Ya tenéis al completo la serie Devs en HBO, con sus ocho episodios de aproximadamente 50 minutos de duración a lo largo de los cuales se desarrolla una compleja historia de ciencia-ficción.
El guión y la dirección son obra de Alex Garland, que ya nos deslumbró con Ex_Machina en 2014 y con Aniquilación en 2018. El compromiso de este autor con el género es muy notable, a juzgar por los temas que explora en sus obras y por su voluntad no solo estética sino también argumental de profundizar en el alma humana y sus deseos con sus trabajos.
Devs no revela de forma inmediata sus misterios, de hecho, hasta el tercer episodio no empezamos a comprender por dónde van los tiros pero sí que podemos decirlos algo: vuestros debates acerca de lo que estáis viendo van a ser muy intensos y os van a llevar a buscar información sobre los últimos avances tecnológicos.
Solo un apunte más antes de meternos en harina: se trata de una producción de FX, como la recién estrenada segunda temporada de Lo que hacemos en las sombras, que también podéis ver en HBO. Así que queda claro que la plataforma sabe escoger de maravilla sus compras para alimentar uno de los mejores catálogos disponibles en streaming.
¿De qué trata Devs?
Puede que uno de los grandes encantos de Devs sea lo bien que sabe guardarse las cartas y meter un misterio dentro de otro. Thriller, ciencia-ficción y un sesudo guión componen una propuesta elegantísima y muy bien filmada en la que los efectos especiales están al servicio de una historia llena de recovecos y de final impredecible.
Todo comienza en las inmediaciones de San Francisco, donde Amaya, una empresa tecnológica, recluta a un programador llamado Sergei para entrar en su división ultrasecreta: Devs. Solo los empleados que trabajan allí saben a qué se dedican los esfuerzos en ese lugar, emplazado en medio de un bosque y bajo estrictas medidas de seguridad.
Sin embargo, en su primer día de trabajo Sergei desaparece y su pareja, Lilly, también empleada en Amaya, nada satisfecha con las explicaciones oficiales, comenzará a investigar por su cuenta.
El gurú detrás de la empresa, Forest, tiene en mente un plan muy específico que contempla el desarrollo de una potente tecnología que podría desvelarle los secretos del universo y convertirlo, de hecho, en todo un mesías.
¿Cuáles son sus singularidades?
Devs es adictiva: si empiezas a verla, necesitas llegar hasta el final, así que ahora que está completa en HBO y no hay que esperar una semana para poder ver un nuevo episodio, es el momento de echarle el guante... se presta a la maratón, siempre y cuando entre episodio y episodio se permita un impás para el análisis y el diálogo... ¡Porque tiene miga!
Garland vuelve a crear una ciencia-ficción estilizada en la que prima el aspecto visual de la narración casi por encima del contenido: los encuadres, el ritmo, los reflejos, los brillos, la saturación del color, las intermitencias, las simetrías... todo está bien calculado para hacerte ingresar en un mundo muy particular que no se parece a nada que hayas visto antes y te obliga a devanarte los sesos.
La banda sonora es una de las principales virtudes de Devs con Geoff Barrow, The Insects y Ben Salisbury (que ya coincidieron en la creación de la BSO de Aniquilación y en la de la serie Hanna) al timón: crean temas casi experimentales a nivel sonoro en los que se mezcla algo parecido a cantos corales gregorianos con instrumentos de viento y otras marcianadas que le confieren una enorme personalidad a la narración, impoluta a nivel visual pero tremendamente apasionada y compleja en lo que se refiere al plano auditivo.
¿Por qué os la recomendamos tanto?
Hablar demasiado de Devs es peligroso porque es fácil revelar más información de la oportuna y no queremos incurrir en spoilers pero sí que podemos adelantaros que todas las tesis de la serie se pueden resumir, de forma muy sucinta, en la vieja dicotomía entre predeterminación o libre albedrío.
¿Está nuestro destino predefinido de forma insoslayable o bien cada pequeña decisión que tomamos nos introduce en una nueva línea temporal dentro de un multiverso complejísimo formado por incontables posibilidades? ¿Somos dueños de nuestras decisiones? ¿Se rigen nuestras vidas por la relación causa-efecto? ¿Observar un fenómeno lo altera tal y como sucede en el mundo cuántico? ¿Es factible la creación de una máquina que contenga todo el universo en su interior con todos y cada uno de sus matices y complejidades?
Éstas son solo algunas de las preguntas con las que, como os decíamos, vais a alimentar muchos de los debates que van a surgir durante el visionado de Devs. Y las que podríamos añadir otras de un cariz más teológico: ¿crear tu propia realidad te convierte en un Dios? ¿Son los gurús tecnológicos mesías o falsos profetas? ¿Conseguirá la ciencia vencer a la muerte y romper así una de las leyes de la naturaleza?
En fin, a la vista queda que Garland nos ha conquistado otra vez con el concepto de la serie y su acabado final. Ojalá el final hubiera quedado algo más abierto para que pudiéramos seguir comiéndonos la cabeza...
VALORACIÓN:
Magnífica pieza de ciencia-ficción para degustar durante y después del visionado, que generará no pocos debates a colación de la predeterminación y el libre albedrío.LO MEJOR:
El planteamiento visual es abrumador y los interrogantes que plantea, un verdadero misterioque abre debates interesantes posteriores al visionado.LO PEOR:
El desenlace peca de poco ambicioso: podría ser mucho más complejo, dado el desarrollo de la trama, o quedar más abierto a interpretaciones diversas.85
Muy bueno
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