El pasado 21 de febrero llegó en exclusiva a ATRESplayer PREMIUM la serie La cocinera de Castamar, la adaptación de la novela homónima de de Fernando J. Múñez que se publicó el año pasado con un notable éxito.
Se trata de una ficción ambientada en el Madrid del siglo XVIII compuesta por doce episodios que se emitirán en el futuro en abierto en Antena 3 en prime time.
Fue rodada durante cuatro meses en localizaciones de Madrid, Segovia y Cuenca y supone una verdadera proeza por parte de Buendía Estudios dada la profusión con la que se recrean los detalles a todos los niveles en busca de una verosimilitud muy conseguida.
Si la novela es adictiva, no lo es menos la serie, que ya desde su arranque consigue emular con precisión algunos de los leit motiv de aquella: el deseo, el goce, el gusto por lo esencial y, claro está, toda la pompa de la corte y los intereses cruzados que se ocultan tras un mundo en el que priman las apariencias.
Tráiler de La cocinera de Castamar, en exclusiva en ATRESplayer Premium
Para poner en pie La cocinera de Castamar, ha habido un equipo de guionistas que han sabido trasladar la palabra impresa a la acción real. Se compone de nombres como Ramón Tarrés Reguant, Camino López Lozano, Arantxa Cuestas y Victor Pedreira, con Tatiana Rodríguez Vázquez (La valla) como coordinadora de guión.
¿De qué trata la serie?
En 1720, Clara Belmonte llega a Castamar huyendo de un doloroso pasado para trabajar en la cocina de la mansión del duque.
La muerte de su padre, ajusticiado tras ser acusado de traición, genera en ella ataques de ansiedad que le impiden salir al exterior. La joven se refugia en la cocina para sobrevivir y convierte su trabajo en su gran pasión. En sus platos vuelca sus esperanzas, sus ilusiones y lo que aprende en los libros que lee para recopilar deliciosas recetas.
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La cocinera de Castamar - Galería de imágenes II (5 imágenes)
Diego, el duque de Castamar, también arrastra dolorosos recuerdos: el rey le obliga a abandonar el luto por la muerte de su esposa, que falleció en un fatídico accidente tras anunciarle su embarazo. La llegada de Clara trastocará todos sus planes. Su madre, doña Mercedes, obsesionada con la idea de que su hijo tenga descendencia, se empeñará en que contraiga matrimonio con la noble Amelia Castro. En su ayuda acudirá el marqués de Soto, Enrique de Arcona, que en verdad oculta sus verdaderas intenciones, emponzoñadas de envidia y sed de venganza.
Acabado visual muy meritorio
Uno de los aspectos que más sorprenden, para bien, de La cocinera de Castamar es la iluminación. La dirección de fotografía estará a cargo de Aitor Mantxola, Óscar Durán y Juana Jiménez, que consiguen, por una parte, sacarle partido a los exteriores pero también iluminar de forma muy natural los interiores, sacándole partido a las velas y luces que lo tiñen todo de dorado.
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La cocinera de Castamar - Galería de imágenes I (7 imágenes)
El diseño de los decorados ha corrido a cargo de Mercedes Canales y el director artístico es Javier Mampaso cuya experiencia en Isabel o La corona partida ha sido sin lugar a dudas definitoria.
La cocinera de Castamar "entra por los ojos", al igual que debe hacerlo cualquier mágica elaboración creada con la alquimia de los alimentos. Y en ella se cuida, asimismo, con verdadero mimo, cada encuadre y posición de la cámara. No en vano hay imágenes dignas de ser enmarcadas que podrían pasar por escenas costumbristas de las que se encuentran retratadas en el Prado. En otros casos, como en los ataques de agorafobia que padece la protagonista, tenemos secuencias rodadas con la cámara atada al cuerpo de la actriz, que consiguen que los espectadores nos metamos en su piel y a la vez darle un aspecto más "moderno" a la serie sin romper ninguna convención narrativa.
Un reparto excepcional
Por supuesto, uno de los aspectos de la serie que más llama la atención es el reparto, encabezado por Michelle Jenner (La sombra de la ley), Roberto Enríquez (El desorden que dejas) y Fiorella Faltoyano (El Ministerio del Tiempo) como protagonistas de La cocinera de Castamar.
Puede que a ellos no sea extraño verlos en producciones de corte histórico, pero es un decorado que decididamente contrasta con otros miembros del casting como Hugo Silva, Maxi Iglesias o María Hervás, en busca de nuevos registros.
A ellos se suman grandes nombres como Silvia Abascal, Nancho Novo, Paula Usero, Jean Cruz, Jaime Zataraín, Marina Gatell, Mónica López y Agnés Llobet, entre otros.
En fin, La cocinera de Castamar consigue aunar sensualidad y una buena recreación de la época en la que se integra la historia. Generar un interés, si me permitís la expresión, "culebronesco", centrando la atención en las relaciones que se van entretejiendo entre los personajes y en las que no falta el morbo e incluso siendo bastante explícita en su erotismo, pero con elegancia y con una historia de trasfondo que va más allá de lo obvio y habla de la hipocresía y los intereses cruzados de cada cual, denunciando la injusticia de las diferencias de clase. Es una especie de "Las amistades peligrosas" reconocible, pero no por eso menos disfrutable. De hecho, es casi todo lo contrario, una inusitada delicatessen para chuparse los dedos, al menos, en su planteamiento inicial.