Crítica de Eliminado: Dark Web, la secuela de Unfriended

El género del terror evoluciona a la par que nuestras vidas buscando nuevos recovecos por los que infiltrarse en nuestras pesadillas: en plena era 2.0, como era de esperar, las redes sociales se han convertido en uno más de nuestros desvelos y la temida "Dark Web", la parte oculta del enorme iceberg que es Internet, es el caladero ideal para pescar nuevas atrocidades con las que atormentar a la audiencia. Su principal atractivo es que la mayoría de la población ni siquiera sabe que existe, de modo que la incertidumbre se mezcla con la curiosidad y el morbo. Si hay algo malo, pero realmente macabro, debe estar ahí, oculto, acechando.

Eliminado: Dark Web ha sido producida por Blumhouse, una de las productoras más fuertes en lo que a cine de terror se refiere y responsable de grandes sagas como Paranormal Activity, Insidious o La purga además de títulos de corte más independiente como Feliz día de tu muerte o Déjame salir. En suma, sabe dirigirse a un público joven proporcionándole grandes espectáculos aterradores y también cintas en las que se mezclan distintos géneros para proporcionar interesantes experiencias de entretenimiento.

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Eliminado: Dark Web aprovecha menos las posibilidades de las redes sociales y deja de lado los temas de su predecesora Eliminado (Unfriended) (el ciberacoso, los secretos de un grupo de adolescentes) para indagar en esos nuevos terrores que inundan nuestras vidas: lo que puede llegar a hacer un hacker de forma remota con nuestros equipos, las posibilidades de los programas de código abierto y la creación de aplicaciones caseras e incluso las criptomonedas.

A pesar de innovar respecto a la fórmula de su predecesora, Dark Web se percibe como un paso atrás en lo que al lenguaje cinematográfico se refiere. Searching fue tremendamente eficiente a la hora de hacernos seguir un thriller dramático lleno de giros inesperados en los que el formato de pantallas "cuadraba" a la perfección y Eliminado tenía su parte fantástica inesperada que salvaba todas las licencias que se habían ido dando en el metraje, pero la película que hoy nos ocupa, falsea la narrativa de una manera demasiado patente.

Otras ficciones que os recordará esta película son la serie británica Black Mirror que demostró en el tercer capítulo de su tercera temporada lo peligroso que es tener la webcam sin tapar, sin olvidar la terrorífica Open Windows de Nacho Vigalondo aunque puede que espiritualmente sea más afín la película Nerve por las explicaciones finales que se nos dan a los misterios de la historia, desprovista en esta ocasión de un ingrediente paranormal. Por otra parte, se antoja algo gratuita a la hora de repartir los castigos: solo se puede acusar de actuar de forma incorrecta a uno de ellos, así que la forma en la que salpican sus acciones al resto es desproporcionada.

No podemos perder de vista que esta cinta es una ópera prima: Stephen Susco se estrena como director explorando una nueva faceta más allá de la más conocida como guionista de películas como El grito y El grito 2 o escritor del argumento de La matanza de Texas 3D, aunque en realidad, donde es más floja la película es precisamente en el libreto (y quizás también en la forma en la que abusa de la supuesta sugestionabilidad del espectador).

El reparto defiende con razonable entereza sus papeles, sobre todo en el caso del desesperado protagonista Colin Woodell a quien por cierto también podéis ver en la serie de La purga de Amazon Pirme Video y, casualidades de la vida, cuya voz se utilizó en la película Searching como operador de teléfonos. Todo queda en casa.

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Eliminado: Dark Web - Galería de imágenes (5 imágenes)

En resumen, Eliminado: Dark Web apunta bien señalando amenazas que no tienen un origen sobrenatural y son por tanto más factibles, aunque por la forma en la que lo hace, pierde a veces el foco. Sin ir más lejos, hay un momento en el que la cámara del chat "elige a quien mostrar". Sea como sea, la idea podría explotarse de forma mucho más brillante en forma de cortometraje: permitiría amputarle al metraje lo superfluo (tarda más de media hora en arrancar de verdad y lo más gordo sucede en los últimos quince minutos) y seguramente también dejarle el mal rollo en el cuerpo al espectador evitando ser demasiado explícito. A fin de cuentas lo que nos podemos imaginar suele ser peor que lo que nos cuentan o, al menos. nos hace sufrir más.

Si lo tuyo es el terror tecnológico aquí tienes unas cuantas recomendaciones de películas y series que no te puedes perder y que te harán pasar un mal rato... Qué demonios, lo mismo hasta te apuntas a un campamento para hacer una desconexión total de aparatos y gadgets...