Crítica de Fargo temporada 4, que llega a Movistar con un doble episodio

¡Vuelve Fargo con una cuarta temporada que no os podéis perder! Sigue siendo emocionante leer el letrero inicial que da pie, tras una larguísima introducción, a la historia que se va a desarrollar, en esta ocasión, a lo largo de once episodios. "Por respeto a los vivos se han cambiado los nombres de los protagonistas; por respeto a los muertos se ha contado todo tal y como ocurrió". La sangre en la nieve está servida de nuevo en una nueva tanda de episodios, independiente de las anteriores, en la que nos desplazamos a Missouri en los años 50.

En estas coordenadas espacio-temporales dos grandes mafias, la italiana y la afroamericana, controlan la otra cara de la economía: la de la explotación, los sobornos y las drogas.

Con el fin de prosperar y mantener una relativa paz, los líderes de ambas familias deciden probar fortuna con una nueva fórmula: intercambiarse a sus hijos primogénitos y criarlos como suyos, aunque la traición está a la orden del día. Fargo 4 desarrolla una vez más una historia de supervivencia, inmigración y de las grandes ambiciones que pueden llegar a terminar en carnicería, generalmente por alguna patochada digna de mención.

Hay muchos aspectos que reseñar de la serie, pero sin lugar a dudas una de ellas es la forma en la que sabe crear tensión para mantener al espectador pendiente de la pantalla. En este sentido hay que aplaudir al reparto principal de la serie, muy coral pero con grandes nombres tras de sí entre los que destacan Chris Rock (Arma letal 4), Jason Schwartzman (Mozart in the Jungle) o Ben Wishaw (El regreso de Mary Poppins), entre otros.

Aunque para personaje emblemático, el de la talentosa actriz Jessie Buckley (Estoy pensando en dejarlo), que os recordará por momentos al Joker de Heath Ledger y que os va a resultar de lo más peculiar.

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Fargo 4 - Galería de imágenes I (7 imágenes)

Ojo en especial a Chris Rock en el que es su papel más dramático hasta la fecha y en el que, la verdad, se desempeña como pez en el agua y nos da una pista de su potencial, también de cara a su participación en próximos proyectos como Spiral o I Am Maurice. Tranquilos también quienes estén pendientes de su vis cómica, que seguirá cultivando en el futuro en películas como Las brujas, basada en el clásico de Roald Dahl.

Como es marca de la casa, Fargo 4 cuenta con un nivel en la producción excelente. Ethan y Joel Coen y Warren Littlefield ejercen de productores ejecutivos mientras que el ganador del Globo de Oro y del Emmy Noah Hawley (Legión) hace lo propio, además de firmar como creador, guionista y director.

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Fargo 4 - Galería de imágenes II (5 imágenes)

Su pericia es indudable, valiéndose de todos los rasgos estilísticos que han venido definiendo el aspecto de la serie y que le confieren una gran personalidad: pantallas partidas, planos cenitales, coreografías con movimientos muy definidos para los personajes y una planificación de rodaje impoluta que redunda en una narración elegante para contar una historia por el contrario de lo más profana, que abunda en el retrato de las personas como seres imperfectos y a veces incluso ridículos.

Los valores de producción de la serie siguen siendo acordes a lo que se espera de ella ya cada episodio podría definirse como una película en sí misma: la fotografía, la banda sonora y la calidad del cuerpo interpretativo es inmejorable. Y las líneas de diálogo también se abren paso con precisión de cirujano para dejar una idea flotando en el aire... que quizás las cosas no han cambiado tanto en el fondo. En ese punto, el guión tiene pinceladas tan brillantes como demoledoras.

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¿Dónde y cuándo verla? La cuarta temporada de Fargo debuta hoy, 1 de octubre, en Movistar+ con un doble episodio para regresar después cada jueves con un nuevo episodio hasta completar las emisiones el próximo 3 de noviembre. Para realizar esta crítica hemos podido visionar la mitad de ellos, hasta el quinto y podemos aseguraros que el comienzo titubeante del primer episodio se dispara a partir del segundo con abundantes giros de guión y cliffhangers al final de arco narrativo que impulsan un visionado veloz.