Crítica de Chaos Walking, con Tom Holland y Daisy Ridley

Son muchos los problemas que ha tenido que afrontar la producción de Chaos Walking. La nueva película de Doug Liman, director de cintas tan dispares como Confinados, The Wall o Al filo del mañana se ha encargado de la adaptación audiovisual de la primera novela de la trilogía de Patrick Ness del mismo título que encontraréis a la venta en España como "Con el cuchillo en la mano".

Quienes queráis saber cómo continúa la historia podréis hacerlo leyendo "La pregunta y la respuesta" y "De hombres a monstruos" editadas por Nube de Tinta a comienzos de año en castellano.

Menos claro queda que podamos ver las secuelas en pantalla grande a la vista del vapuleo de la crítica estadounidense, el abultado presupuesto de la producción y el tremendo retraso del estreno en salas debido a múltiples causas: desde la reescritura del guión por parte del autor de las novelas y un nuevo equipo de guionistas hasta el remontaje de la película después de que la productora no quedara satisfecha con el trabajo inicial. Ojo al dato porque el rodaje arrancó en 2016... así que queda claro que el camino para llegar a estrenarse ha sido largo y arduo. La buena noticia es que el resultado es satisfactorio y que, a pesar de los problemas tenemos estreno en pantalla grande, como corresponde.

Chaos Walking es una distopía futurista que no se anda con rodeos y nos muestra, desde el primer momento, a unos colonos humanos en un planeta distante sobreviviendo a duras condiciones de vida a una guerra con los nativos que los dejó muy tocados. 

Un joven llamado Todd Hewitt descubre a Viola, una misteriosa chica que ha tenido un aterrizaje forzoso. En el mundo de Todd todas las mujeres han desaparecido y los hombres han desarrollado una capacidad que es una auténtica maldición que hace que sus pensamientos sean visibles para todo el mundo y de forma constante. A esto lo llaman "el ruido".

Al ser la única mujer de la comunidad (y tener pensamientos indescifrables para los hombres), la vida de Viola comienza a correr un grave peligro. Todd decide protegerla de toda amenaza que atente contra su vida al tiempo que descubre su propio poder interior y los oscuros secretos que alberga su planeta.

Tras esta breve sinopsis que nos permite ver por dónde van los tiros, vamos al grano, ¿es Chaos Walking una mala película? En absoluto: es una adaptación ambiciosa, con mucho más ritmo que la novela en su arranque, que sabe sacarle jugo de forma visual al asunto del "ruido" de los hombres. Y ésta no era una cuestión fácil de traducir en imágenes. Aunque la novela es de hecho muy cinematográfica en su concepción, verla en imágenes exige la introducción de una ingente cantidad de efectos digitales además de una planificación de rodaje muy exhaustiva. 

Hay elementos de la novela que, eso sí, se han eliminado por completo como el "ruido" de los animales o el arranque, durante el cual no tenemos ni idea de dónde está Prentisstown y podríamos interpretar que seguimos en la Tierra por tanto.

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Chaos Walking - Galería de imágenes (6 imágenes)

Chaos Walking es una muy entretenida película de ciencia-ficción y aventuras que cuenta con un reparto de lo más atractivo encabezado por Tom Holland (Spider-Man: No Way Home), Daisy Ridley (Asesinato en el Orient Express), Mads Mikkelsen (Otra ronda), Demian Bichir (Cielo de medianoche), David Oyelowo (Érase una vez...,) y Kurt Sutter (Hijos de la anarquía).

Y, lo mejor de todo, es que da además para una reflexión más allá de la aventura en sí, así que cumple con la premisa del entretenimiento y con el de aspirar a trascender un poco más allá. Nos permite por ejemplo pararnos a pensar en la forma en la que hombres y mujeres nos comunicamos con nuestro entorno, máxime cuando creemos que tenemos que asumir un determinado rol y también sobre la forma en la que nos organizamos socialmente en torno a un líder y a un conjunto de ideas predeterminadas.

En resumidas cuentas, Chaos Walking es una película que cuenta con muchos alicientes y que puede disfrutar tanto la audiencia más joven como la madura. Recordad a la salida el cine que vuestros pensamientos no se oyen, así que si os apetece debatir tendréis que hacerlo a viva voz.