Las puertas del castillo se abren de nuevo para los cinéfilos. Crítica de Downton Abbey: Una nueva era, de estreno en salas el 29 de abril de 2022.
Los amantes de la serie Downton Abbey se frotaron las manos en 2019 con el regreso del elenco en pantalla grande y ahora es el momento de continuar desarrollando sus historias en Downton Abbey: Una nueva era, una película que viene a revolucionar el panorama de la familia que tendrá que afrontar grandes cambios en su seno.
Todos los ingredientes están dispuestos a la manera habitual: tendremos sustos, rencillas, eventos cataclísmicos para el inflexible Mr. Carson y momentos, en general, para reír y llorar. Vamos, que la película cuenta con todo lo necesario para convertirse, de nuevo, en uno de los grandes acontecimientos cinematográficos de la temporada.
Tráiler de Downton Abbey: Una nueva era
A grandes rasgos Downton Abbey: Una nueva era, hace justo lo que promete el título, continuar narrando la vida de la familia Crawley y mostrando los desafíos a los que tienen que hacer frente, entre los que se incluye darle la bienvenida a nuevos miembros y despedirse de otros que, por distintos motivos, van a decir adiós.
Si la película anterior se valía de una visita real para alimentar el libreto de Julian Fellowes en esta ocasión hay dos tramas argumentales que discurren de forma paralela.
Por una parte, salen a la luz algunos secretos de la abuela Violet cuando de forma inesperada recibe como herencia una villa en la costa francesa y por otra, Mary convencerá a la familia para que el emblemático castillo acoja el rodaje de una película muda con la idea de pagar los arreglos que necesitan los tejados con el dinero recaudado.
Por supuesto, tradición y modernidad chocarán como nunca antes en una película ambientada a finales de los años 20, momento en el que, entre otras cosas, empezaba a despuntar el cine sonoro, desplazando a las producciones en las que los actores apenas se preocupaban de su dicción y prácticamente se dedicaban a reaccionar ante la cámara.
La película le dedica bastante tiempo al rodaje de la película mostrando algunos de los entresijos de la industria y, lo que es más divertido, dejando que el personaje de Maggie Smith haga uso de su ironía para poner a caer de un burro el mundillo del cine y que, de vez en cuando se cuele en cámara algún personaje despistado.
Al igual que sucedió con su predecesora, Downton Abbey: Una nueva era es un festín para los sentidos en todo lo relativo a la dirección artística, al diseño de vestuario (de verdadero ensueño) y la fotografía. Hay además un empeño importante en ser precisos con ciertos aspectos de la ambientación como cuando se muestran micrófonos o cámaras de fotos de la época.
En otras palabras: quienes amen el universo ficcional de la serie y se metieran de lleno en su continuación cinematográfica van a disfrutar de lo lindo de esta cuidadísima producción que nos propone cine de evasión de buena calidad.
La debilidad de la propuesta parte del mismo punto que su fortaleza. Se echa de menos algo más de "chicha" en el argumento. A fin de cuentas, no hay una gran evolución en los personajes desde el comienzo hasta el final de la cinta y da la sensación de que suceden pocas cosas (a pesar de todo lo que hemos comentado) como para justificar la duración del metraje.
De esta forma, Downton Abbey: Una nueva era queda como un episodio bisagra que era necesario y que nos presenta acontecimientos que sabíamos que en algún momento, tarde o temprano, tendrían que suceder, pero que peca de tener poca sustancia hasta topar de bruces con el desenlace, de gran impacto emocional.
Esto, de ningún modo ensombrece la experiencia de visionado de la película que es una propuesta tremendamente amable y escrita con una sensibilidad de exquisita destinada a recrear ese espacio de luz y felicidad al que regresar como al calor de una taza de té en un día lluvioso.
Es dulce y acogedora y sabe equilibrar muy bien las alegrías y las desgracias para no dejar un regusto amargo. También es cierto que deja con ganas de más: es notable la ausencia de Henry Talbot y la sensación de que la entrada en los años 30 traerá momentos de gran convulsión en la familia es apremiante, así que estaremos atentos a lo que está por llegar.