Crítica de Altered Carbon: reenfundados, el anime spin-off de la serie

A pesar de estrenarse algo tarde, ya está disponible en Netflix la película de anime que sirve de spin-off a la serie Altered Carbon.

Y hablamos de que se ha demorado por dos razones muy claras: porque temporalmente se sitúa entre la primera y la segunda temporada de la serie de acción real y porque su final abierto da a entender a las claras que no es una película que tenga como objetivo quedarse en un intento aislado de seguir explotando el universo ficticio creado por Richard Morgan y a los personajes creados por Laeta Kalogridis... El problema es que el pico de atención de esta serie parece muy rebasado a juzgar por la tibia recepción de público y crítica de la última tanda de episodios y las pocas novedades que en sí aporta esta película.

No hay nada en ella que cambie sustancialmente lo que hemos visto ya ni parece que vaya a conseguir tener trascendencia más allá de su aventura autoconclusiva (como mucho, dar pie a otras semejantes).

Altered Carbon: Reenfundados sí que aporta una buena dosis de frenesí violento y sangriento. Para quienes anden un poco perdidos con los conceptos de la serie, aquí tenéis un vocabulario básico, pero no os preocupéis porque la película arranca con una introducción en la que se da la información vital para seguir la trama que es comprender el significado de qué es una funda y qué una pila y que solo la destrucción de esta última supone una muerte real e irreversible.

Los códigos estéticos también están ya bastante manoseados: desde los hologramas gigantes de Blade Runner 2049 hasta la estética ciberpunk que nos diera tres décadas antes la seminal Blade Runner pasando por personajes cuyas capacidades, indumentaria y aspecto recuerdan a Ghost in the Shell.

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Altered Carbon: reenfundados - Galería de imágenes I (4 imágenes)

Por lo demás sorprende que se haya eliminado prácticamente cualquier voluntad de que la trama trascienda más allá de lo que se narra: no hay reflexiones filosóficas de ningún tipo ni el más mínimo atisbo de hacer pensar a la audiencia acerca de la posibilidad de que la digitalización de la conciencia humana pueda ser no solo algo factible sino la antesala de grandes problemas como la concentración de poder, la muerte de la renovación y por ende, la condena de nuestra especie.

En lugar de eso, nos entretiene con toneladas de sangre y muchas peleas cuerpo a cuerpo en las que la violencia campa a sus anchas sin demasiada enjundia por detrás. También hay una evidente falta de carisma por parte del antagonista de turno, con poco más que ofrecer más allá de mucha fuerza bruta.

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Altered Carbon: reenfundados - Galería de imágenes II (5 imágenes)

Takeshi Kovacs aún no ha regresado a su Harlan natal en Altered Carbon: Reenfundados sino que es reenfudado en Latimer donde recibe el encargo de proteger a una joven llamada Holly. Ella es la tatuadora del clan Mizuki y una pieza clave en la ceremonia de sucesión del siguiente líder.

De hecho, un equipo de letales ninjas está tratando de eliminarla cuando Tak se cruza con ella. Por su parte, Gena, de los comandos, recibirá el encargo de investigar quién está detrás de la conspiración contra el clan convirtiéndose en una inesperada compañera de batalla.

Hay algunos giros en esta ecuación que nos reservamos por razones obvias, pero no esperéis que se os remuevan los cimientos bajo los pies...

Una de las grandes bazas de Altered Carbon: reenfundados es el diseño de los personajes: trazos gruesos para delimitar los dibujos y rostros angelicales de mujeres muy sensuales entre letales hombretones corpulentos y ágiles ninjas que son los que nos remiten más de lleno a una estética muy videojueguil, con algunos movimientos de cámara que casi recuerdan a Tekken. En este sentido, es una pieza que probablemente disfrutarán más el público jugón habituado a los juegos de lucha... aunque aquí no tengan el mando para tomar el control.

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Otro de los aspectos a reseñar es el uso del color, sobre todo en el interior del Hotel El Ganso Salvaje, regentado por un personaje que se inspira en el novelista japonés del periodo Meiji Mori Ogai (como sucediera con Poe en la serie de acción real) autor de obras como "El intendente Sansho", que fue llevada al cine por Mizoguchi en el 54 o "Vita sexualis", obra a la que también se alude nombrando así a una habitación del mencionado hotel.

El aspecto más positivo de la película es la celebración de la cultura japonesa en prácticamente todos los sentidos: tenemos hasta una pagoda y trajes tradicionales entre peleas brutales con katanas y otras muchas píldoras que harán las delicias de los amantes de su estética y sus ritos. Y es que las dos grandes bazas de la película son su apuesta estética, muy lograda aunque no especialmente novedosa, y la acción. Ojalá entre muerte y muerte hubiera algo más de historia y de trasfondo...