupo o en sus consecuencias.

A Alerta roja le falta arrojo, personalidad propia y originalidad, sobre todo cuando queda de lado la parte más física de persecuciones, peleas, tiros y explosiones y se alarga hasta las dos horas sin llegar a una conclusión satisfactoria. Bueno, sí, la obvia... no le toquéis los huevos a Dwayne Johnson salvo que queráis acabar en la UCI.

En suma: comida rápida. No se puede decir que no entretenga, pero no hay una sola broma o situación que no hayamos visto ya, y mejor, en otras películas. ¿Demasiado presupuesto sobre la mesa para un resultado tan anodino? Eso parece, dado que estamos ante uno de los proyectos más ambiciosos de la plataforma hasta la fecha.

Lo que habría necesitado más inversión es el guión, sin duda. Y ya puestos a pedir, más tiempo en pantalla para Gal Gadot se habría agradecido. No todos los días puedes contar con la mismísima Wonder Woman y verla dando caña es de lo mejor de la película... pero la dosis es muy pequeña.

Por cierto, en Netflix también encontraréis, muy bien posicionada, Ejército de ladrones por si estáis en busca de recomendaciones para que os "roben el tiempo".