Crítica de Aquellos maravillosos 90: la nostalgia se apodera de Netflix

Hacía tiempo que no afrontaba la crítica de una serie que me hubiera sugerido tantas cosas al mismo tiempo. Y eso que Aquellos maravillosos 90 no parece, a priori, una serie compleja. A fin de cuentas, su naturaleza se ubica en el lado opuesto de la complejidad y su idiosincrasia pertenece al ámbito más puro del entretenimiento y/o pasatiempo.

La serie de Netflix ya está disponible en la plataforma streaming. Estamos delante de una sitcom de manual que no tarda ni veinte segundos en dejárnoslo claro. Aquí hay un par de escenarios, un reparto con voluntad de comedia, risas enlatadas para dar volumen a los chistes y una narrativa plana y sencilla que no da ninguna vuelta sobre su eje.

Como ya hiciera antes Aquellos maravillosos 70, Aquellos maravillosos 90 en Netflix es una comedia de situación protagonizada por Leia, una adolescente atribulada con muchos pájaros en la cabeza, y su familia. Alrededor de ellos se deslizan todos los personajes que permiten crear secuencias rocambolescas y narrativas inverosímiles para hace reír al espectador.

Pero ¿lo consigue? He ahí el problema. Hete aquí el quid de la complejidad de la crítica que he mencionado en el primer párrafo. Si la serie es una sitcom de manual con los mismos patrones narrativos que Aquellos maravillosos 70, pero con una actualización de la estética y algunos elementos temáticos propios de los 90... ¿Qué complejidad va a haber?

Continúa, pero no actualiza

Pues la hay, muchachos. La hay. Principalmente, tiene que ver con el del humor; o, mejor dicho, con la recepción subjetiva de éste. ¿Funciona? No lo sé. Me da la sensación de que hubiera funcionado para el espectador de aquellos años, pero no para el de ahora. Y eso es... ¿Bueno? ¿Por qué voy a valorar positivamente una comedia no me haya hecho reír? ¿Veis lo raro que es eso?

Básicamente, mi mayor problema con Aquellos maravillosos 90, la sitcom de Netflix, es que el humor, los diálogos, los personajes y las dinámicas entre ellos las siento fuera de lugar. Apenas me he reído con los episodios, a excepción de un par de veces contadas con los dedos de una mano. Eso para cualquier comedia sería problemático, pero no para este producto.

A fin de cuentas, hay una brecha generacional de unos treinta años entre la generación representada en la serie y la actualidad. Mucho se ha cambiado en materia sociopolítica. Pero el contexto es importante cuando se valora un producto televisivo, y éste debe valorarse con la justicia que se valoraría una película de la Primera Guerra Mundial, por ejemplo.

Por lo tanto, diremos que Aquellos maravillosos 90 es una serie de televisión de Netflix muy adecuada a los cánones estéticos y temáticos de la década representada. Una fiel traslación, quizás, del espíritu, el lenguaje, la cultura popular... Lo que hoy describiríamos como "los trends de la época".

Evidentemente, no van a faltar sorpresas, menciones, referencias y otras tantas cuestiones similares a lo largo y ancho del programa de Netflix. Aquellos maravillosos 90 no ha desaprovechado la oportunidad que le da su carácter sitcom para abusar de todos los clichés que ha tenido el género a lo largo de su historia. Para qué cambiar algo que funciona, ¿verdad?

En definitiva, Aquellos maravillosos 90 de Netflix es una divertida propuesta que hará las delicias de los más nostálgicos, divertirá a los amantes de las sitcom, entretendrá al que entre dentro de su ejercicio de contraposición de épocas y generaciones y, en resumidas cuentas, servirá a su propósito original (hacer reír) con sus personajes y situaciones descacharrantes.

Si eres de los que disfrutó Aquellos maravillosos 70, ni lo dudes. Pero si este tipo de series ya no te convencen como lo hicieron otros productos de la talla de Friends o Cómo conocí a vuestra madre, seguro que en Netflix podrás encontrar algo que te encaje mejor. Sea como sea, ¡a disfrutar de las series!